En el blog, es un hecho, escribo cuando me aburro. Mucho. Decía mi padre que solo se aburren los tontos. De modo que, el blog es mucha tontuna junta. Lo sabéis, los habituales lo sabéis. Y es lo que debe ser. Quiero decir, no me pagan por hacer esto y hago lo que me da la gana.
Pero a veces echo de menos... No sé. Contar lo que realmente me remueve las tripas.
Es curioso que internet, siendo el mega escaparate etc etc, también te permita o así lo siento yo, al menos, un espacio íntimo o que lo parece, casi secreto. En el que la interacción no existe, es más bien, una comunicación unidireccional, que no es del todo unívoca. A mí eso, como canal de comunicación o como sistema, mejor dicho, me parece muy interesante. Lógicamente, hay posibilidad de interactuar, ahí están los comentarios, pero bueno, escribir en los comentarios, pues es como... No sé... Demasiado tomarse la molestia, vaya. Yo no escribo comentarios en blogspot nunca o casi nunca, mucho me tiene que gustar o sorprender o remover o lo que sea, para hacerlo. El caso... Que no cuento mis movidillas más movidas y me dan ganas, claro. Porque se pasan los días y es el latido concreto de ese momento, que no vuelve, que no se repite, es una sensación... Por otro lado, a nadie le importa eso. Es unidireccional, me refiero.
En fin.
Esas cosillas.
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