De hoy, día 30.
Del 19.
Del 13.
Del 6.
Hoy no es domingo.
Es martes.
Pero se acaba abril.
Así que, para el caso.
Y tienen sentimientos, la música viene a ser lo mismo siempre y un poco lo de menos.
miércoles, 30 de abril de 2014
Dejar regar
Dejar reposar las canciones.
Quien dice canciones, dice poemas... Dice cajones. Dejar las cosas en cajones. Que maduren o se pudran para siempre. Es un recurrente consejo. Añádele tiempo. Es la mejor forma de ver hasta que punto era enclenque la movida, lo que fuera que hayas hecho en un pico de entusiasmo, o de sentimiento, o de lo que sea.
Dejarlo.
Un tiempo.
Dejarlo un tiempo.
Eso en las parejas es otra cosa y de amor no os voy a hablar, que luego lo releo y me siento estúpido del todo, sentirse un poco estúpido es bueno, creo. Del todo, no. Claro. Un poquillo. Una estupidez de vez en cuando hace que el resto se realce.
En fin, escucho al mirlo.
Me recuerda que antes de que sea de noche debo regar. Y el gimnasio. Me flipa nadar. Ya lo sabía, no es novedad. Es el del ella. Nos apuntamos juntos. Al escribir esto, me da un poco de escalofrío. Cuando he ido, bien. Me meto por el parking. Es to pro. Es la movida, el amor, el amor.... menudo rollazo, amigos. En fin. Jardín. Piscina.
El blog es un agujero negro.
En el blog se deja reposar poco, ¿no? O nada. Está la carpeta borrador en la que acumula mil movidas a medias que a última hora parecían estúpidas del todo. Y están descontextualizadas, que es lo de siempre. Que no tienen chicha. Y se quedaron ahí, no hay ni una ni dos.
Lo de dejar reposar suena a mentira.
Como lo de que no te puedes bañar después de comer por la digestión.
Dejar reposar la comida.
viene a ser lo mismo. Prudencia para meterse entre las olas o para las rolas, en fin. Es lo que tiene. La emoción. El sentimiento.
El otro día un colega que en fin, se dedica a cosas de neurología y estudia el cerebelo y noséqué me decía que yo ya estaba viejo como para aprender a tocar bien un instrumento, como un profesional, decía. Yo le contesté, hombre, tampoco es eso. Que puedo aprender, creo que dije. Aprender, todo el mundo puede aprender. Y él me dijo que no. Que para destacar en un instrumento y tener nivel hay que criarse desde pequeño con él, y tener técnica, dedos... Al verme poco convencido, recurrió a su campo. Es que el cerebro hay que moldearlo desde pequeño. Es un tema de neuronas, de conexiones, me decía. De años. De práctica. Paparruchadas, le espeté. A ver. Y, ¿la emoción, tio? El puto sentimiento, tio. Y la motivación. Si quisiera, por cualquier motivo que no acierto a comprender, ahora mismo aprender a tocar la tuba y ser un puto tubista de categoría, tengo claro que podría. O el fagot. O el xilófono, que me gusta más. Pero solvente. Igual no un fuera de serie. Vale, esos empiezan desde niños y ya de mayores, pues son referencia. Pero como para ganarme honradamente la vida tocando la tuba en todo tipo de grabaciones, sí. Si quisiera hacerlo.
Eso no le coló mucho.
Volvió al cerebro. Que era algo físico. Que el aprendizaje es un proceso primero mental pero luego de capacitación física y mucho tiempo, en fin. Que no. Le dije que la gente sube montañas de yoqusécuánto y que hay motivos que van más allá. Y es exponencial. El aprendizaje, digo. Es un proceso exponiencial. En cinco años puedes tocar la tuba como profesional. Dedicándote a ello, claro. Cualquier cosa. Que dependa de uno y que uno realmente quiera hacer. ¿Ser astronauta? Pues no, porque no depende exclusivamente de ti. ¿Jugar en el Real Madrid? Pues tampoco, por lo mismo. Pero cuento todo este rollo, porque mi amigo realmente se quedó callado cuando le dije que la parte psicológica influye de modo definitivo en cualquier tipo de aprendizaje y lo dificulta porque no son magnitudes que se puedan acotar fácilmente, el rencor, el odio, la energía que genera o que canaliza de un modo creativo, ese camino que se va abriendo entre la espesura, no es una conexión neuronal que se entrena como los que quieran sacar culo en el gimnasio. Esa frase es de Toteking lo de sacar culo en el gimnasio. En fin. Debería ir al jardín y al gym y dejarme de rollos.
Dejaros reposar.
Eso debería hacer.
¿Qué es lo que importa de verdad?
Aparte de regar los tomates.
Quien dice canciones, dice poemas... Dice cajones. Dejar las cosas en cajones. Que maduren o se pudran para siempre. Es un recurrente consejo. Añádele tiempo. Es la mejor forma de ver hasta que punto era enclenque la movida, lo que fuera que hayas hecho en un pico de entusiasmo, o de sentimiento, o de lo que sea.
Dejarlo.
Un tiempo.
Dejarlo un tiempo.
Eso en las parejas es otra cosa y de amor no os voy a hablar, que luego lo releo y me siento estúpido del todo, sentirse un poco estúpido es bueno, creo. Del todo, no. Claro. Un poquillo. Una estupidez de vez en cuando hace que el resto se realce.
En fin, escucho al mirlo.
Me recuerda que antes de que sea de noche debo regar. Y el gimnasio. Me flipa nadar. Ya lo sabía, no es novedad. Es el del ella. Nos apuntamos juntos. Al escribir esto, me da un poco de escalofrío. Cuando he ido, bien. Me meto por el parking. Es to pro. Es la movida, el amor, el amor.... menudo rollazo, amigos. En fin. Jardín. Piscina.
El blog es un agujero negro.
En el blog se deja reposar poco, ¿no? O nada. Está la carpeta borrador en la que acumula mil movidas a medias que a última hora parecían estúpidas del todo. Y están descontextualizadas, que es lo de siempre. Que no tienen chicha. Y se quedaron ahí, no hay ni una ni dos.
Lo de dejar reposar suena a mentira.
Como lo de que no te puedes bañar después de comer por la digestión.
Dejar reposar la comida.
viene a ser lo mismo. Prudencia para meterse entre las olas o para las rolas, en fin. Es lo que tiene. La emoción. El sentimiento.
El otro día un colega que en fin, se dedica a cosas de neurología y estudia el cerebelo y noséqué me decía que yo ya estaba viejo como para aprender a tocar bien un instrumento, como un profesional, decía. Yo le contesté, hombre, tampoco es eso. Que puedo aprender, creo que dije. Aprender, todo el mundo puede aprender. Y él me dijo que no. Que para destacar en un instrumento y tener nivel hay que criarse desde pequeño con él, y tener técnica, dedos... Al verme poco convencido, recurrió a su campo. Es que el cerebro hay que moldearlo desde pequeño. Es un tema de neuronas, de conexiones, me decía. De años. De práctica. Paparruchadas, le espeté. A ver. Y, ¿la emoción, tio? El puto sentimiento, tio. Y la motivación. Si quisiera, por cualquier motivo que no acierto a comprender, ahora mismo aprender a tocar la tuba y ser un puto tubista de categoría, tengo claro que podría. O el fagot. O el xilófono, que me gusta más. Pero solvente. Igual no un fuera de serie. Vale, esos empiezan desde niños y ya de mayores, pues son referencia. Pero como para ganarme honradamente la vida tocando la tuba en todo tipo de grabaciones, sí. Si quisiera hacerlo.
Eso no le coló mucho.
Volvió al cerebro. Que era algo físico. Que el aprendizaje es un proceso primero mental pero luego de capacitación física y mucho tiempo, en fin. Que no. Le dije que la gente sube montañas de yoqusécuánto y que hay motivos que van más allá. Y es exponencial. El aprendizaje, digo. Es un proceso exponiencial. En cinco años puedes tocar la tuba como profesional. Dedicándote a ello, claro. Cualquier cosa. Que dependa de uno y que uno realmente quiera hacer. ¿Ser astronauta? Pues no, porque no depende exclusivamente de ti. ¿Jugar en el Real Madrid? Pues tampoco, por lo mismo. Pero cuento todo este rollo, porque mi amigo realmente se quedó callado cuando le dije que la parte psicológica influye de modo definitivo en cualquier tipo de aprendizaje y lo dificulta porque no son magnitudes que se puedan acotar fácilmente, el rencor, el odio, la energía que genera o que canaliza de un modo creativo, ese camino que se va abriendo entre la espesura, no es una conexión neuronal que se entrena como los que quieran sacar culo en el gimnasio. Esa frase es de Toteking lo de sacar culo en el gimnasio. En fin. Debería ir al jardín y al gym y dejarme de rollos.
Dejaros reposar.
Eso debería hacer.
¿Qué es lo que importa de verdad?
Aparte de regar los tomates.
San Fermín en el Albaicín
Puestos a importar fiestas populares: ¿por qué no unos San Fermines por la Carrera del Darro y el Albaicín?
Viene a cuento de esto.
Fallas en Granada:
http://www.laguiago.com/granada/evento/98735/granada-celebrara-el-sabado-26-y-domingo-27-unas-autenticas-fallas-valencianas/
A ver, a mí esto me parece un despropósito importante (se cargan una fiesta propia y auténtica como las Cruces y se importan sucedáneos sin ningún sentido y extraños como el Oktoberfest o las Fallas, pues no me gusta ni un pelo y entiendo que hay una predisposición desde el gobierno municipal porque para quemar la explanada del Palacio de Congresos, pues eso, que no me gusta nada nada nada)
Y se petó, ok.
Yo también me quedo tonto mirando a la chimenea, entiendo la fascinación por el fuego del personal. Pero el San Fermín granaíno sería dar el salto cuantitativo, porque la experiencia en macro concentraciones de gente bebiendo, la tenemos, es más, somos una potencia nacional, es solo cambiarle el pañuelo rojo por uno que sea la mitad verde (como la bandera de Granada) y se anima un poco el veranito, que se va todo el mundo.
La globalización para los concejales de festejos era esto.
Viene a cuento de esto.
Fallas en Granada:
http://www.laguiago.com/granada/evento/98735/granada-celebrara-el-sabado-26-y-domingo-27-unas-autenticas-fallas-valencianas/
A ver, a mí esto me parece un despropósito importante (se cargan una fiesta propia y auténtica como las Cruces y se importan sucedáneos sin ningún sentido y extraños como el Oktoberfest o las Fallas, pues no me gusta ni un pelo y entiendo que hay una predisposición desde el gobierno municipal porque para quemar la explanada del Palacio de Congresos, pues eso, que no me gusta nada nada nada)
Y se petó, ok.
Yo también me quedo tonto mirando a la chimenea, entiendo la fascinación por el fuego del personal. Pero el San Fermín granaíno sería dar el salto cuantitativo, porque la experiencia en macro concentraciones de gente bebiendo, la tenemos, es más, somos una potencia nacional, es solo cambiarle el pañuelo rojo por uno que sea la mitad verde (como la bandera de Granada) y se anima un poco el veranito, que se va todo el mundo.
La globalización para los concejales de festejos era esto.
domingo, 27 de abril de 2014
sábado, 26 de abril de 2014
Enrique Octavo para críos parece que no tira
Estamos buscando conciertos para niños en los que les contemos la historia de Enrique Octavo que es como nos llamamos, conciertos didácticos sobre degollamientos históricos básicamente, y no está funcionando no sé por qué.
jueves, 24 de abril de 2014
En las faldas de la montaña
Frio todos los días del año, a veces parece un lujo pero casi siempre es un fastidio.
Dilema con kakicillos y almendricillos
Es que como no recogi ni los kakis ni las almendras, tengo medio docena de kakicillos o otros tantos almendricillos con los que no sé bien qué hacer.
Trasplantarlos, ya.
Pero es que se mueren.
¿Cuestión del tamaño del cepellón?
Lo he pensado, pero... No sé. Y, ¿dónde los pongo?
Los dejo crecer.
Hace unas semanas en una noche de estas que, como dicen en las películas, "necesitas un trago". Salí a echarlo y conocí a un tipo extraño, que quiso invitarme y al que no dejé, contraviniendo mi norma de dejarte invitar siempre y que vivía por Zafarraya o no sé, cerca de las montañas. Mi casa está también entre risquillos y en fin, charlando y charlando, me contó el problema de la camadas de cachorros que le venían de repente y cómo tenía que asfixiarlos. No sufrían, decía. Casi nada. Y creo que me contó que también asfixió cabras, no estoy seguro. Le escuchaba regular y no le hacía preguntas. O, ¿eran galgos? No recuerdo. Es una imagen truculenta, de estas que se te quedan.
Pues matar a los kakicillos o a los almendricillos para mí es lo mismo.
Es asfixiarlos, a los pobrecillos.
Y nada, comparto aquí mi inquietud.
Trasplantarlos, ya.
Pero es que se mueren.
¿Cuestión del tamaño del cepellón?
Lo he pensado, pero... No sé. Y, ¿dónde los pongo?
Los dejo crecer.
Hace unas semanas en una noche de estas que, como dicen en las películas, "necesitas un trago". Salí a echarlo y conocí a un tipo extraño, que quiso invitarme y al que no dejé, contraviniendo mi norma de dejarte invitar siempre y que vivía por Zafarraya o no sé, cerca de las montañas. Mi casa está también entre risquillos y en fin, charlando y charlando, me contó el problema de la camadas de cachorros que le venían de repente y cómo tenía que asfixiarlos. No sufrían, decía. Casi nada. Y creo que me contó que también asfixió cabras, no estoy seguro. Le escuchaba regular y no le hacía preguntas. O, ¿eran galgos? No recuerdo. Es una imagen truculenta, de estas que se te quedan.
Pues matar a los kakicillos o a los almendricillos para mí es lo mismo.
Es asfixiarlos, a los pobrecillos.
Y nada, comparto aquí mi inquietud.
domingo, 20 de abril de 2014
Un pelín tontitos store day
Oye es que os mean y decís que llueve... ¿Un día para que haya acústicos en las tiendas de discos? Pues vale. Que venden, gloria. Dineros, bien. Que sacan género los amigos que están en este bussiness, me alegro tela. Vinilazos por doquier, alabado sea el plato. Pero... A ver. Dinerillos que no vienen nada malamente para lo malamente que estamos por todos los frentes, pero... No. No lo veo. Y quiero dejarlo clarinete. No va con ellos. Con los owners de stores. Angelicos, que vendan, coño. Claro. Clarísimo. Y menos con los dueños que se toman la molestia de montar mini bolos con lo de hoy, hoy por ayer, o con la excusa que sea, que realmente viene a ser lo de menos. Olé sus fingers. En eso vamos a estar de acuerdo. Mi queja es lo del día. No lo veo. En general la concienciación vía oficial la tengo muy en el punto de mira. Particularmente, en todo lo tocante a lo musical, pues muchas veces me enerva. Día de la Música. Día de los discos. Día de las Tiendas. Día de no sé qué más... No. Es un camelo, me da la impresión. Debería ser normal. Que se hiciera always. hablo de lo de los bolillos. Es lo suyo. De hecho, hay tiendas con conciertos de corriente, todas las semanas, acústicos de pequeño formato, presentaciones... lo que viene a ser lo suyo y que no es novedad. Y debe ser un currelito. Que si viene, que si falta un micro, que si esto, que si lo otro... Que si luego entra mucha peña en la tienda, y alguno se birla un single de 45... Pues oye, encima de que te enrollas, con bolillos for free, llega un prenda y te roba. Así es la vida. Pero vaya, que mini conciertos en las tiendas de discos pues me parece de lo más natural. Me parece tocino de cielo. Quizá en las fruterías quedaría más raro, pero oye, lo veo. Molaría. A mí me molaría, en serio. El tema de institucionalizar algo sin importancia o que no debería de tenerla, es lo que me parece importante. Que me pone en alerta. Me hace sospechar. Digo: ¿Esto a qué viene? ¿De dónde sale? A ver, si me explico y sobre todo, si me entendéis. Que los de las tiendas de discos, son unos benditos. Indiscutible, ¿ok? Espero que sí, que quede a topete de claro. Unos benditos. Es que, en general, que haya un tío, un notillas, o dos, dos susprimus con una guitarrita donde sea, o con dos guitarritillas, a dúo pues eso, en una frutería, o en una café y obviamente, por ser del ramo, en una tienda de discos, pues joder, debería de ser algo de todos los días. Lo normal. Lo corriente. Pianistas en los cafés, que linda tradición. ¿Por qué no perpetuarla? ¿Alguien sabe la respuesta? Yo la intuyo. ¿Por qué no hay pianistas en los cafés? Tipo el Tony 2 pero sin tanta caspa. Lo intuyo, ya digo. Eso va por lo de los bolillos en los negocios locales, punto uno.
Vamos con el dos. No soy comprador de discos. No tengo pasta. Pero si la tuviera, tampoco creo que lo fuera. Me tocáis las pelotas, compradores de discos. Os respeto, claro. Son peores los que compran o venden armas, es verdad, pero el puto rollo de los vinilos, me toca la moral. En serio. Eso de comprar y comprar vinilos. Y tenerlos en casa, en un lugar destacado, casi siempre en una estantería de Ikea. ¿no lo veis? ¿No os da ná? ¿No identificáis ciertos patrones, ciertas similitudes? ¿A quién beneficia todo esto? Creo que esa es la pregunta del millón de dólares. A Ikea, claro. Y, ¿después?
Los dueños de tiendas de discos son titanes. Punto. Héroes. Y si vende también cómics, pues superhéroes. Es así. Esto no va con ellos... ¿Cuántas veces lo he repetido? En fin. A lo que vamos. Que compráis vinilos para presumir y para llenar estanterías de Ikea. Y los locos de siempre, que compran de siempre, a ver, con ellos tampoco va. Y si compran cómics además, pues ni media palabra más. Hablamos de los que han hecho colección de aquí para atrás, en los últimos tres o cuatro años. Lo noto. No sé deciros cómo. Pero lo noto. El olorcillo del advenedizo del vinilo me explota en la pituitaria a la primera de cambio. ¿Cómo identificarlos? No lo sé. Yo los veo en un plis, pero no sabría explicarlo. Se nota también por el desgaste de las carpetas de los discos, los cantos. Si se ven nuevecitos, y nada rozados. Ojo. Pero vaya, que esto no es una carrera de autenticidad. Que cada uno se gaste su pasta según más lo disfrute, faltaría más. Pero es la moda lo que me joroba... Cualquier moda. La de comprar discos en vinilo, en plan, joder, es que el vinilo de nosequién nosecuántos... Es que hay que tenerlo.... Que viene a ser lo mismo de ir a bolos de viejas glorias que vale pastizal el boletito. Pues, es que es Nosequién. Que lo mismo se muere. Que ya no va a volver en gira. Que si la abuela fuma... A mí me parecen chorradas para sacaros la pasta. Lo digo ahora que soy pobre de solemnidad, pero cuando manejaba mis cuartillos, desde luego que nunca invertía o hacía gasto en ese tipo de polladicas. Que me da envidia, lo reconozco claro, los amigachos que ves que se han ido llenando la estantería de Ikea con discos chulos, con las rediciones de los Planetas y movidas de ese palo... De lo de las rediciones, hablamos otro día, si eso. Amigos que no le quitan el plástico a según qué discos porque son putos clasiquillos de su acerbo personal. Si eso no es una polladica, que venga Dios y lo vea. Respetable, ya digo. Pero que... No sé, me da envidia. un cierto tipo de envidia con prejuicio moral. Es como cuando veo a tipos muy bien vestidos, que se nota que están estrenando y que se gasta la nómina en comprar trapitos. Pues dices, cuchi, que elegante el notillas. Pero no es para mí. Yo me apaño con un par de camisetas, una sudadera... Una chaqueta vaquera. En fin. Morralla. Y poco dinero. Ni siquiera en rebajas. Que uno tiene su estilillo, pero que me sigo poniendo camisas que me compre en el instituto y me llena de orgullo, primero por que me quepan, ya era grandón yo en el COU, pero también y en segundo lugar pero no de importancia, por ser sostenible, o mantener... No es la palabra mantener... Quizá conservar... Aún con sus puños maltratados por el tiempo, los cuellos rozados, algún chinazo ocasional o agujerillo que pienso que le dan solera, pero vaya, que es un puto agujero que me hace prescindir de la prenda en cuestión cuando toca jornada laboral. Pero vaya. Que es solo un ejemplo. Lo de la ropa. La ropa, en general, me da bastante igual. Y sobre todo, para gastar o no gastar dinero en ella. Intento evitar, por influencia de mi ex, influencia directa, la ropa fabricada en países dónde no se respetan unos ciertos mínimos en cuanto a producción y etc etc. No soy un puto experto. Pero se resume rápido. No a Inditex. En bloque. No a Inditex en bloque. No a H&M. Nada de H&M, y afines. No Lefties. Etc. Etc. Etc. Ya en segunda mano, podría estar permitido porque entiendo que el primer dueño expía los pecados de los vietnamitas o chinos o de dónde sea, que han cosido la prenda por dos perras. Ya está desinfectada de reserva moral o sospecha de esclavista forma de producción, digamos. Se expurga. Y hay mil maneras de esquivar a Inditex, que a la gente le dices que no compre ropa en el Zara y parece que se le acaba el mundo. Oiga, pues no. Es fácil. Comprar a conocidos, a pequeños sitios, mini empresillas de camisetas o de lo que sea, la cercanía, reflexionar sobre la consecuencia de gastar en unos y en otros, volverlo un acto consciente. No es tan dificil esquivar al Zara, si lo piensas, seguro que podrías comprar ropa a gente que conozcas, círculos cercanos. Al final el camino de la ética no es tan torcido y aunque nazca como sendero, si te planteas seguirlo, pues no es tan difícil. Camisetas de grupos. Camisetas de sellos discográficas. Camisetas de bares. Etc. En fin, hay mil opciones para que el dinero no acabe en una multinacional. Y vale que algunos me diréis, las camisetas, el tejido, está hecho en nosédónde, aunque la estampen aquí. Pues vale. Sí, es verdad. Y puede que el que suministre las camisetas en colores planos, pues sea una multinacional... Pues sí, pero mira, ya vas viendo... Estar en contra de las multinacionales no es un postureo estúpido. Ellas están en contra de nosotros. Es, más bien, un acto de defensa. Es en defensa propia. ¿Significa eso que no puedes beber Coca Cola? Me importa un pepino la Coca Cola. Pero lo que tengo claro es que si un refresco de Cola de cualquier marca blanca, cuesta tres veces menos, pues... A ver. Lo compro. Soy de esos. No dudo. Refresco de cola. Un tercio. No entiendo cómo no lo ve todo el mundo igual. Y creo que la base del capitalismo va por ahí, por la peña que se ofende si le ofreces un refresco de cola que no sea Coca Cola. Se ofenden, oye. Te miran mal. Por supuesto, ni lo prueban. Esa convicción. Esa fe. Ese... No sé cómo llamarlo. Esa postura inflexible. Esa determinación. Eso es el puto capitalismo. Y un tercio de precio. Por marca. Por hegemonía de marca. Por haberse inventado el juego. Con costes que serán similares, sino incluso más baratos. Que no soy experto, pero vaya que no hace falta serlo. Como consumidor, elijo. Me da igual quedar como un mal anfitrión con los que no soportan que el refresco de cola no sea de una marca concreta, me dan igual. No me gustan. Así que, por lo que a mí respecta, se pueden quedar con su sed y sus prejuicios.
Por resumir. No os hagáis fotos con los vinilos que os compráis. No. Ni con ninguna compra en general, como consejo, vaya. Haced lo que os de la gana luego, pero no, en fin. No presumáis de colección de vinilos... En los tiempos de internet, presumir de musiquitas, es de pringles. Porque cualquiera se empapa de la Wikipedia y palante. Quiero decir, hubo un tiempo que para saber lo que se cocía en hardcorismos del DC, es un decir, pues se tiraba de fanzine. Códigos postales. Reembolsos. Discos de regalo. Split. Recopilaciones. Se pedía el catálogo. Se compraba por catálogo. Y el cantante de unos que te molaban, pues llevaba una camiseta (no de Inditex, claro) con el nombre de una banda y ya pues investigaba. Así iba la movida y claro, en esos tiempos, ser un experto conocedor de cualquier movida subterránea, pues tenía todo el point. Se recorría un camino, no sé si me explico. Hablo de ello como si fuera el siglo XX, pero es que era el siglo XX. No es que haya cambiado tanto, pero hay inflexiones cruciales.
Vamos con el dos. No soy comprador de discos. No tengo pasta. Pero si la tuviera, tampoco creo que lo fuera. Me tocáis las pelotas, compradores de discos. Os respeto, claro. Son peores los que compran o venden armas, es verdad, pero el puto rollo de los vinilos, me toca la moral. En serio. Eso de comprar y comprar vinilos. Y tenerlos en casa, en un lugar destacado, casi siempre en una estantería de Ikea. ¿no lo veis? ¿No os da ná? ¿No identificáis ciertos patrones, ciertas similitudes? ¿A quién beneficia todo esto? Creo que esa es la pregunta del millón de dólares. A Ikea, claro. Y, ¿después?
Los dueños de tiendas de discos son titanes. Punto. Héroes. Y si vende también cómics, pues superhéroes. Es así. Esto no va con ellos... ¿Cuántas veces lo he repetido? En fin. A lo que vamos. Que compráis vinilos para presumir y para llenar estanterías de Ikea. Y los locos de siempre, que compran de siempre, a ver, con ellos tampoco va. Y si compran cómics además, pues ni media palabra más. Hablamos de los que han hecho colección de aquí para atrás, en los últimos tres o cuatro años. Lo noto. No sé deciros cómo. Pero lo noto. El olorcillo del advenedizo del vinilo me explota en la pituitaria a la primera de cambio. ¿Cómo identificarlos? No lo sé. Yo los veo en un plis, pero no sabría explicarlo. Se nota también por el desgaste de las carpetas de los discos, los cantos. Si se ven nuevecitos, y nada rozados. Ojo. Pero vaya, que esto no es una carrera de autenticidad. Que cada uno se gaste su pasta según más lo disfrute, faltaría más. Pero es la moda lo que me joroba... Cualquier moda. La de comprar discos en vinilo, en plan, joder, es que el vinilo de nosequién nosecuántos... Es que hay que tenerlo.... Que viene a ser lo mismo de ir a bolos de viejas glorias que vale pastizal el boletito. Pues, es que es Nosequién. Que lo mismo se muere. Que ya no va a volver en gira. Que si la abuela fuma... A mí me parecen chorradas para sacaros la pasta. Lo digo ahora que soy pobre de solemnidad, pero cuando manejaba mis cuartillos, desde luego que nunca invertía o hacía gasto en ese tipo de polladicas. Que me da envidia, lo reconozco claro, los amigachos que ves que se han ido llenando la estantería de Ikea con discos chulos, con las rediciones de los Planetas y movidas de ese palo... De lo de las rediciones, hablamos otro día, si eso. Amigos que no le quitan el plástico a según qué discos porque son putos clasiquillos de su acerbo personal. Si eso no es una polladica, que venga Dios y lo vea. Respetable, ya digo. Pero que... No sé, me da envidia. un cierto tipo de envidia con prejuicio moral. Es como cuando veo a tipos muy bien vestidos, que se nota que están estrenando y que se gasta la nómina en comprar trapitos. Pues dices, cuchi, que elegante el notillas. Pero no es para mí. Yo me apaño con un par de camisetas, una sudadera... Una chaqueta vaquera. En fin. Morralla. Y poco dinero. Ni siquiera en rebajas. Que uno tiene su estilillo, pero que me sigo poniendo camisas que me compre en el instituto y me llena de orgullo, primero por que me quepan, ya era grandón yo en el COU, pero también y en segundo lugar pero no de importancia, por ser sostenible, o mantener... No es la palabra mantener... Quizá conservar... Aún con sus puños maltratados por el tiempo, los cuellos rozados, algún chinazo ocasional o agujerillo que pienso que le dan solera, pero vaya, que es un puto agujero que me hace prescindir de la prenda en cuestión cuando toca jornada laboral. Pero vaya. Que es solo un ejemplo. Lo de la ropa. La ropa, en general, me da bastante igual. Y sobre todo, para gastar o no gastar dinero en ella. Intento evitar, por influencia de mi ex, influencia directa, la ropa fabricada en países dónde no se respetan unos ciertos mínimos en cuanto a producción y etc etc. No soy un puto experto. Pero se resume rápido. No a Inditex. En bloque. No a Inditex en bloque. No a H&M. Nada de H&M, y afines. No Lefties. Etc. Etc. Etc. Ya en segunda mano, podría estar permitido porque entiendo que el primer dueño expía los pecados de los vietnamitas o chinos o de dónde sea, que han cosido la prenda por dos perras. Ya está desinfectada de reserva moral o sospecha de esclavista forma de producción, digamos. Se expurga. Y hay mil maneras de esquivar a Inditex, que a la gente le dices que no compre ropa en el Zara y parece que se le acaba el mundo. Oiga, pues no. Es fácil. Comprar a conocidos, a pequeños sitios, mini empresillas de camisetas o de lo que sea, la cercanía, reflexionar sobre la consecuencia de gastar en unos y en otros, volverlo un acto consciente. No es tan dificil esquivar al Zara, si lo piensas, seguro que podrías comprar ropa a gente que conozcas, círculos cercanos. Al final el camino de la ética no es tan torcido y aunque nazca como sendero, si te planteas seguirlo, pues no es tan difícil. Camisetas de grupos. Camisetas de sellos discográficas. Camisetas de bares. Etc. En fin, hay mil opciones para que el dinero no acabe en una multinacional. Y vale que algunos me diréis, las camisetas, el tejido, está hecho en nosédónde, aunque la estampen aquí. Pues vale. Sí, es verdad. Y puede que el que suministre las camisetas en colores planos, pues sea una multinacional... Pues sí, pero mira, ya vas viendo... Estar en contra de las multinacionales no es un postureo estúpido. Ellas están en contra de nosotros. Es, más bien, un acto de defensa. Es en defensa propia. ¿Significa eso que no puedes beber Coca Cola? Me importa un pepino la Coca Cola. Pero lo que tengo claro es que si un refresco de Cola de cualquier marca blanca, cuesta tres veces menos, pues... A ver. Lo compro. Soy de esos. No dudo. Refresco de cola. Un tercio. No entiendo cómo no lo ve todo el mundo igual. Y creo que la base del capitalismo va por ahí, por la peña que se ofende si le ofreces un refresco de cola que no sea Coca Cola. Se ofenden, oye. Te miran mal. Por supuesto, ni lo prueban. Esa convicción. Esa fe. Ese... No sé cómo llamarlo. Esa postura inflexible. Esa determinación. Eso es el puto capitalismo. Y un tercio de precio. Por marca. Por hegemonía de marca. Por haberse inventado el juego. Con costes que serán similares, sino incluso más baratos. Que no soy experto, pero vaya que no hace falta serlo. Como consumidor, elijo. Me da igual quedar como un mal anfitrión con los que no soportan que el refresco de cola no sea de una marca concreta, me dan igual. No me gustan. Así que, por lo que a mí respecta, se pueden quedar con su sed y sus prejuicios.
Por resumir. No os hagáis fotos con los vinilos que os compráis. No. Ni con ninguna compra en general, como consejo, vaya. Haced lo que os de la gana luego, pero no, en fin. No presumáis de colección de vinilos... En los tiempos de internet, presumir de musiquitas, es de pringles. Porque cualquiera se empapa de la Wikipedia y palante. Quiero decir, hubo un tiempo que para saber lo que se cocía en hardcorismos del DC, es un decir, pues se tiraba de fanzine. Códigos postales. Reembolsos. Discos de regalo. Split. Recopilaciones. Se pedía el catálogo. Se compraba por catálogo. Y el cantante de unos que te molaban, pues llevaba una camiseta (no de Inditex, claro) con el nombre de una banda y ya pues investigaba. Así iba la movida y claro, en esos tiempos, ser un experto conocedor de cualquier movida subterránea, pues tenía todo el point. Se recorría un camino, no sé si me explico. Hablo de ello como si fuera el siglo XX, pero es que era el siglo XX. No es que haya cambiado tanto, pero hay inflexiones cruciales.
sábado, 19 de abril de 2014
Otra tele rota
Era un clásico. Cada cierto tiempo se me rompía una tele. Lo decían en mi casa, el rómpeteles. Es cierto que las que me daban, no estaban precisamente nuevas. Jamás he tenido una tele plana, no me inspiran mucha confianza. Las veo débiles.
Las que yo tengo pesan mucho. Me duele especialmente la que ha muerto hoy.
En realidad fue ayer cuando entro en coma. En la pantalla tiene unos cuadraditos de colores. Como una pantalla del juego del muro. Ese en el que había romper ladrillos, como si fuera el tenis. Pues en ese plan. Al principio fue el receptor del TDT el que se quedó patidifuso. Espero y confio y deseo que haya sido el TDT el que se haya ido de un calentón. La Black Trinitron empezaba a ser mítica y le tengo todo el cariño. Era de mi abuela. Es especial en cierto modo y me ha dado un poco más de pena que se rompa. Quizá sea el TDT o tenga arreglo pero lo cierto es que llevo un fin de semana sin tv y me siento estupendamente. Antes me agobiaba un poco, porque me agobia el silencio. En casa siempre hay música, la televisión y a veces, la radio. Tres focos de sonido. Con un solo foco, oigo ruidos. No es por los ruidos. No es que me de miedo, ni nada de eso. Hay muchos ruidos en esta casa, eso es cierto. Y que el ruido me genera una cierta familiaridad. Me siento acompañado. La tele está encendida de rutina. Hay pocos programas que me gusten a decir verdad. Los veo todos o intento ver lo más posible. A veces por curiosidad, a veces porque no me queda más remedio, por constumbre. Porque está encendida. Y lo que sí veo casi siempre son los informativos, me gusta simultanear o ver diferentes ediciones en varias cadenas. También es verdad que desde que se me rompió el mando a distancia ponía una cadena y ahí se quedaba hasta el día siguiente.
Tengo comprobado que en las cadenas comerciales te acabas tragando poker sí o sí, que ves mil anuncios y que te enteras de cosas, de la vida de gente como Chayo Mohedano, Jose Fernando o Alberto Isla, que realmente no te interesan ni un poquito y lo dejas en la 2 y oye, que si el ñú que se lo come el cocodrilo, que si documental, que si película francesa, que quieras o no quieras, te afecta al ánimo y lo digo totalmente en serio. A mí lo de José Fernando me hunde y me anula la fe en la naturaleza humana, a decir verdad. Y el tratamiento de casi todos los contenidos, entre moralista y frívolo, un poco esquizoide porque tan pronto es escandalizado como escandalizador según que cosas, que alguien se acueste con alguien tan pronto lo pintan de mito y sex appeal y blablablá, que se vuelven ultraconservadores y critican que se viva en libre albedrío. Pero vaya, hablar de valores y lo que trasmiten los teatrillos de Tele 5 es complicado. Tengo la certeza de que sin tele voy a vivir mucho mejor y no voy a saber absolutamente nada de la evolución y adaptación de Amador Mohedano a la isla de Supervivientes, que por otro lado, me interesa menos tres.
Los informativos me iban bien para cuadrar las comidas. Cenas, almuerzos, noticias. Todo a una. Eso lo voy a echar de menos sin tele, aunque últimamente casi siempre como en casa de mis padres al mediodía y allí me puedo empapar de noticias, y ya. La noche, desinformado. Bueno, no, la tele, en mi opinón, desinforma mucho más que la radio. La imagen explica menos que la palabra, se pongan cómo se pongan los defensores de los colorines. Los datos, los números, las explicaciones se dan con palabras, que no digo que no se pueda manipular con ellas, estirarlas, modelarlas, en fin, llevarlas a lo que uno quiera decir o representar o sugerir, de acuerdo, se puede, pero las imágenes también se manipular a diario y se da por sentado que no. Esto es curioso, me acabo de dar cuenta. Se da por sentado que una imagen no miente. Que lo que ves, es cierto. Pasa en la tele. Me dirán ustedes, me ha dado por llamarles de usted de repente, sí, ¿qué pasa? Pues eso, que me dirán vuesas mercedes que para qué me interesa saber a mí esos espectaculares incendios o choques de tres o de camiones que captan las cámaras en los semáforos, las del tráfico, en Missouri o en Eslovaquia, qué me importa. Un accidente de un camión ruso. Quién hace esa escaleta. En la radio eso no cuela. Un sonido espectacular... Pues no. Digo yo que tiene que venir al caso. No, lo de meterlo por la cara. Eso no. Pues es a lo que me refiero. Que tampoco voy a perder tanto por no ver los informativos. En especial los de Tele Cinco que son líderes o eso dicen en las promos y meten a mansalva ese tipo de planos espetáculares con cero contenido informativo. No lo tendrían que plantear. Crea esa etiqueta. Cero contenido informativo. Y ponerla. Como un sello de caucho imaginario. A todos los minutos, de radio o de tele. De prensa, a todos los centímetros de papel con eso. Cero contenido informativo. En la tele es lo curioso, lo del sello de caucho. Porque es también donde el minuto es oro. Es poco ético, no del oro. Lo de llenar los informativos con nada.
Antes lo pasaba fatal con lo de las teles. También es que se iban rompiendo de una forma que no sé, inesperada. Y que cuando llegué aquí casi todo estaba roto. Las cosas rotas también tienen su encanto, opino yo.
Las que yo tengo pesan mucho. Me duele especialmente la que ha muerto hoy.
En realidad fue ayer cuando entro en coma. En la pantalla tiene unos cuadraditos de colores. Como una pantalla del juego del muro. Ese en el que había romper ladrillos, como si fuera el tenis. Pues en ese plan. Al principio fue el receptor del TDT el que se quedó patidifuso. Espero y confio y deseo que haya sido el TDT el que se haya ido de un calentón. La Black Trinitron empezaba a ser mítica y le tengo todo el cariño. Era de mi abuela. Es especial en cierto modo y me ha dado un poco más de pena que se rompa. Quizá sea el TDT o tenga arreglo pero lo cierto es que llevo un fin de semana sin tv y me siento estupendamente. Antes me agobiaba un poco, porque me agobia el silencio. En casa siempre hay música, la televisión y a veces, la radio. Tres focos de sonido. Con un solo foco, oigo ruidos. No es por los ruidos. No es que me de miedo, ni nada de eso. Hay muchos ruidos en esta casa, eso es cierto. Y que el ruido me genera una cierta familiaridad. Me siento acompañado. La tele está encendida de rutina. Hay pocos programas que me gusten a decir verdad. Los veo todos o intento ver lo más posible. A veces por curiosidad, a veces porque no me queda más remedio, por constumbre. Porque está encendida. Y lo que sí veo casi siempre son los informativos, me gusta simultanear o ver diferentes ediciones en varias cadenas. También es verdad que desde que se me rompió el mando a distancia ponía una cadena y ahí se quedaba hasta el día siguiente.
Tengo comprobado que en las cadenas comerciales te acabas tragando poker sí o sí, que ves mil anuncios y que te enteras de cosas, de la vida de gente como Chayo Mohedano, Jose Fernando o Alberto Isla, que realmente no te interesan ni un poquito y lo dejas en la 2 y oye, que si el ñú que se lo come el cocodrilo, que si documental, que si película francesa, que quieras o no quieras, te afecta al ánimo y lo digo totalmente en serio. A mí lo de José Fernando me hunde y me anula la fe en la naturaleza humana, a decir verdad. Y el tratamiento de casi todos los contenidos, entre moralista y frívolo, un poco esquizoide porque tan pronto es escandalizado como escandalizador según que cosas, que alguien se acueste con alguien tan pronto lo pintan de mito y sex appeal y blablablá, que se vuelven ultraconservadores y critican que se viva en libre albedrío. Pero vaya, hablar de valores y lo que trasmiten los teatrillos de Tele 5 es complicado. Tengo la certeza de que sin tele voy a vivir mucho mejor y no voy a saber absolutamente nada de la evolución y adaptación de Amador Mohedano a la isla de Supervivientes, que por otro lado, me interesa menos tres.
Los informativos me iban bien para cuadrar las comidas. Cenas, almuerzos, noticias. Todo a una. Eso lo voy a echar de menos sin tele, aunque últimamente casi siempre como en casa de mis padres al mediodía y allí me puedo empapar de noticias, y ya. La noche, desinformado. Bueno, no, la tele, en mi opinón, desinforma mucho más que la radio. La imagen explica menos que la palabra, se pongan cómo se pongan los defensores de los colorines. Los datos, los números, las explicaciones se dan con palabras, que no digo que no se pueda manipular con ellas, estirarlas, modelarlas, en fin, llevarlas a lo que uno quiera decir o representar o sugerir, de acuerdo, se puede, pero las imágenes también se manipular a diario y se da por sentado que no. Esto es curioso, me acabo de dar cuenta. Se da por sentado que una imagen no miente. Que lo que ves, es cierto. Pasa en la tele. Me dirán ustedes, me ha dado por llamarles de usted de repente, sí, ¿qué pasa? Pues eso, que me dirán vuesas mercedes que para qué me interesa saber a mí esos espectaculares incendios o choques de tres o de camiones que captan las cámaras en los semáforos, las del tráfico, en Missouri o en Eslovaquia, qué me importa. Un accidente de un camión ruso. Quién hace esa escaleta. En la radio eso no cuela. Un sonido espectacular... Pues no. Digo yo que tiene que venir al caso. No, lo de meterlo por la cara. Eso no. Pues es a lo que me refiero. Que tampoco voy a perder tanto por no ver los informativos. En especial los de Tele Cinco que son líderes o eso dicen en las promos y meten a mansalva ese tipo de planos espetáculares con cero contenido informativo. No lo tendrían que plantear. Crea esa etiqueta. Cero contenido informativo. Y ponerla. Como un sello de caucho imaginario. A todos los minutos, de radio o de tele. De prensa, a todos los centímetros de papel con eso. Cero contenido informativo. En la tele es lo curioso, lo del sello de caucho. Porque es también donde el minuto es oro. Es poco ético, no del oro. Lo de llenar los informativos con nada.
Antes lo pasaba fatal con lo de las teles. También es que se iban rompiendo de una forma que no sé, inesperada. Y que cuando llegué aquí casi todo estaba roto. Las cosas rotas también tienen su encanto, opino yo.
Todo está escrito Enriqueoctavo
Todo está escrito
en un papel
todo está por hacer
todo está escrito
en un papel
no lo sabemos leer
no lo quieres llamar destino
tu eres responsable
o eso dices
aunque no quieras te sorprende
lo que ocurre
lo llamas casualidad
lo llamas casualidad
todo esta escrito
tu lo puedes pasar a limpio
eso es verdad
todo esta escrito
y tu lo puedes pasar a limpio
eso es verdad
todo esta escrito
y tu lo puedes pasar a limpio
es tu única posibilidad
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
que es verdad
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
todo esta escrito
aunque lo nuestro
ya ha llegado
a su punto
y final
y final
y final
y final
y final
y final
en un papel
todo está por hacer
todo está escrito
en un papel
no lo sabemos leer
no lo quieres llamar destino
tu eres responsable
o eso dices
aunque no quieras te sorprende
lo que ocurre
lo llamas casualidad
lo llamas casualidad
todo esta escrito
tu lo puedes pasar a limpio
eso es verdad
todo esta escrito
y tu lo puedes pasar a limpio
eso es verdad
todo esta escrito
y tu lo puedes pasar a limpio
es tu única posibilidad
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
que es verdad
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
todo esta escrito
siempre te lo he dicho
todo esta escrito
aunque lo nuestro
ya ha llegado
a su punto
y final
y final
y final
y final
y final
y final
jueves, 17 de abril de 2014
Los niños que se creían Supermancillos
El otro día leí en algún sitio que Enrique Octavo fue el mayor maltratador de mujeres de la historia. Me parece mal. Y no porque tenga un grupo que se llama Enrique Octavo, que también, y porque lo que viene siendo maltratar mujeres me parezca lo peor del mundo y lo más deleznable, maltratar débiles en particular porque las mujeres no lo son aunque se tienda a asimilar que sí, pero que vaya, maltratar en el amplio sentido del término, pues no es precisamente algo bonico, está muy feo, lo del maltrato. La violencia de género que tanto se escucha con ese nombre o denominación que al menos la visibiliza, que es buena cosa, aunque no conmueve ya. Se ve corriente y estoy pasando de poner comas pero bueno me vais pillando el rollo espero porque no voy a ponerlas al menos por ahora y ya está. Punto. Comas, paso. Vamos al caso. Bueno ya he contravenido la primera regla, así que va, las pongo. Vuelvo a las comas. Es que quiero decir tantas cosas, que prefiero olvidarme de la redacción, de la forma. Interesa el fondo. Enrique Octavo. Maltratador de mujeres. A lo que vamos. Pues claro que no. No, no y no. Mil veces no. ¿El mayor maltratador de mujeres de la historia? Pero, ¿qué estás diciendo? Por el amor de Dios. Era un rey. Empecemos por ahí. Rey. Es cuestionable si los reyes maltratan o es que les va en el cargo. Un rey. Enrique Octavo. De los Tudors. Era rey. Punto uno. Luego si lo vemos desde la afirmación y ya está, tampoco cuela. Que no. Porque el mayor maltratador de la historia seguro que se cargó a más de seis mujeres y en fin, que anda que será por psicópatas, no me jodas. Punto dos. Hay miles de asesinos, serial killers, que han matado por cientos. Igual no sé si miles pero varias decenas seguro. Y no son reyes. Los reyes matan pero se le llama intereses de estado. Pero sobre todo, no juzguemos con mentalidad de hoy lo que pasó hace mucho tiempo. Error de base. Punto número tres. Estamos en el siglo XXI, ola k ase. Los reyes ahora son otra cosa. El maltrato a mujeres es ahora otra cosa. Los asesinos en serie son lo que son. Los maltratadores son lo que son. Los reyes son lo que son. No mezclar. No es buena idea. No. Por favor. Un poquito de perspectiva. Si no es histórica pues perspectiva de la corriente, pero un poquito aunque sea. Porque lo esencial es que no vivieron en el siglo XV, vaya por decir. Es que las cosas sin contexto, no son nada. Internet se carga el puto contexto. Debería ser al revés, por la cultura de enlaces, es decir, puedes ir a la raíz, puedes buscar más y más. En fin. Se puede llegar al principio o muy cerca del principio. Internet debería servir para contextualizar. Es que es para eso. Sirve para eso. Pero, ¿cómo lo usamos? Mal. Claro, era obvio. No lo íbamos a usar bien, pudiendo usarlo mal. Pues eso: descontextualizamos.
El otro día en el ensayo, esta semana no hemos ensayado, estoy súper negro por eso, tengo que darle cuerda a los muchachos, lo sé, que tomen vacaciones, días libres, etc. Lo sé. Pero me jode. Yo ensayo todos los días, claro. Siempre que tengo la guitarra. Y si no la tengo, el otro día no la tenía. Pues me pillo la guitarra rota. Cuando tengo que coger la rota, es porque estoy con muchas ganas. Muchas muchas. Que es algo ya imparable. A veces está bien. Pero bueno, no es eso a lo que iba. Al contexto. El otro día en el ensayo, improvisamos. Yo siempre quiero improvisar. Yo no soy músico, ni quiero serlo a decir verdad. suspendí música en el instituto, y nunca lo entendí del todo. Me pasa como con las matemáticas. Es similar. No las acepto. O me resisto al menos. Pues igual con la música, lo de las semi corcheas y negras y no sé qué, no lo entiendo. No me queda otra que aprender por otros caminos, porque aprender, aprendes, quieras o no quieras, eso es así. Pero el caso. Que en el ensayo, improvisamos. Yo le pido a los chicos que improvisen, casi no improvisan. Se lo quieren aprender. Me parece bien que se lo aprendan, pero que no se rayen con eso. Son tonterías, a nivel de músico, mis canciones son estúpidas. Tres notas, estrofa. Una o dos, estribillo. Se repite dos veces. A veces, tres. Y ya. Todas. Todas igual. Algunas no tienen estribillo. La estrofa interminable. Tengo muchas de estrofa interminable o al revés, de estribillo sobre estribillo. El estribillo interminable. Pues nada. Los chavales no quieren improvisar. Son buenos, eh. Podrían. Pero no quieren. Bien, porque cuando he tocado con bravucones sin miedo a improvisar, como yo sin ir más lejos, nos hemos metido ostias como panes, normal. Improvisar sin saber, cagada. Les meto caña para que improvisen porque saben. Y porque, siempre y sin excepción, me gusta más la primera vez que tocan una canción mía. Luego, repetimos, afianzamos. Ok, es necesario. Pero la primera pegada. Es el primer beso. Luego viene la lengua y el chuperreteo, vale. Pero el primer contacto de labio. Es la movida, es lo que mola. Pues eso. Pero ellos no quieren. Se me resisten. Poco. Poco para la resistencia que he tenido otras veces, y en otros grupos. Siempre he sido el líder, pero es que los grupos los he montado yo. No tiene mérito. No es líder natural, que lo mismo también pero no siempre. Mi espíritu siempre fue más el del antagonista carismático. Rollo Han Solo. Pero vaya. Que con los de los grupos pues siempre he sido el más flipado, lo que se traduce en ser el que habla con la sala para fijar fecha, el que alquila la furgoneta, el que la devuelve y recoge la fianza, el que negocia los tickets de bebida gratis... En fin, el que se come los marrones, pero claro, los he montado yo, pues es lo que toca. No tengo problema con eso, sarna con gusto pero es que no es sarna, joder, es beber gratis, qué coño más quieres, ¿que te paguen la gasolina? Pues sí, claro. Tengo que adecentar la casa que igual estos días tengo visita, casi nunca tengo visita. Soy el ermitaño número uno de la urba. Y me gusta a decir verdad. Puedo vivir en consonancia con mi anarquía interior pero me alegran las visitas, qué demonios. Quizá hasta encienda la chimenea, que para eso está, para las visitas. Y para diciembre y enero. Y febrero a veces también. Pero, a lo que vamos. Que tengo que fregar los platos.
Todas las citas están sacadas de contexto. Eso fue lo que me puse a berrear el otro día ensayando a partir de una base electrónica, con un cacharro que tiene el batera y con el guitarrista dando guitarrazos a lo punk incontrolado, punk me refiero en realidad a post punk de comienzos de los 80, que igual hay gente que lee punk y no se entera de la película porque los Buzzcocks, por ejemplo, grupo que me flipa desde always, pues son muy punk y no suenan a lo que las nuevas generaciones entienden por punk, que no sé muy bien que será pero vaya, no tienen ni puta idea. De todos modos. Todas las citas están sacadas de contexto. Ese fue el estribillo improvisado. En las estrofas solté frases contradictorias. Hacia ruido con la guitarra a la vez. Sincopado. De comienzos de los 80. Base tecno. En fin. Una cosa fea. Y decía. Sé tu mismo. Yo no me gusto. Vive el presente. Estoy muy aburrido. Piensa en positivo. Me quiero morir y lo veo positivo. En ese plan, como soltando frases de autoayuda y descontextualizándolas. Y con el estribillo. Todas las citas están sacadas de contexto. Y lo repetía: como cabreado. Todas las citas están sacadas de contexto, todas las citas están sacadas de contexto, todas las citas están sacadas de contexto... Lo creo de veras. Todas las citas están sacado de contexto. Hay que leerse el libro entero, era la siguiente frase que remataba el estribillo y que me salió casi sin querer. Leerse el libro entero. Estaba claro.
De entre las citas más sacadas de contexto de la historia, Wilde debería tener un punto importante, quizá Churchill también, con Twain se puede menos, es unívoco el notas... Pero la de Billy Wilder, "Ninguna buena acción se queda sin su castigo". Que no es textual y no sé por qué cojones la entrecomilla, pero vaya. Sacando de contexto yo mismo para que no se diga.
Todas las citas están sacado de contexto. Ok, yo el primero,
Pero, ¿qué cojones quería decir Billy con eso?
Luego volvió a entrar el bajista, que es el que más me critica por improvisar, bueno, no, no es la palabra criticar... Que no lo ve bien. Y me alegro. Lo elegí a él porque tiene claras esas cosas y es justo lo que necesita yo. Que me den alas, pero las justas. Tampoco creerse Superman. Fue un drama. Cuando yo era chico los niños que se creían Superman y se ponían una capa y se tiraban por la ventana, un drama. Hubo varios casos. Aplastamientos claro. Y ninguno llegó a volar.
Son importantes los límites entre la realidad y la ficción. Un colega de Facebook acaba de compartir un fragmento de la película "El Mundo es nuestro" que tiene que ver con una saeta y la peña lo comparte como si fuera de verdad, no como la secuencia de una película, porque sale la mosca de una tele. Dentro de la peli, digo. Joder, qué mal me explico. Pero vaya. Que si habéis llegado hasta aquí leyendo será que más o menos me pilláis el punto. Pues eso. Los límites de la realidad ficción. A mi siempre me ha parecido un tema apasionante. Los límites de la realidad. Qué es real y qué no. Todo es real. Todo es verdad, como el drama de Shakespeare sobre Enrique Octavo. Todo es verdad. Es un titulazo para el disco. A ver si lo grabamos este verano. Quiero que lo grabemos ya. Estoy con ansía. Y más esta puta semana santa que los chicos se han tomado de vacaciones. Malditos cabrones. No, es broma. Les tengo cariño. Sonamos de puta madre, qué queréis que os diga. En persona nunca lo reconocería. Siempre queda bien decir que has cometido fallos, que no salió perfecto. Que esto que lo otro. Antes de que te lo diga otro. Pues lo dices tú. Humildad. Lo busqué en el diccionario. No sabía exactamente que significaba la dichosa palabrita. Humildad. En fin, es todo una comedia. O un drama. Un melodrama, en realidad. Todo es verdad. Ya os digo.
Lo de los niños que se vestían de Superman y se estrellaban después de tirarse por el balcón, que fue un drama cuando yo era chico y que para mí, fue la clara delimitación de los límites realidad ficción, creo que da para una letra de canción. De hecho, lo voy a meter en una letra, no sé cómo, pero voy a hacerlo. Superman. Superdrama. Superdraman. Suventana. Superostia. No sé cómo.
Es un drama vigente.
Sigue pasando.
Spiderman, en este caso.
http://www.diariosur.es/20081012/espana/nino-muere-albacete-caer-20081012.html
Hay una letra ahí, subyacente.
Lo noto.
Lo intuyo.
Incluso he llegado a leer esto, que me ha dado muy mal rollo.
https://sites.google.com/site/galeriademisterios/home/la-maldicion-de-superman
De hecho, lo dejo aquí.
Que soy supersticioso.
Toco madera.
Hasta otra.
El otro día en el ensayo, esta semana no hemos ensayado, estoy súper negro por eso, tengo que darle cuerda a los muchachos, lo sé, que tomen vacaciones, días libres, etc. Lo sé. Pero me jode. Yo ensayo todos los días, claro. Siempre que tengo la guitarra. Y si no la tengo, el otro día no la tenía. Pues me pillo la guitarra rota. Cuando tengo que coger la rota, es porque estoy con muchas ganas. Muchas muchas. Que es algo ya imparable. A veces está bien. Pero bueno, no es eso a lo que iba. Al contexto. El otro día en el ensayo, improvisamos. Yo siempre quiero improvisar. Yo no soy músico, ni quiero serlo a decir verdad. suspendí música en el instituto, y nunca lo entendí del todo. Me pasa como con las matemáticas. Es similar. No las acepto. O me resisto al menos. Pues igual con la música, lo de las semi corcheas y negras y no sé qué, no lo entiendo. No me queda otra que aprender por otros caminos, porque aprender, aprendes, quieras o no quieras, eso es así. Pero el caso. Que en el ensayo, improvisamos. Yo le pido a los chicos que improvisen, casi no improvisan. Se lo quieren aprender. Me parece bien que se lo aprendan, pero que no se rayen con eso. Son tonterías, a nivel de músico, mis canciones son estúpidas. Tres notas, estrofa. Una o dos, estribillo. Se repite dos veces. A veces, tres. Y ya. Todas. Todas igual. Algunas no tienen estribillo. La estrofa interminable. Tengo muchas de estrofa interminable o al revés, de estribillo sobre estribillo. El estribillo interminable. Pues nada. Los chavales no quieren improvisar. Son buenos, eh. Podrían. Pero no quieren. Bien, porque cuando he tocado con bravucones sin miedo a improvisar, como yo sin ir más lejos, nos hemos metido ostias como panes, normal. Improvisar sin saber, cagada. Les meto caña para que improvisen porque saben. Y porque, siempre y sin excepción, me gusta más la primera vez que tocan una canción mía. Luego, repetimos, afianzamos. Ok, es necesario. Pero la primera pegada. Es el primer beso. Luego viene la lengua y el chuperreteo, vale. Pero el primer contacto de labio. Es la movida, es lo que mola. Pues eso. Pero ellos no quieren. Se me resisten. Poco. Poco para la resistencia que he tenido otras veces, y en otros grupos. Siempre he sido el líder, pero es que los grupos los he montado yo. No tiene mérito. No es líder natural, que lo mismo también pero no siempre. Mi espíritu siempre fue más el del antagonista carismático. Rollo Han Solo. Pero vaya. Que con los de los grupos pues siempre he sido el más flipado, lo que se traduce en ser el que habla con la sala para fijar fecha, el que alquila la furgoneta, el que la devuelve y recoge la fianza, el que negocia los tickets de bebida gratis... En fin, el que se come los marrones, pero claro, los he montado yo, pues es lo que toca. No tengo problema con eso, sarna con gusto pero es que no es sarna, joder, es beber gratis, qué coño más quieres, ¿que te paguen la gasolina? Pues sí, claro. Tengo que adecentar la casa que igual estos días tengo visita, casi nunca tengo visita. Soy el ermitaño número uno de la urba. Y me gusta a decir verdad. Puedo vivir en consonancia con mi anarquía interior pero me alegran las visitas, qué demonios. Quizá hasta encienda la chimenea, que para eso está, para las visitas. Y para diciembre y enero. Y febrero a veces también. Pero, a lo que vamos. Que tengo que fregar los platos.
Todas las citas están sacadas de contexto. Eso fue lo que me puse a berrear el otro día ensayando a partir de una base electrónica, con un cacharro que tiene el batera y con el guitarrista dando guitarrazos a lo punk incontrolado, punk me refiero en realidad a post punk de comienzos de los 80, que igual hay gente que lee punk y no se entera de la película porque los Buzzcocks, por ejemplo, grupo que me flipa desde always, pues son muy punk y no suenan a lo que las nuevas generaciones entienden por punk, que no sé muy bien que será pero vaya, no tienen ni puta idea. De todos modos. Todas las citas están sacadas de contexto. Ese fue el estribillo improvisado. En las estrofas solté frases contradictorias. Hacia ruido con la guitarra a la vez. Sincopado. De comienzos de los 80. Base tecno. En fin. Una cosa fea. Y decía. Sé tu mismo. Yo no me gusto. Vive el presente. Estoy muy aburrido. Piensa en positivo. Me quiero morir y lo veo positivo. En ese plan, como soltando frases de autoayuda y descontextualizándolas. Y con el estribillo. Todas las citas están sacadas de contexto. Y lo repetía: como cabreado. Todas las citas están sacadas de contexto, todas las citas están sacadas de contexto, todas las citas están sacadas de contexto... Lo creo de veras. Todas las citas están sacado de contexto. Hay que leerse el libro entero, era la siguiente frase que remataba el estribillo y que me salió casi sin querer. Leerse el libro entero. Estaba claro.
De entre las citas más sacadas de contexto de la historia, Wilde debería tener un punto importante, quizá Churchill también, con Twain se puede menos, es unívoco el notas... Pero la de Billy Wilder, "Ninguna buena acción se queda sin su castigo". Que no es textual y no sé por qué cojones la entrecomilla, pero vaya. Sacando de contexto yo mismo para que no se diga.
Todas las citas están sacado de contexto. Ok, yo el primero,
Pero, ¿qué cojones quería decir Billy con eso?
Luego volvió a entrar el bajista, que es el que más me critica por improvisar, bueno, no, no es la palabra criticar... Que no lo ve bien. Y me alegro. Lo elegí a él porque tiene claras esas cosas y es justo lo que necesita yo. Que me den alas, pero las justas. Tampoco creerse Superman. Fue un drama. Cuando yo era chico los niños que se creían Superman y se ponían una capa y se tiraban por la ventana, un drama. Hubo varios casos. Aplastamientos claro. Y ninguno llegó a volar.
Son importantes los límites entre la realidad y la ficción. Un colega de Facebook acaba de compartir un fragmento de la película "El Mundo es nuestro" que tiene que ver con una saeta y la peña lo comparte como si fuera de verdad, no como la secuencia de una película, porque sale la mosca de una tele. Dentro de la peli, digo. Joder, qué mal me explico. Pero vaya. Que si habéis llegado hasta aquí leyendo será que más o menos me pilláis el punto. Pues eso. Los límites de la realidad ficción. A mi siempre me ha parecido un tema apasionante. Los límites de la realidad. Qué es real y qué no. Todo es real. Todo es verdad, como el drama de Shakespeare sobre Enrique Octavo. Todo es verdad. Es un titulazo para el disco. A ver si lo grabamos este verano. Quiero que lo grabemos ya. Estoy con ansía. Y más esta puta semana santa que los chicos se han tomado de vacaciones. Malditos cabrones. No, es broma. Les tengo cariño. Sonamos de puta madre, qué queréis que os diga. En persona nunca lo reconocería. Siempre queda bien decir que has cometido fallos, que no salió perfecto. Que esto que lo otro. Antes de que te lo diga otro. Pues lo dices tú. Humildad. Lo busqué en el diccionario. No sabía exactamente que significaba la dichosa palabrita. Humildad. En fin, es todo una comedia. O un drama. Un melodrama, en realidad. Todo es verdad. Ya os digo.
Lo de los niños que se vestían de Superman y se estrellaban después de tirarse por el balcón, que fue un drama cuando yo era chico y que para mí, fue la clara delimitación de los límites realidad ficción, creo que da para una letra de canción. De hecho, lo voy a meter en una letra, no sé cómo, pero voy a hacerlo. Superman. Superdrama. Superdraman. Suventana. Superostia. No sé cómo.
Es un drama vigente.
Sigue pasando.
Spiderman, en este caso.
http://www.diariosur.es/20081012/espana/nino-muere-albacete-caer-20081012.html
Hay una letra ahí, subyacente.
Lo noto.
Lo intuyo.
Incluso he llegado a leer esto, que me ha dado muy mal rollo.
https://sites.google.com/site/galeriademisterios/home/la-maldicion-de-superman
De hecho, lo dejo aquí.
Que soy supersticioso.
Toco madera.
Hasta otra.
Los consejos de Thor Harris para ir de gira
Thor Harris es batería.
Bueno, batería, pintor y carpintero.
Lo conocí dándole palos a eso con los Swans.
Y leí sus consejos para salir de gira, que son oro puro.
Aquí, más info:
http://en.wikipedia.org/wiki/Thor_Harris
Sus consejos para salir de gira son de lo mejor que he leído.
Ya digo, para ponerlos en un papel en el techo de la furgo antes de sacarla del parking.
Salir de gira es una movida.
Todo se complica.
No es fácil.
Los grupos se joden por ir de gira y por lo que pasa lejos de casa.
Los problemas se magnifican cuando estás a varios cientos o miles de kilómetros de tu cuarto de baño y cuando no hay dinero, no pagan, no hay para gasolina, no hay comida, no hay ganas, alguien no se encuentra bien, ha vomitado, tiene diarrea, no hay papel higiénico en el baño de la gasolinera, no viene nadie a verte, no hay donde quedarse a dormir, en fin, esto es lo típico, lo habitual, pero es que luego aparecen muchos problemas que no imaginabas, que no tenías previstos, la palabra no es previstos, que no tenías ni contemplados. Contemplar las situaciones de crisis no sirve para mucho, pero te da calma en el caso de que se confirme el peor de los desenlaces posibles, es así. Si es difícil convivir con las personas que elegimos precisamente para eso, para convivir con ellas, hablo de novias, mujeres, maridos, compañeros de piso, etc... Pues si eso se complica, imagínate con personas con las que estás por otros motivos, principalmente, en mi caso al menos, por cómo tocan un instrumento. Por su sonido. El sonido no te garantiza nada a nivel personal. Siempre he pensado que es parecido a una cuerda. La gente que dice que es como tener cinco novias, o cuatro... Quiero decir, que cada miembro del grupo es como una novia, pues no. Eso no lo veo, en absoluto. No te follas a los miembros de tu grupo. Joder, me ha pitado el oído izquierdo que flipo, me he quedado sordo tres segundos. En fin, no habla Thor Harris de proteger tus oídos. Es importante cuidarse las orejas, no vayamos a pegarnos un punto de Beethoven en la edad madura. Tapones. Sin problema, taponcitos para tocar dónde no haya ni monitores ni ostias. A ver si os creéis que todos los conciertos van a ser con dos monitores y un técnico que sabe usarlos, pues no, claro que no. Pero vaya, a lo que íbamos de las novias. No son novias. No deben serlo. Si tratas a los miembros de tu grupo como novias, no vas a ir a ningún lado. No son como las novias, a las novias se las quiere complacer en todos los ámbitos de la vida, se las quiere complacer. Ese tema es importante, porque el placer... En fin, no es fácil. Se marcan pautas. Son pautas de novia. Nada que ver con la música y menos todavía con el sonido. En un grupo hay que preservar el sonido, el sonido es lo que importa. en fin, no sé porque cuento esta mierda. En realidad yo quería copiar pegar los consejos de Thor Harris.
Thor ha tocado con Bill Calahan, Lisa Germano o Devendra Banhart, quién soy yo para contar mis movidas de mierda... Seguro que Thor no los trataba como sus novias.
En fin, esto es para que sean más fáciles de buscar los consejos de Thor Harris, a mi me ha costado un rato de googleo, pues eso.
Primero los pongo en inglés, para los que chanelan.
Y más abajo, traducidos. Los he sacado de un foro del Azkena.
Traducción libre, you know compae.
How to Tour in a Band or Whatever
by Thor Harris
1-Don’t Complain. Bitching, moaning, whining is tour cancer. If something is wrong fix it or shut the fuck up you fucking dick. goddamn.
2-If you fart, claim it.
3-Don’t Lose shit. Everybody loses shit. Don’t fucking do it. Asshole.
4-Don’t fuck anyone in the band. There are tons of people to fuck who are not in this band. Dumbass.
5-If you feel like shit all the time, drink less beer at the gig. You will play better & feel better. What are you… a child? Some have the endurance for self abuse. Most don’t.
6-Remember the soundman’s name. He will do a better job.
7- Eat oranges. Cures constipation & prevents colds.
8-Masturbate. Duh… Where & when? Be creative. You’re an artist right?
9-If YOU can’t carry your suitcase 3 blocks, it’s too goddamn big.
10-Respect public space in the van. Don’t clutter, you Fuck.
11-If you borrow something, return it. Not Fucked Up.
12-Do not let the promoter dick you or talk you out of the guarantee. If there were not enuf people there, it’s their fault.
13- Driver picks the music.
14-One navigator only (usually sitting shotgun). Everyone else shut the fuck up.
15-Soundcheck is for checking sounds. Shut the fuck up while everyone else is checking.
16-Don’t wander off. Let someone know where you are.
17-Clean up after yourself. What are you… a goddamn toddler?
18-Touring makes everyone bi-polar. Ride the waves as best you can and remember, moods pass. So don’t make any snap decisions or declarations when you are drunk or insane.
19-Fast food is Poison.
20-The guestlist is for friends, family & people you might want to fuck. Everyone else can pay. They have day jobs.
21- Don’t evaluate your whole life while you’re sitting in a janitor closet waiting to go on. You think you’re above having shitty days at work? Shut up & do your goddamn job.
This list was written under the influence of lots of esspresso & anti-depressants while on tour w/ such greats as Shearwater, Swans, Smog, Lisa Germano, Angels of Light, Bill Callahan & many more. I hope this list will help you get along w/ your co-workers whatever your job is. Contributions to the list by Jordan Geiger, Kimberly Burke, Brian Orloff, Brian Phillips Celebrity Gang Bang, Kevin Schneider, Jonathan Meiburg, Michael Gira and some other folks.
Thanks for not being an asshole, Thor Harris
Visto aquí:
http://beenlookingforthemagic.tumblr.com/post/1427157150/how-to-tour-in-a-band-or-whatever-by-thor-harris
Y en español:
"How to Tour in a Band or Whatever" by Thor Harris, la bestia vikinga al mando de las percusiones de Swans:
1. No te quejes tanto. Lloriqueos, chillidos y mariconadas terminan siendo el cáncer de una gira. Si algo te molesta arréglalo o cállate la puta boca. Estúpido!
2. Si te tiras un pedo, asúmelo.
3. No pierdas cosas. En serio.
4. No tengas relaciones sexuales con alguien de la banda. Hay un montón de gente fuera de la banda que te puedes follar. No seas imbécil.
5. Si te sientes mal siempre intenta beber menos alcohol antes de los concierto. Vas a tocar mejor y te vas a sentir mejor. Ya eres un adulto. Algunos tienen la resistencia al abuso, la mayoría no.
6. Recuerda el nombre del técnico de sonido. Vas a sonar mejor y el resto de tu banda también. 7. Come naranjas. Cura constipados y previene el resfriado.
8. Mastúrbate. Obvio!… Dónde y cómo? Se supone que eres un artista, usa tu creatividad.
9. Si no puedes cargar tu maleta 3 cuadras, a lo mejor tu maleta es demasiado grande.
10. Respeta el espacio compartido, sobre todo en los viajes. Intenta no ocupar más de un asiento.
11. Si pides algo prestado, devuélvelo… funcionando! No abuses de la confianza.
12. No dejes que el promotor rompa su contrato. No te dejes engañas, si no vino suficiente gente al concierto, es en gran parte su culpa por no hacer su trabajo.
13. El chofer elige la música.
14. La prueba de sonido es para probar el sonido, no para que hables mierda por el micrófono o enseñes tu nueva cancioncita, recuerda que los demás están probando sonido.
15. No te desaparezcas sin antes decirle a alguien adónde vas y muchísimo menos minutos antes de salir a tocar.
16. Si ensucias algo, límpialo. Madura, subnormal.
17. Las giras convierten a todo el mundo en bipolar. Maneja esto de la mejor manera posible y recuerda que el mal humor es pasajero. Mejor no hacer ninguna decisión precipitada o declaraciones cuando estas borracho o drogado.
18. La comida rápida es venenosa.
19. La lista de invitados es para amigos cercanos, familiares o gente que te quieres follar. El resto de la gente puede pagar la entrada. Para eso tienen trabajaos normales.
20. Intenta no evaluar toda tu vida mientras estas sentado en el baño de un antro apestoso justo antes de salir al escenario. Crees que no te mereces tener un mal día en el trabajo? Cállate la boca, sal ahí afuera y haz tu trabajo, que para eso te pagan.
Esta lista fue escrita bajo los efectos de esspresso y antidepresivos durante giras de Shearwater, Swans, Smog, Lisa Germano, Angels of Light, Bill Callahan y muchos más. Ojalá te ayude en la convivencia de tus compañeros de gira, o cualquier otro trabajo que tengas.
Contributions to the list by Jordan Geiger, Kimberly Burke, Brian Orloff, Brian Phillips Celebrity Gang Bang, Kevin Schneider, Jonathan Meiburg, Michael Gira and some other folks.
Thanks for not being an asshole, Thor Harris.
----------------------------------------------------
Visto aquí:
http://www.foroazkenarock.com/t44200-estar-de-gira
Pues eso.
Salir de gira es siempre increíble.
La vida en la carretera tiene una pureza que igual que aflora lo miserable, pasan cosas únicas.
Y es para siempre, te lo deja dentro, esas ganas.
Es como un vicio, es difícil dejarlo. Esas ganas de ir de gira.
En fin.
Nosotros tenemos un par de fechillas, ya os iré contando.
A mis chavales del grupo, les voy a fotocopiar la lista.
Igual que les paso el papel con las canciones, pues al lado de los pedales, que se pongan los consejos de Thor Harris. Hala, abrazos para todos.
Bueno, batería, pintor y carpintero.
Lo conocí dándole palos a eso con los Swans.
Y leí sus consejos para salir de gira, que son oro puro.
Aquí, más info:
http://en.wikipedia.org/wiki/Thor_Harris
Sus consejos para salir de gira son de lo mejor que he leído.
Ya digo, para ponerlos en un papel en el techo de la furgo antes de sacarla del parking.
Salir de gira es una movida.
Todo se complica.
No es fácil.
Los grupos se joden por ir de gira y por lo que pasa lejos de casa.
Los problemas se magnifican cuando estás a varios cientos o miles de kilómetros de tu cuarto de baño y cuando no hay dinero, no pagan, no hay para gasolina, no hay comida, no hay ganas, alguien no se encuentra bien, ha vomitado, tiene diarrea, no hay papel higiénico en el baño de la gasolinera, no viene nadie a verte, no hay donde quedarse a dormir, en fin, esto es lo típico, lo habitual, pero es que luego aparecen muchos problemas que no imaginabas, que no tenías previstos, la palabra no es previstos, que no tenías ni contemplados. Contemplar las situaciones de crisis no sirve para mucho, pero te da calma en el caso de que se confirme el peor de los desenlaces posibles, es así. Si es difícil convivir con las personas que elegimos precisamente para eso, para convivir con ellas, hablo de novias, mujeres, maridos, compañeros de piso, etc... Pues si eso se complica, imagínate con personas con las que estás por otros motivos, principalmente, en mi caso al menos, por cómo tocan un instrumento. Por su sonido. El sonido no te garantiza nada a nivel personal. Siempre he pensado que es parecido a una cuerda. La gente que dice que es como tener cinco novias, o cuatro... Quiero decir, que cada miembro del grupo es como una novia, pues no. Eso no lo veo, en absoluto. No te follas a los miembros de tu grupo. Joder, me ha pitado el oído izquierdo que flipo, me he quedado sordo tres segundos. En fin, no habla Thor Harris de proteger tus oídos. Es importante cuidarse las orejas, no vayamos a pegarnos un punto de Beethoven en la edad madura. Tapones. Sin problema, taponcitos para tocar dónde no haya ni monitores ni ostias. A ver si os creéis que todos los conciertos van a ser con dos monitores y un técnico que sabe usarlos, pues no, claro que no. Pero vaya, a lo que íbamos de las novias. No son novias. No deben serlo. Si tratas a los miembros de tu grupo como novias, no vas a ir a ningún lado. No son como las novias, a las novias se las quiere complacer en todos los ámbitos de la vida, se las quiere complacer. Ese tema es importante, porque el placer... En fin, no es fácil. Se marcan pautas. Son pautas de novia. Nada que ver con la música y menos todavía con el sonido. En un grupo hay que preservar el sonido, el sonido es lo que importa. en fin, no sé porque cuento esta mierda. En realidad yo quería copiar pegar los consejos de Thor Harris.
Thor ha tocado con Bill Calahan, Lisa Germano o Devendra Banhart, quién soy yo para contar mis movidas de mierda... Seguro que Thor no los trataba como sus novias.
En fin, esto es para que sean más fáciles de buscar los consejos de Thor Harris, a mi me ha costado un rato de googleo, pues eso.
Primero los pongo en inglés, para los que chanelan.
Y más abajo, traducidos. Los he sacado de un foro del Azkena.
Traducción libre, you know compae.
How to Tour in a Band or Whatever
by Thor Harris
1-Don’t Complain. Bitching, moaning, whining is tour cancer. If something is wrong fix it or shut the fuck up you fucking dick. goddamn.
2-If you fart, claim it.
3-Don’t Lose shit. Everybody loses shit. Don’t fucking do it. Asshole.
4-Don’t fuck anyone in the band. There are tons of people to fuck who are not in this band. Dumbass.
5-If you feel like shit all the time, drink less beer at the gig. You will play better & feel better. What are you… a child? Some have the endurance for self abuse. Most don’t.
6-Remember the soundman’s name. He will do a better job.
7- Eat oranges. Cures constipation & prevents colds.
8-Masturbate. Duh… Where & when? Be creative. You’re an artist right?
9-If YOU can’t carry your suitcase 3 blocks, it’s too goddamn big.
10-Respect public space in the van. Don’t clutter, you Fuck.
11-If you borrow something, return it. Not Fucked Up.
12-Do not let the promoter dick you or talk you out of the guarantee. If there were not enuf people there, it’s their fault.
13- Driver picks the music.
14-One navigator only (usually sitting shotgun). Everyone else shut the fuck up.
15-Soundcheck is for checking sounds. Shut the fuck up while everyone else is checking.
16-Don’t wander off. Let someone know where you are.
17-Clean up after yourself. What are you… a goddamn toddler?
18-Touring makes everyone bi-polar. Ride the waves as best you can and remember, moods pass. So don’t make any snap decisions or declarations when you are drunk or insane.
19-Fast food is Poison.
20-The guestlist is for friends, family & people you might want to fuck. Everyone else can pay. They have day jobs.
21- Don’t evaluate your whole life while you’re sitting in a janitor closet waiting to go on. You think you’re above having shitty days at work? Shut up & do your goddamn job.
This list was written under the influence of lots of esspresso & anti-depressants while on tour w/ such greats as Shearwater, Swans, Smog, Lisa Germano, Angels of Light, Bill Callahan & many more. I hope this list will help you get along w/ your co-workers whatever your job is. Contributions to the list by Jordan Geiger, Kimberly Burke, Brian Orloff, Brian Phillips Celebrity Gang Bang, Kevin Schneider, Jonathan Meiburg, Michael Gira and some other folks.
Thanks for not being an asshole, Thor Harris
Visto aquí:
http://beenlookingforthemagic.tumblr.com/post/1427157150/how-to-tour-in-a-band-or-whatever-by-thor-harris
Y en español:
"How to Tour in a Band or Whatever" by Thor Harris, la bestia vikinga al mando de las percusiones de Swans:
1. No te quejes tanto. Lloriqueos, chillidos y mariconadas terminan siendo el cáncer de una gira. Si algo te molesta arréglalo o cállate la puta boca. Estúpido!
2. Si te tiras un pedo, asúmelo.
3. No pierdas cosas. En serio.
4. No tengas relaciones sexuales con alguien de la banda. Hay un montón de gente fuera de la banda que te puedes follar. No seas imbécil.
5. Si te sientes mal siempre intenta beber menos alcohol antes de los concierto. Vas a tocar mejor y te vas a sentir mejor. Ya eres un adulto. Algunos tienen la resistencia al abuso, la mayoría no.
6. Recuerda el nombre del técnico de sonido. Vas a sonar mejor y el resto de tu banda también. 7. Come naranjas. Cura constipados y previene el resfriado.
8. Mastúrbate. Obvio!… Dónde y cómo? Se supone que eres un artista, usa tu creatividad.
9. Si no puedes cargar tu maleta 3 cuadras, a lo mejor tu maleta es demasiado grande.
10. Respeta el espacio compartido, sobre todo en los viajes. Intenta no ocupar más de un asiento.
11. Si pides algo prestado, devuélvelo… funcionando! No abuses de la confianza.
12. No dejes que el promotor rompa su contrato. No te dejes engañas, si no vino suficiente gente al concierto, es en gran parte su culpa por no hacer su trabajo.
13. El chofer elige la música.
14. La prueba de sonido es para probar el sonido, no para que hables mierda por el micrófono o enseñes tu nueva cancioncita, recuerda que los demás están probando sonido.
15. No te desaparezcas sin antes decirle a alguien adónde vas y muchísimo menos minutos antes de salir a tocar.
16. Si ensucias algo, límpialo. Madura, subnormal.
17. Las giras convierten a todo el mundo en bipolar. Maneja esto de la mejor manera posible y recuerda que el mal humor es pasajero. Mejor no hacer ninguna decisión precipitada o declaraciones cuando estas borracho o drogado.
18. La comida rápida es venenosa.
19. La lista de invitados es para amigos cercanos, familiares o gente que te quieres follar. El resto de la gente puede pagar la entrada. Para eso tienen trabajaos normales.
20. Intenta no evaluar toda tu vida mientras estas sentado en el baño de un antro apestoso justo antes de salir al escenario. Crees que no te mereces tener un mal día en el trabajo? Cállate la boca, sal ahí afuera y haz tu trabajo, que para eso te pagan.
Esta lista fue escrita bajo los efectos de esspresso y antidepresivos durante giras de Shearwater, Swans, Smog, Lisa Germano, Angels of Light, Bill Callahan y muchos más. Ojalá te ayude en la convivencia de tus compañeros de gira, o cualquier otro trabajo que tengas.
Contributions to the list by Jordan Geiger, Kimberly Burke, Brian Orloff, Brian Phillips Celebrity Gang Bang, Kevin Schneider, Jonathan Meiburg, Michael Gira and some other folks.
Thanks for not being an asshole, Thor Harris.
----------------------------------------------------
Visto aquí:
http://www.foroazkenarock.com/t44200-estar-de-gira
Pues eso.
Salir de gira es siempre increíble.
La vida en la carretera tiene una pureza que igual que aflora lo miserable, pasan cosas únicas.
Y es para siempre, te lo deja dentro, esas ganas.
Es como un vicio, es difícil dejarlo. Esas ganas de ir de gira.
En fin.
Nosotros tenemos un par de fechillas, ya os iré contando.
A mis chavales del grupo, les voy a fotocopiar la lista.
Igual que les paso el papel con las canciones, pues al lado de los pedales, que se pongan los consejos de Thor Harris. Hala, abrazos para todos.
miércoles, 16 de abril de 2014
No es justo para las lechugas
Mirad que estoy bien, bien de verdad, muy bien en todos los sentidos o en casi todos, porque todavía lo de ella me tiene, bueno, no, no me tiene, no es un presente, si acaso es un pretérito, sin lugar a dudas, imperfecto, pero que aún escuece. Escuece es presente. Escociendo. Es más un gerundio recurrente. Que me jode a muchos niveles pero sobre todo en lo que es conocer, en el sentido bíblico, nuevas mujeres. Me pasan cosas, me encantaría daros detalles pero no lo haría ni en persona, me gustaría no por ningún morbo absurdo, solo por lo cómico. El Jerry Lee Lewis del intimar, el Julio Salinas de la tensión sexual. No la culpo. Paso de la culpa. La culpa para los curas. Odio la culpa. No me gusta. A ella, sí. La culpa la tenía a maltraer, lo que, por otro lado, no me extraña nada. En fin. Escociendo. Que súper bien. Que demasiado bien, vaya. Me temo que venga algo malo, eso siempre me pasa, da como para una canción. El temor a que acabe lo bueno. Pero es tontería. Lo bueno, se trabaja. Es así de sencillo. Se trabaja. A veces no se puede. Pero no hay otra forma. No hay otra forma de hacer las cosas. No hay otra forma de curarse. Pero es que el sexo sin amor me duele. Qué me dices. Me recuerda quizá a nuestra última etapa. Me acuerdo, que en resumen, es horrible. Para una vez que tacatá, pues ponte a pensar. Mal. Muy mal. Realmente muy mal. O sea. No. Así no. No se puede. No-se-pue-de. No-se-pue-de. Está clarísimo. O lo tengo clarísimo, pero me pasa. Y no sé muy bien cómo salir de ello, cómo trabajármelo. Si uno se lo trabaja... Quizá sea una cuestión puramente emocional. Hace unos meses me di cuenta de la importancia de los objetos, que no nos damos cuenta pero están. Y ahí están. Cosas. Ocupando espacio. Espacio físico, espacio mental. Viene a ser lo mismo. Limpieza general. Reseteo mental. Vale. Y aún así, aparecen de cuando en cuando. Y a veces, en muy mal momento. Y uno ya no sabe si tiene que ver con ella, con uno, con las ellas de ahora o con que todo es una mierda y hay que tragársela y hace bola. A mí me hace bola. Me alegraría sinceramente, bueno, no, miento. Me alegraría, eso es cierto, de que ella esté feliz. Feliz a secas. Tampoco felicísima. No me preocupo en mirarle, quizá ni me atrevo. De hecho, no me atrevo. Escribo esto, que no deja de ser una terrible cobardía. Me sale cantar a Chiquetete. Mi cobardía de mi amor por ella... En fin. Que no. Que escribir esto pues viene por ser un desahogo y que me da coraje, es la verdad. Eso es una chiquillada. Que te den coraje tus recuerdos. Yo lo sabía. La primera noche después tuve una visión. Al verla a la luz. Después de ducharnos. Bueno, no recuerdo si nos duchamos o no. Nos cambiamos de ropa. Íbamos a salir. Nuestra primera salida juntos al mundo exterior y lo vi. Vi la desolación. En serio. Totalmente en serio. Debería estar abonando el huerto. Le he echado veneno a las hormigas. Lo odio. Pero me están comiendo. No sé por qué. Se vienen arriba. He intentado métodos de no exterminación... En fin. Como nuestra última época juntos. Todo encaja. Digo esto porque debería estar en el huerto. El año pasado dejé morirse las lechugas, ¿o fue el anterior?, porque me recordaban a ella. No es justo. Sobre todo, para las lechugas.
Minucias bonicas
¡Qué sensación! Alguien acaba de pagar 4 dólares por nuestro ep ¡Muchas gracias! Está en descargar gratuita, pero se puede pagar lo que se quiera (name your Price, que dicen en inglés y que aquí siempre fue lo de la voluntad) y para bajarlo gratis pues pones 0 dólares y ya. Una alegría, qué queréis que os diga que alguien decida (libremente) pagar, sobre todo, pudiendo no hacerlo.
PD: Hemos participado en varios concursos de esos de los que te voten tus amigos de Facebook, pero no os hemos dicho nada, porque... En fin. Que coñazo, ¿no? Pues el otro día, vi que alguien nos había votado. Un desconocido. O un amigo, no lo sé. Anónimo, eso sí. Por iniciativa propia. Con lo tedioso que es obligar a tus amigos/conocidos y mendigar votos por facebook. Pues va alguien y lo hace por iniciativa propia. Es como ganar. Son pequeñas alegrías del día a día que me he aventurado a compartir porque los del grupo están de vacaciones y no hemos ensayado esta semana santa ni un día (muy mal) y estoy con muchas ganas de tocar, y contento en general con estas minucias tan bonicas.
lunes, 14 de abril de 2014
Jodido
Hoy estoy moscatel. Y mira que me lo imaginaba que me iba a pasar lo que me ha pasado, pero no hay manera de prever lo que sabes que te va a joder para que no te joda. No hay manera, al final, te la comes por mucho que lo tuvieras en el horizonte y supieras que iba a caerte encima la movida. No hablo muy claro, ya lo siento. Esto no interesa a nadie, lo escribo básicamente para poder leerlo una vez, quizá dos y darle vueltas. Es como pensar en voz alta. O divagar a voces. Así me siento ahora, con ganas de gritar y darle rienda suelta a mi indignación de lunes. No soy bueno para poner límites y no hablo del blog, que no los tiene. Me refiero a delimitar competencias, porque siempre abarco más de lo que probablemente puedo apretar. Y me lo echo a la espalda, que no debería, es el error número uno. Tengo una larga lista de cagadas. Debería haber aprendido algo en diez añitos de profesión que voy a hacer en unos meses. Se dice pronto. Una década de periodista de provincias, una heroicidad en toda regla y que no te deje secuelas. Y que aprendas. Porque parece que no aprendo. Es súper difícil sobrevivir en el mundillo de los plumillas, la peña no se anda con chiquitas. Y uno piensa o se dice´, no hay problema, ya sabes cómo va la movida y todo eso, pero al final, te pega. Te pega en los morros porque es tu naturaleza. La naturaleza de las cosas, ahí estamos, en lo más primordial y de ahí, partimos. No se puede ir contra la naturaleza de las cosas y si, por lo que sea, tenemos facilidad para leer ese tipo de situaciones en las que se intuye desde minuto cero que se va a imponer la naturaleza en todas sus formas, de inercia o deriva o fatalidad, en el sentido del fatos, o que si algo puede joderse, se joderá, que no sé si es la ley de Murphy o de quien, pero que es ley total, lo que puede salir mal, acaba saliendo mucho peor y que salga las cosas medio bien supone que era todo excelente en el papel, es así, la rebaja del tío Paco o llámalo equis, qué más da. El destino está en los nombres, siempre os lo digo, en este caso es difícil ponerle un nombre a la naturaleza de las cosas. Pero nos entendemos, no hay destino en este tema. Es un conjunto de sensaciones, bueno, no. Sensaciones no es la palabra. Es algo emocional pero no irracional, tiene un fuerte componente de... No encuentro nombre. No debería de esta escribiendo esto. Tengo platos por fregar. Una pila. En la pila. La cocina la tengo razonablemente bien, no puedo permitir que un par de platos me afeen el fregadero. Me apetece menos tres, aunque el lunes es el día perfecto para la limpieza. La suelo dejar para el fin de semana, os lo he contado mil veces... Me he ganado una siesta. Por supuesto cuando más cansado estoy, no duermo. Por los nervios supongo, se imponen a las pocas horas de sueño. Hoy es que empecé mal desde el principio y ya está.
domingo, 13 de abril de 2014
Que el amor no te lleve tan lejos que no puedas volver
Me apetece contaros cosas que me pasan. No es que tenga un ritmo frenético de vida, más bien al contrario, pero me pasan cosas. Ya sabéis que aquí todo se cuenta pasado por un cierto tamiz de moraleja o de paradoja como mínimo, es lo que hay. Siempre os digo que querría que esto fuera mi diario, pero me pesa el pudor demasiado. Lo suyo sería hablaros de mujeres. Mujeres. Desconocidas, mujeres sin nombre. La de la coleta. La de la cara de gitana. La de la boca interminable. Mujeres que ni conoces, que te imaginas más que otra cosa. Contaros los escarceos, que son mínimos o inexistentes. Soy el Julio Salinas de la tensión sexual, lo pensé el otro día. Creo ocasiones. No convierto. No es que me importe, me jode un poco la verdad, pero está más que asumido. Es lo que hay. Eso de que el balón siempre bordee el área y acabe dando un bote y saliéndose, saliéndose de dentro literalmente, pues me deja un poco sin ganas. Ayer cuando volvía a casa sonaron unas canciones tan buenas que parecía la música de una película. Nada más encender el motor, una de los Rolling stones. No recuerdo si Street figting man o una por el estilo. La siguiente, Beatles. You can drive my car. Y después, I Heard throught the grapevine. Vaya temazo. Con el punteo, llegué ya a casa. Pero fue épico, mientras paraba en los semáforos. Me harta o me cansa un poco lo de volver siempre solo a casa y porque vivo lejos. No tengo edad para rondar jovencitas, esa es otra. La concepción del paso del tiempo, que es un tema de siempre de la literatura universal por algo. El tiempo, cada vez me preocupa menos. Cuando estás en el momento, el tiempo se olvida, como concepto amplio quiero decir. El momento, el ya, el ahora, las canciones que ponen en la radio mientras vuelves. Ese tipo de experiencia única de algo que ocurre. El blog tenía ánimo de servir para eso también, como testimonio del momento, del aquí y escucha, del ahora y baila.... Ayer solté una frase que sonó muy rimbombante y que me gustaría meter en una canción. Que el amor no te lleve tan lejos que no puedas volver.
Suena bien, ¿no? Se la dije a un amigo que está enamorado hasta las meninges. Es asquerosamente feliz y verle desde fuera es un mixed emotions. Por supuesto, uno no puede dejar que no le llegue ese aura, ese brillito, ese calor... Se nota, se contagia. El amor. La primavera. Mi amigo no es joven y eso siempre hace que las cosas sean más difíciles. El tiempo. Volver a encontrar el amor y el proceso es siempre el mismo. Siempre el mismo, a todas las edades. Esa sustracción del mundo en el que vives, esa permeabilidad a una persona totalmente diferente, totalmente nueva... Con padres, hermanos, primos... Con una vida a la que te abre la puerta y esa fascinación por todo lo que eso conlleva, modos, maneras, formas de pensar, formas de ser, fondos tanto de pensar como de ser... En fin, el amor. El camino intermedio entre lo que vives a tientas, lo que vas descubriendo. Los primos del pueblo. Los amigos de la hermana o el hermano. Sus amigas de cuando el instituto. Todo eso. El camino que se va haciendo, entre lo que sabes, lo que descubres, lo que intuyes, lo que quieres imaginar... Todo mezclado y haciéndote inmensamente feliz como protagonista de una película que escribes día a día. Como una serie. Que va ganando episodio a episodio. Y se definen los personajes y encajan las tramas. El amor. Las tramas de amor, sobre todo. Mi amigo está en ese punto, en el de dejar arriba la primera temporada y abrir boca con un gran primer capítulo que abra la segunda. Es guay verlo. Me he enganchado a su serie y a su carita de te lo doy todo, nena. Es lo que vale, al fin y al cabo. El amor es bonito por la entrega, por le predisposición. Los prolegómenos hasta una relación normal y corriente. Los descubrimientos y hallazgos antes del reparto común de tareas domésticas. Yo tiendo, tu planchas, yo cenas, tú haces la cama. Durante muchos meses, la cama no importa que esté hecha o si hacer. Pero esto no es de lo que quería hablar. Las letras de canciones, ese es el tema que subyace. Las escribo así desde siempre. Son frases de otros. A veces me las dijeron, a veces me las escupieron. A veces simplemente las suspiraron y yo las rimo. Lo de rimar no es poca cosa, pero el mérito es que la frase la sientas, que la saques de dentro. Que sea una verdad inexcusable. Pues eso. Necesitas sentimientos puros. De odio, incluso. Pero con pureza. No le doy importancia a las letras, hablo de mi grupo. Tengo un grupo. No hablo mucho de él, pero me encantaría contarlo todo. Tener un grupo es tener una máquina de anécdotas, en su mayor parte, estúpidas. Escribir sobre ello es una forma genial de matar el tiempo. Hablar de música es divertido por la parte inasible que tiene, luego se puede hablar de ello en términos matemáticos, contando compases. No es lo mismo, claro. Lo otro tiene que ver con las texturas. Mi amigo el enamorado habla de la música en términos de texturas y eso a mí me encanta. Hablar de la música por los efectos que produce, como si fuera un diagnóstico de la serie House pero al revés. Los síntomas te dicen lo que la canción, o la letra, encierra. Lo que realmente encierra. Yo, para escribir, necesito amar u odiar, y probablemente, las dos cosas a la vez. Odiar, que está feísimo lo de odiar, es verdad. Pero por desgracia para mí es necesario. Le escuché a Leonard Cohen en una entrevista, en la que le tiraban chinitas por su estilo/formadetocar/tristezaintrínseca y el tío decía que las canciones tristes eran siempre una victoria sobre la tristeza. Una forma de superarla. Lo pensé y dije: Leonard, llevas toda la razón. Me he pasado meses, años incluso sin tocar la guitarra, sin sacar ninguna canción. Sin ni siquiera tararear. Estaba amando. Luego estaba odiando. No se pueden solapar. Son períodos que tienden a ser consecutivos. Amar. Odiar. Y después, vencer. La lucha es a base de canciones, de letras, de fraseos de acordes... Ahora mismo me encantaría desenfundar la guitarra y darle rienda suelta a la frase que antes os dije y buscar ecos. Formas de rimar. No es fácil rimar con la palabra lleve. Que el amor no te lleve tan lejos que después no puedas volver. Mi amigo se quedó sin palabras y solo pudo rebatirme atacando por el tono excesivamente poético de la frase. Él estaba hablando de que a las chicas te las follas por su mente, por su cabeza. Que es una frase muy de Martín Hache, la película. En fin. No estoy para nada de acuerdo. Follas culos. Follas tetas. Follas hoyuelos de una sonrisa. Follas pelo bonito. No sé, me encantan las conversaciones sesudas sobre semiología y me parece un buen motivo para encamarse pero esté donde esté mi cerebro, los ojos atienden al canalillo como principal argumento y muchas veces tengo que echar mano de la estrategia, te miro a las cejas. Cuento los pelos de las cejas para no bajar la mirada más allá de la barbilla y que te pillen de ojeador furtivo. Lo de las cabezas, follar cabezas... Que mi amigo matizó en su literaridad diciendo que no significa que se la metas por la boca, la procacidad le mola bastante y el humor negro y decir las cosas sin ponerles ni un poquito de aderezo, a lo bruto, a lo crudo, que todo eso hace que verlo enamorado como un corderito pues choque más, con lo cabrón que es, en general, a la hora de categorizar el mundo o ponerle nombre a las cosas. De la música habla con texturas, pero de las personas habla como un agente del Mosad o de las SS. Tiene gracia. Y en muchas cosas estoy de acuerdo con sus observaciones nazis sobre patrones de comportamiento o roles sociales que son absurdos si se analizan fríamente. Un cabrón enamorado te hace recuperar la fe en el amor. A mí los viejos que van al programa de Juan y Imedio, que los veía aquí en mi casa con mi ex y nos emocionábamos juntos, también me hacen recuperar la fe en el amor. Es una pena que ese espacio del programa de Juan y Imedio no tenga más recorrido. Creo que en prime time en cualquier cadena, lo partiría. El trabajo de redacción es muy bueno y los invitados van a darlo todo. Y Juan y Imedio lo hace bien, les saca todo lo que vienen a dar. Y que personas de 60, 70 u 80, vuelvan a encontrar a alguien y se ilusionen. Se ilusionen, casi nada. Que se ilusionen con esa edad, en la que hablan de la soledad de sus noches que les mata de poco a poco, pues me hace creer en la fuerza del amor. La fuerza. La importancia de la compañía, la necesidad de sentirse querido, de sentirse necesario, quizá fundamental, sentir lo que sea. Pero sentir. En el reparto de tareas domésticas, se llega a un punto en el que ni se siente ni se padece. Uno friega los platos, tiende, hace la cama... Y a veces es felicidad, todo está hecho desde una felicidad racional. Debería dedicarle una entrada de mi blog a la felicidad racional, sin duda. Y otra a la felicidad irracional. Lo haré. Me acabo de poner el All things must pass de George Harrison. Estaba escuchando el Crooked rain, crooked rain de Pavement, uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. Lo tenía en una TDK 90 y lo quemé. En el walkman en el camino Madrid-Granada, de noche, o al revés, de vuelta a Graná. Es un básico. Lo puedo escuchar mil veces, no me cansa. Es un disco con recorrido. Con un camino propio. Lo de los caminos es importantes, ver caminos en la vida, o senderos o veredas, como en la música se ven texturas, ¿me explico? Ahora suena My sweet lord. Anda que no le dieron quebraderos de cabeza a George con el dichoso temita. Es un pepino aunque lo tenga absolutamente asimilado a canciones de misa. A veces a mí me salen canciones de misa pero llevadas a lo mío, claro. Misa negra, he pensado a veces. Apostolado de odio... Bueno, no es para tanto. En realidad mis letras tampoco dan para tanto, le gustan a la gente o eso dicen pero yo las hago improvisando casi siempre. A partir de una idea, claro. La frase que le dije a mi amigo. Que el amor no te lleve tan lejos que no puedas volver. Y sobre eso, pues a dar vueltas. Rimas con lleve. Bebe. Suene. Breve. Leve. Mueve, remueve, conmueve.
Las letras son importantes, sobre todo para los demás. Ahora suena Isnt is a pity. Esa canción me mueve, remueve y conmueve. En especial me pone la versión de Galaxy 500. Debería intentar hacer una versión en castellano. Es súper lennoniana. Supongo que los fab al final escribían pensando mucho en eso, en él, en su Messi. Es inevitable, creo. Hay una versión rulando por YouTube del tema en cuestión, en unas sesiones de los Beatles. Iba a decir del álbum blanco, pero igual era en Let it be. Los descartes de los Beatles son un mundo en YouTube. Los bootlegs y las grabaciones de estudio, las tomas... Me encanta eso, ver cómo va creciendo una canción. Y escucharlo en YouTube me parece la ostia. En realidad la producción de la versión en solitario de Harrison me gusta menos porque está sobreproducida, todo el disco lo está en realidad y suena del carajo, no os equivoquéis pero me gusta más lo mínimo, el piano, la guitarra y la batería. Y la voz. Como ida. Que me flipa. Os podía poner enlaces de lo que voy oyendo. Ahora suena What is life. Esta canción la use un par de veces para cerrar en la radio. En la radio ponía lo que me daba la gana. Me llevé alguna reprimenda. Siempre quise comentarlo por aquí, pero en el fragor del trabajo pues te da como que cosa. Me echaron la bronca por La Mala Rodríguez y por Hora Zulu. Ambos tenían concierto y puse un tema ilustrativo. La Mala decía follar en una de las frases. Creo que era la rata. La de Hora Zulu es que directamente contravenía la media de decibelios indicada para magazines de mañana en radio comercial, pues vale. Puedo estar de acuerdo. Joder, ahora suena la versión de Dylan. Estoy suavón. Es que es domingo. El amor me trata fatal, amigos, en serio, fatal. Conservo las formas y la compostura pero el amor me trata mal. No me dejo. Eso es verdad también. No me dejo mover. Tampoco veo muchas ofertas de movimiento, todo sea dicho. Igual pasa frente a mis narices y ni me entero, que es muy probable. No me dejo mover. No quiero que el amor me pierda una vez más, no y no y mil veces no. No quiero follar cabezas, estoy hasta los mismísimos cojones de mujeres inteligentes. El amor de los estúpidos está lleno de ventajas. Y digo estúpidos o simples, o vacíos o no sé cómo los llamaría mi amigo el del humor negro y lo de follarse cabezas. Hasta los cojones estoy de cabezas y cabezonerías. No. Manos. Pechos. Culos. Piernas. Anda que no hay buenos motivos y dejar la conexión neuronal en su justa medida de importancia, dejar la cultura general en el apartado en el que realmente debe estar, donde en realidad está, a quién le importan todos esos nombrecitos... Tenía una canción, nunca la he tocado en directo y creo que ni la he grabado ni nada... Se llamaba "Ray Liotta" y el estribillo decía: Me tratas como a un idiota/ Porque no sé quien es Ray Liotta/ pues ni lo se ni me importa / Deberías hacer un club/ con los que son igual que tú/ se saben el nombre de todos los actores/ los que se leen hasta los botes de champú/ y hablan de sus favoritos y de directores... Más o menos, era así la letra. A quién coño le importa Scorsese si hablamos de amor. de follar, que es menos todavía. A quién le importa el cine o la música o lo que sea que le guste. Joder, no seáis clasistas. No me follo a la gente por su colección de cómics. Si una chica tiene una buena colección de cómics, pues de acuerdo, follemos. Pero no eres ni más ni menos que nadie, solo tienes una buena colección de comics. Y si sabes quiénes son Toy, Alah-las o Jacco Gardner, pues enhorabuena. Tienes buen gusto. Y, ¿qué? ¿Eso hace más bonita tu sonrisa? Negativo.
Follarte a la gente por sus colecciones, ¿qué? Es un patrón como otro, pues vale, de acuerdo. Pero no hay en todo esto un fondo muy muy y repito, muy clasista. Clasismo. Clasismo musical. Clasismo comiquero. Clasismo de todos los tipos. Pues lo veo muy malamente. Qué quieres que te diga. Que es algo que se puede aplicar también a algunos festivales. Festivales clasistas y festivales populares, es un tema. Para desarrollar en otra entrada de blog. El amor me trata mal, os meto rollo, para al final deciros que el amor me trata mal. Así de claro. Mal. La canción con más visitas en YouTube es "Me tratas mal". No sé por qué. Suena a rayos. Mal pero me gusta más. Una de las canciones de mi semana es la de Lee Fields, "Faithful man". La he oído medio millón de veces. La he cantado. Tengo que regar y plantar. El ordenador se tiene que reiniciar. La estoy oyendo una vez más. Me encanta imitar a Lee Fields.
Suena bien, ¿no? Se la dije a un amigo que está enamorado hasta las meninges. Es asquerosamente feliz y verle desde fuera es un mixed emotions. Por supuesto, uno no puede dejar que no le llegue ese aura, ese brillito, ese calor... Se nota, se contagia. El amor. La primavera. Mi amigo no es joven y eso siempre hace que las cosas sean más difíciles. El tiempo. Volver a encontrar el amor y el proceso es siempre el mismo. Siempre el mismo, a todas las edades. Esa sustracción del mundo en el que vives, esa permeabilidad a una persona totalmente diferente, totalmente nueva... Con padres, hermanos, primos... Con una vida a la que te abre la puerta y esa fascinación por todo lo que eso conlleva, modos, maneras, formas de pensar, formas de ser, fondos tanto de pensar como de ser... En fin, el amor. El camino intermedio entre lo que vives a tientas, lo que vas descubriendo. Los primos del pueblo. Los amigos de la hermana o el hermano. Sus amigas de cuando el instituto. Todo eso. El camino que se va haciendo, entre lo que sabes, lo que descubres, lo que intuyes, lo que quieres imaginar... Todo mezclado y haciéndote inmensamente feliz como protagonista de una película que escribes día a día. Como una serie. Que va ganando episodio a episodio. Y se definen los personajes y encajan las tramas. El amor. Las tramas de amor, sobre todo. Mi amigo está en ese punto, en el de dejar arriba la primera temporada y abrir boca con un gran primer capítulo que abra la segunda. Es guay verlo. Me he enganchado a su serie y a su carita de te lo doy todo, nena. Es lo que vale, al fin y al cabo. El amor es bonito por la entrega, por le predisposición. Los prolegómenos hasta una relación normal y corriente. Los descubrimientos y hallazgos antes del reparto común de tareas domésticas. Yo tiendo, tu planchas, yo cenas, tú haces la cama. Durante muchos meses, la cama no importa que esté hecha o si hacer. Pero esto no es de lo que quería hablar. Las letras de canciones, ese es el tema que subyace. Las escribo así desde siempre. Son frases de otros. A veces me las dijeron, a veces me las escupieron. A veces simplemente las suspiraron y yo las rimo. Lo de rimar no es poca cosa, pero el mérito es que la frase la sientas, que la saques de dentro. Que sea una verdad inexcusable. Pues eso. Necesitas sentimientos puros. De odio, incluso. Pero con pureza. No le doy importancia a las letras, hablo de mi grupo. Tengo un grupo. No hablo mucho de él, pero me encantaría contarlo todo. Tener un grupo es tener una máquina de anécdotas, en su mayor parte, estúpidas. Escribir sobre ello es una forma genial de matar el tiempo. Hablar de música es divertido por la parte inasible que tiene, luego se puede hablar de ello en términos matemáticos, contando compases. No es lo mismo, claro. Lo otro tiene que ver con las texturas. Mi amigo el enamorado habla de la música en términos de texturas y eso a mí me encanta. Hablar de la música por los efectos que produce, como si fuera un diagnóstico de la serie House pero al revés. Los síntomas te dicen lo que la canción, o la letra, encierra. Lo que realmente encierra. Yo, para escribir, necesito amar u odiar, y probablemente, las dos cosas a la vez. Odiar, que está feísimo lo de odiar, es verdad. Pero por desgracia para mí es necesario. Le escuché a Leonard Cohen en una entrevista, en la que le tiraban chinitas por su estilo/formadetocar/tristezaintrínseca y el tío decía que las canciones tristes eran siempre una victoria sobre la tristeza. Una forma de superarla. Lo pensé y dije: Leonard, llevas toda la razón. Me he pasado meses, años incluso sin tocar la guitarra, sin sacar ninguna canción. Sin ni siquiera tararear. Estaba amando. Luego estaba odiando. No se pueden solapar. Son períodos que tienden a ser consecutivos. Amar. Odiar. Y después, vencer. La lucha es a base de canciones, de letras, de fraseos de acordes... Ahora mismo me encantaría desenfundar la guitarra y darle rienda suelta a la frase que antes os dije y buscar ecos. Formas de rimar. No es fácil rimar con la palabra lleve. Que el amor no te lleve tan lejos que después no puedas volver. Mi amigo se quedó sin palabras y solo pudo rebatirme atacando por el tono excesivamente poético de la frase. Él estaba hablando de que a las chicas te las follas por su mente, por su cabeza. Que es una frase muy de Martín Hache, la película. En fin. No estoy para nada de acuerdo. Follas culos. Follas tetas. Follas hoyuelos de una sonrisa. Follas pelo bonito. No sé, me encantan las conversaciones sesudas sobre semiología y me parece un buen motivo para encamarse pero esté donde esté mi cerebro, los ojos atienden al canalillo como principal argumento y muchas veces tengo que echar mano de la estrategia, te miro a las cejas. Cuento los pelos de las cejas para no bajar la mirada más allá de la barbilla y que te pillen de ojeador furtivo. Lo de las cabezas, follar cabezas... Que mi amigo matizó en su literaridad diciendo que no significa que se la metas por la boca, la procacidad le mola bastante y el humor negro y decir las cosas sin ponerles ni un poquito de aderezo, a lo bruto, a lo crudo, que todo eso hace que verlo enamorado como un corderito pues choque más, con lo cabrón que es, en general, a la hora de categorizar el mundo o ponerle nombre a las cosas. De la música habla con texturas, pero de las personas habla como un agente del Mosad o de las SS. Tiene gracia. Y en muchas cosas estoy de acuerdo con sus observaciones nazis sobre patrones de comportamiento o roles sociales que son absurdos si se analizan fríamente. Un cabrón enamorado te hace recuperar la fe en el amor. A mí los viejos que van al programa de Juan y Imedio, que los veía aquí en mi casa con mi ex y nos emocionábamos juntos, también me hacen recuperar la fe en el amor. Es una pena que ese espacio del programa de Juan y Imedio no tenga más recorrido. Creo que en prime time en cualquier cadena, lo partiría. El trabajo de redacción es muy bueno y los invitados van a darlo todo. Y Juan y Imedio lo hace bien, les saca todo lo que vienen a dar. Y que personas de 60, 70 u 80, vuelvan a encontrar a alguien y se ilusionen. Se ilusionen, casi nada. Que se ilusionen con esa edad, en la que hablan de la soledad de sus noches que les mata de poco a poco, pues me hace creer en la fuerza del amor. La fuerza. La importancia de la compañía, la necesidad de sentirse querido, de sentirse necesario, quizá fundamental, sentir lo que sea. Pero sentir. En el reparto de tareas domésticas, se llega a un punto en el que ni se siente ni se padece. Uno friega los platos, tiende, hace la cama... Y a veces es felicidad, todo está hecho desde una felicidad racional. Debería dedicarle una entrada de mi blog a la felicidad racional, sin duda. Y otra a la felicidad irracional. Lo haré. Me acabo de poner el All things must pass de George Harrison. Estaba escuchando el Crooked rain, crooked rain de Pavement, uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. Lo tenía en una TDK 90 y lo quemé. En el walkman en el camino Madrid-Granada, de noche, o al revés, de vuelta a Graná. Es un básico. Lo puedo escuchar mil veces, no me cansa. Es un disco con recorrido. Con un camino propio. Lo de los caminos es importantes, ver caminos en la vida, o senderos o veredas, como en la música se ven texturas, ¿me explico? Ahora suena My sweet lord. Anda que no le dieron quebraderos de cabeza a George con el dichoso temita. Es un pepino aunque lo tenga absolutamente asimilado a canciones de misa. A veces a mí me salen canciones de misa pero llevadas a lo mío, claro. Misa negra, he pensado a veces. Apostolado de odio... Bueno, no es para tanto. En realidad mis letras tampoco dan para tanto, le gustan a la gente o eso dicen pero yo las hago improvisando casi siempre. A partir de una idea, claro. La frase que le dije a mi amigo. Que el amor no te lleve tan lejos que no puedas volver. Y sobre eso, pues a dar vueltas. Rimas con lleve. Bebe. Suene. Breve. Leve. Mueve, remueve, conmueve.
Las letras son importantes, sobre todo para los demás. Ahora suena Isnt is a pity. Esa canción me mueve, remueve y conmueve. En especial me pone la versión de Galaxy 500. Debería intentar hacer una versión en castellano. Es súper lennoniana. Supongo que los fab al final escribían pensando mucho en eso, en él, en su Messi. Es inevitable, creo. Hay una versión rulando por YouTube del tema en cuestión, en unas sesiones de los Beatles. Iba a decir del álbum blanco, pero igual era en Let it be. Los descartes de los Beatles son un mundo en YouTube. Los bootlegs y las grabaciones de estudio, las tomas... Me encanta eso, ver cómo va creciendo una canción. Y escucharlo en YouTube me parece la ostia. En realidad la producción de la versión en solitario de Harrison me gusta menos porque está sobreproducida, todo el disco lo está en realidad y suena del carajo, no os equivoquéis pero me gusta más lo mínimo, el piano, la guitarra y la batería. Y la voz. Como ida. Que me flipa. Os podía poner enlaces de lo que voy oyendo. Ahora suena What is life. Esta canción la use un par de veces para cerrar en la radio. En la radio ponía lo que me daba la gana. Me llevé alguna reprimenda. Siempre quise comentarlo por aquí, pero en el fragor del trabajo pues te da como que cosa. Me echaron la bronca por La Mala Rodríguez y por Hora Zulu. Ambos tenían concierto y puse un tema ilustrativo. La Mala decía follar en una de las frases. Creo que era la rata. La de Hora Zulu es que directamente contravenía la media de decibelios indicada para magazines de mañana en radio comercial, pues vale. Puedo estar de acuerdo. Joder, ahora suena la versión de Dylan. Estoy suavón. Es que es domingo. El amor me trata fatal, amigos, en serio, fatal. Conservo las formas y la compostura pero el amor me trata mal. No me dejo. Eso es verdad también. No me dejo mover. Tampoco veo muchas ofertas de movimiento, todo sea dicho. Igual pasa frente a mis narices y ni me entero, que es muy probable. No me dejo mover. No quiero que el amor me pierda una vez más, no y no y mil veces no. No quiero follar cabezas, estoy hasta los mismísimos cojones de mujeres inteligentes. El amor de los estúpidos está lleno de ventajas. Y digo estúpidos o simples, o vacíos o no sé cómo los llamaría mi amigo el del humor negro y lo de follarse cabezas. Hasta los cojones estoy de cabezas y cabezonerías. No. Manos. Pechos. Culos. Piernas. Anda que no hay buenos motivos y dejar la conexión neuronal en su justa medida de importancia, dejar la cultura general en el apartado en el que realmente debe estar, donde en realidad está, a quién le importan todos esos nombrecitos... Tenía una canción, nunca la he tocado en directo y creo que ni la he grabado ni nada... Se llamaba "Ray Liotta" y el estribillo decía: Me tratas como a un idiota/ Porque no sé quien es Ray Liotta/ pues ni lo se ni me importa / Deberías hacer un club/ con los que son igual que tú/ se saben el nombre de todos los actores/ los que se leen hasta los botes de champú/ y hablan de sus favoritos y de directores... Más o menos, era así la letra. A quién coño le importa Scorsese si hablamos de amor. de follar, que es menos todavía. A quién le importa el cine o la música o lo que sea que le guste. Joder, no seáis clasistas. No me follo a la gente por su colección de cómics. Si una chica tiene una buena colección de cómics, pues de acuerdo, follemos. Pero no eres ni más ni menos que nadie, solo tienes una buena colección de comics. Y si sabes quiénes son Toy, Alah-las o Jacco Gardner, pues enhorabuena. Tienes buen gusto. Y, ¿qué? ¿Eso hace más bonita tu sonrisa? Negativo.
Follarte a la gente por sus colecciones, ¿qué? Es un patrón como otro, pues vale, de acuerdo. Pero no hay en todo esto un fondo muy muy y repito, muy clasista. Clasismo. Clasismo musical. Clasismo comiquero. Clasismo de todos los tipos. Pues lo veo muy malamente. Qué quieres que te diga. Que es algo que se puede aplicar también a algunos festivales. Festivales clasistas y festivales populares, es un tema. Para desarrollar en otra entrada de blog. El amor me trata mal, os meto rollo, para al final deciros que el amor me trata mal. Así de claro. Mal. La canción con más visitas en YouTube es "Me tratas mal". No sé por qué. Suena a rayos. Mal pero me gusta más. Una de las canciones de mi semana es la de Lee Fields, "Faithful man". La he oído medio millón de veces. La he cantado. Tengo que regar y plantar. El ordenador se tiene que reiniciar. La estoy oyendo una vez más. Me encanta imitar a Lee Fields.
martes, 8 de abril de 2014
Esta tarde en mi huerto plantando tomates
Reconozco que no es un huerto muy ortodoxo y que está aún, pues, cómo decirlo, todo por hacer. Pero hoy me dedique toda la tarde a plantar tomates, había comprado los tallos y no tenía opción. La tierra estaba removida, si me descuido dos semanas, se llena de hierba y hortigas. Las hortigas eran buenas, ¿no? ¿No había que quitarlas? He dejado la mayoría. Aún tengo matas de berenjena y pimiento, pero van en el otro trozo de tierra. He comprado estiércol de oveja. El primer saco de abono de mi vida, veremos cómo me va. Lo voy a poner junto a los lirios y margaritas, es mitad jardín de flores perennes y huerto de plantas vistosas, los pimientos me han parecido buena idea. Pimientos picantes. También pondré rabanitos. Un huerto poco ortodoxo ese también. Con los tomates espero perfumar toda la parte de atrás de la casa, hoy ya me olían las manos, a pesar del azufre. Tengo que cuidarlos con mimo. Una vez planté hace dos años un par de matas y no salieron adelante. La tierra es buena, la de ese trozo, sí. La otra es muy arenosa. Al regarla se vuelve fango. Y parece un hormiguero gigante, salen las hormigas de todos los sitios. He comprado un tratamiento. No es nada ecológico. No tenía muchas opciones. Es muy tóxico. No me gusta pero de verdad tengo un problema grande con las hormigas, me entran en todos sitios, se mueven por debajo de las baldosas, en fin, me traen mal. Y, bueno, no he encontrado muchos remedios naturales o cosas que pudieran aliviar un poco el asedio, sobre todo a la cocina, que está junto al jardín. Pero bueno, lo he dejado para mañana, que también terminaré de abonar. También tengo varias matas de lechuga. Me voy a hacer un buen huerto, pero lleva trabajo, es cierto. Es divertido pero cansado, mejor que el gimnasio, al que me apunté hace un mes por cierto y he ido menos de lo que tenía previsto, pero en fin, esta tarde me lo he currado. Vale que los caballones son manifiestamente mejorables, un pelín torcidos los surcos, de acuerdo, se pueden enmendar, probablemente mañana los repasaré, hoy no tenía tiempo de casi nada, ya digo que tenía tarea. Pero estoy orgulloso. Y mira que no tiene un gran aspecto, lo reconozco. Pero siento que la tierra es muy sincera, se abre y te muestra lo que es. Y el olor. El aspecto, el color marrón intenso de tierra potente, me encanta, me emociona. Lo flipo un poco, lo reconozco. Me he puesto en pantalón corto, la tarde ha sido estupendo. Quizá echo de menos alguna compañía concreta pero el revoloteo de los palomos, y algún mirlo, pues es también un regalo. Las crasas están estupendas, prometo fotos. Y los lirios van para arriba, también los geranios que trasplanten, ya les salió la primera flor. Una maravilla, en general. Un poco pocho el jazmín pero abrazándose a la columna, lo he ido conduciendo en lo posible a que trepe por la pérgola.
sábado, 5 de abril de 2014
Hoy es el día después de nosecuántos años
Hoy es un día guay.
Vuelvo a tocar en directo con mi grupo.
El otro día toqué solo.
No tiene nada que ver.
En la sala Plantabaja, además, que suena de maravilla y en la que he estado media docena de veces.
Estoy feliz solo por eso.
No es que sea un hito importantísimo.
Se trata de un concurso de maquetas, pero...
Es muy especial para mí.
Y lo cuento aquí.
Abrazos.
Vuelvo a tocar en directo con mi grupo.
El otro día toqué solo.
No tiene nada que ver.
En la sala Plantabaja, además, que suena de maravilla y en la que he estado media docena de veces.
Estoy feliz solo por eso.
No es que sea un hito importantísimo.
Se trata de un concurso de maquetas, pero...
Es muy especial para mí.
Y lo cuento aquí.
Abrazos.
Unidireccional y no unívoco
En el blog, es un hecho, escribo cuando me aburro. Mucho. Decía mi padre que solo se aburren los tontos. De modo que, el blog es mucha tontuna junta. Lo sabéis, los habituales lo sabéis. Y es lo que debe ser. Quiero decir, no me pagan por hacer esto y hago lo que me da la gana.
Pero a veces echo de menos... No sé. Contar lo que realmente me remueve las tripas.
Es curioso que internet, siendo el mega escaparate etc etc, también te permita o así lo siento yo, al menos, un espacio íntimo o que lo parece, casi secreto. En el que la interacción no existe, es más bien, una comunicación unidireccional, que no es del todo unívoca. A mí eso, como canal de comunicación o como sistema, mejor dicho, me parece muy interesante. Lógicamente, hay posibilidad de interactuar, ahí están los comentarios, pero bueno, escribir en los comentarios, pues es como... No sé... Demasiado tomarse la molestia, vaya. Yo no escribo comentarios en blogspot nunca o casi nunca, mucho me tiene que gustar o sorprender o remover o lo que sea, para hacerlo. El caso... Que no cuento mis movidillas más movidas y me dan ganas, claro. Porque se pasan los días y es el latido concreto de ese momento, que no vuelve, que no se repite, es una sensación... Por otro lado, a nadie le importa eso. Es unidireccional, me refiero.
En fin.
Esas cosillas.
Pero a veces echo de menos... No sé. Contar lo que realmente me remueve las tripas.
Es curioso que internet, siendo el mega escaparate etc etc, también te permita o así lo siento yo, al menos, un espacio íntimo o que lo parece, casi secreto. En el que la interacción no existe, es más bien, una comunicación unidireccional, que no es del todo unívoca. A mí eso, como canal de comunicación o como sistema, mejor dicho, me parece muy interesante. Lógicamente, hay posibilidad de interactuar, ahí están los comentarios, pero bueno, escribir en los comentarios, pues es como... No sé... Demasiado tomarse la molestia, vaya. Yo no escribo comentarios en blogspot nunca o casi nunca, mucho me tiene que gustar o sorprender o remover o lo que sea, para hacerlo. El caso... Que no cuento mis movidillas más movidas y me dan ganas, claro. Porque se pasan los días y es el latido concreto de ese momento, que no vuelve, que no se repite, es una sensación... Por otro lado, a nadie le importa eso. Es unidireccional, me refiero.
En fin.
Esas cosillas.
martes, 1 de abril de 2014
Buscar humildad en el diccionario
Hoy escribí en Facebook:
es una perversión del castellano que se utilice la palabra humilde como sinónimo/eufemismo de pobre
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2 comentarios.
Para lo que suelen ser mis números, un éxito de estado de Facebook.
Pero...
Retiro lo dicho.
No es una perversión del castellano, ¡está en la raíz latina!
Humilis
En inglés, es igual. El castellano es inocente. Pero los ingleses, que van más al grano, traducen: modestia, pobreza y sumisión. O sea, que viene de lejos. En las acepciones tercera y cuarta de la RAE dice algo parecido, "Carente de nobleza" y "que vive modestamente", pero no es del todo igual. Los ingleses no se meten en el tema de la nobleza. Por eso mi queja hacia el castellano, que no tiene culpa pero por la España de hoy, en la que todos tenemos que, de una forma u otra, vivir modestamente, todos o casi absolutamente todos tenemos que vivir modestamente, de ahí viene la perversión. Y, según el diccionario de la RAE, pues cada vez estamos todos un poco más "carentes de nobleza". Y eso, en inglés, igual no sería tan así.
Volviendo a lo de la raíz latina, me ha parecido curioso que las traducciones que he visto (googleado ahora mismo) son de la Biblia, y humilis o humilitas tiene que ver con la mansedumbre, con ser sencillo y bueno de corazón. Es todo caso, una virtud. Como define la RAE, humildad, en su primera entrada. También se recoge en latín el sentido de "bajo" y de ahí, asimilarlo a pobre, humilde. Viene de lejos, ya decía. Pero, ¿no cambia un poco el significado de humilde asumiendo que es lo mismo ser pobre que bueno de corazón? Por no decir innoble o "carente de nobleza" (que es casi peor). ¿Acaso no hay ricos que puedan ser humildes? ¿No existen los pobres orgullosos? Incluso deben haber, apelando a la probabilidad, ricos buenos de corazón. Seguro, digo yo que alguno habrá. Y me intriga conocer más de la traducción a lo largo de los siglos de la palabra humildad en latín. Quizá se impuso un modismo de casta dominante porque el concepto, aunque venga del latín, es contradictorio. Porque la bravura de mi frase, en su enunciado, tenía más que ver con el hecho de que el diccionario nos muestra el mundo, lo ordena de algún modo, y el castellano sí peca en eso de apelar a la nobleza, ya que nos define en categorías que no existen del todo y nos muestra un mundo, en el uso de según qué palabras, especialmente con los eufemismos, peor de lo que es, mucho peor porque el mundo, cualquier mundo, empieza en las palabras y si la realidad del diccionario es difusa, pues a qué puede uno atenerse. ¿Al silencio?
En fin.
Iba a poner todo esto a renglón seguido.
En los comentarios del Facebook, pero he estimado que era más propio el blog.
es una perversión del castellano que se utilice la palabra humilde como sinónimo/eufemismo de pobre
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2 comentarios.
Para lo que suelen ser mis números, un éxito de estado de Facebook.
Pero...
Retiro lo dicho.
No es una perversión del castellano, ¡está en la raíz latina!
Humilis
En inglés, es igual. El castellano es inocente. Pero los ingleses, que van más al grano, traducen: modestia, pobreza y sumisión. O sea, que viene de lejos. En las acepciones tercera y cuarta de la RAE dice algo parecido, "Carente de nobleza" y "que vive modestamente", pero no es del todo igual. Los ingleses no se meten en el tema de la nobleza. Por eso mi queja hacia el castellano, que no tiene culpa pero por la España de hoy, en la que todos tenemos que, de una forma u otra, vivir modestamente, todos o casi absolutamente todos tenemos que vivir modestamente, de ahí viene la perversión. Y, según el diccionario de la RAE, pues cada vez estamos todos un poco más "carentes de nobleza". Y eso, en inglés, igual no sería tan así.
Volviendo a lo de la raíz latina, me ha parecido curioso que las traducciones que he visto (googleado ahora mismo) son de la Biblia, y humilis o humilitas tiene que ver con la mansedumbre, con ser sencillo y bueno de corazón. Es todo caso, una virtud. Como define la RAE, humildad, en su primera entrada. También se recoge en latín el sentido de "bajo" y de ahí, asimilarlo a pobre, humilde. Viene de lejos, ya decía. Pero, ¿no cambia un poco el significado de humilde asumiendo que es lo mismo ser pobre que bueno de corazón? Por no decir innoble o "carente de nobleza" (que es casi peor). ¿Acaso no hay ricos que puedan ser humildes? ¿No existen los pobres orgullosos? Incluso deben haber, apelando a la probabilidad, ricos buenos de corazón. Seguro, digo yo que alguno habrá. Y me intriga conocer más de la traducción a lo largo de los siglos de la palabra humildad en latín. Quizá se impuso un modismo de casta dominante porque el concepto, aunque venga del latín, es contradictorio. Porque la bravura de mi frase, en su enunciado, tenía más que ver con el hecho de que el diccionario nos muestra el mundo, lo ordena de algún modo, y el castellano sí peca en eso de apelar a la nobleza, ya que nos define en categorías que no existen del todo y nos muestra un mundo, en el uso de según qué palabras, especialmente con los eufemismos, peor de lo que es, mucho peor porque el mundo, cualquier mundo, empieza en las palabras y si la realidad del diccionario es difusa, pues a qué puede uno atenerse. ¿Al silencio?
En fin.
Iba a poner todo esto a renglón seguido.
En los comentarios del Facebook, pero he estimado que era más propio el blog.
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