domingo, 3 de julio de 2011
Hay semanas apocalípticas sobre el papel
En las que finalmente no pasa nada. Es clásico. Tal. Vale. Pero lueg, otras veces, se acumulan pequeños acontecimientos sin importancia por sí mismos que analizados en conjunto pues te dan como un estado de estres y ansiedad en postivio, motivación por decirlo así, que te lleva a otro nivel de eficiencia y productividad. A mí me pasa. Poco pero me pasa. Y le temo a esas semanas con muchas cosas previstas que se van cayendo como si el aire de unas, tirase las siguientes. Un castillo de naipes del que solo se ven altas almenas a lunes. Pero probablemente sea mejor ponerse metas más bajas, o no es mejor prque con la rebaja del Tío Paco nos quedamos en ná, pensaba yo ayer. ¿Más bajas? ¿Serán metas subterraneas? ¿Serán metas basadas en encontrar acuíferos escondidos? ¿acaso no es mejor rebajar las expectativas? Empezar a ras de suelo. Pues, claro, pero es conveniente lo de las expectativas, tenerlas antes. Mis expectativas no se si llegaron a estar del todo o solo echaron un ojo y ya dijeron que volverían en otro momento pero en fin, que verlas, las he visto. A mis expectativas, cara a cara, y no es que fueran muy altas, pero tampoco bajas, tú sabes, tamaño medio y buen tipo. Unas expectativas medias pero bien hechas. Es hacia lo que hay que tender, ¿no?. Un cierto equilibrio. Demasiadas cosas en la agenda, luego se tachan con cierta premura. Poco y bien enfilado. aunque es difícil administrarse con benevolencia las tareas teniendo tanto que hacer. Tantísimo. Y a lunes. Y en la primera semana de julio que está todo de vacaciones o a punto, el panorama es para irse a la piscina y ahogarse en la ducha. En fin. Seguimos on the rocks. Seguimos saltando a bomba y aguantando a pulmón. Está semana, además, voy de viaje. Siempre excitante. Siempre imprevisible ¿Me saldrá bien? No conduzco yo. En fin, sobre el papel la semana se presenta apocalítpca, veremos si se cumplen las expectativas, aunque sólo sean en la talla mediana. Me estoy leyendo el "Técnicas de Persuasión" de J. A. C. Brown, pero no sirve para estas cosas. Te duermes con él entre las manos que da gusto. Es de una letra tan menuda que al par de líneas, con el rollo "cientifista" aburre y cansa y "esnocla" que si propaganda pabajo, propaganda parriba y la página tan amarillita que te da sopor inmediato. Como este blog, a veces, a mí y a ustedes y que sobre el papel, no es nada por muy apocalíptica que yo me ponga. Buenos días. Café uno en proceso. Abriendo el lunes. Un, dos, tres. Ahí.
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