Y no es malo, aunque es solo mi opinión. Es muy posible que me lo refuten y cambie de opinión un poco, en el modo de expresarlo al menos. Venga, va, cuento. Las piedras del mar que son azulejos que las olas ha dejado redondo, ¿sabes? Pues lo cogía. No uno. No dos. Varias decenas. Es increible la cantidad de azulejos redondeados por las mareas que hay en Huelín, en Málaga. Una vez lo comenté con alguien de allí y me dijeron que antes, de las obras, todo iba al mar. Todo iba al mar. Me pareció poesía. Mis trozos de azulejo siempre me parecieron versos sueltos. Poesía, sobre todo por el efecto de la erosión. La erosión es siempre poesía, a mi entender. El amarillento del papel que se ha quedado al sol. El óxido. La erosión tiene un lento lirismo. En el mismo sentido, lo que nunca haces sigue ahí. Mis azulejos de la playa siguen en una bolsa en mi cuarto. Los cogía para hacer cuadros. Collages con pintura. Con trozos de azulejo. Cuando los guardaba, siempre tenía que escuchar críticas: Pero, ¿para qué quieres eso? Pero, ¿vas a hacer algo de verdad? Pero ¿lo vas a hacer? Pero ¿lo has hecho? Es ese tipo de argumento. Cualquier tipo de pero. Peros. Peros. Y perísimos. Con la única intención de hacerte recular y que digas, pues venga, sí, tirad mi bolsa de azulejos. He hecho dos cuadros con azulejos. Tengo treinta y pocos. Estoy empezando. No quedaron bien. Los cuadros con azulejo. Uno fue un cielo. Trozos. Como nubes. Regular. Yo también tengo mis propios peros, claro. Pero el hecho es que está hecho. No pasa nada si aún no lo hubiera intentado. Para empezar, sacar de un medio natural como una playa, elementos extraños de cantos redondeados por el erosivo paso de tiempo, por lo pronto, creo que es bueno. Buena labor. Labor. un algo que hacer que no está mal, si lo guardo, una bolsa, si le busco un uso, en un cuadro, pegamento... En fin. No queda del todo bien empastado. Es como una pegatina. Una cosa sobrepuesta que no forma parte del asunto. Yo pinto porque me aburro. No hago tesis sobre ello. Hace tiempo pensé en eso. ¿Cuándo lo hago? Pintar. Cantar. es una exlosion de sentimiento. asi me pasa. Me pasa. Me acontece. Me ocurre. Y me cae encima como si fuera un meteorito. Un punto final. Un gran eco. Lo guardo. O lo intento. Como trozos de azulejo. Para futuros cuadros. Para unir colores. Para tener algo bonito con lo que entretener un día que llueva. Para lo que sea. Para una playa bonita.
Lo que nunca haces sigue ahí, me dice ella. Es su voz. Hace tiempo que se fue. Una impregnación en las paredes. Una pared que habla. Siempre fue un poco su forma. Bidimensional en sus comentarios, como de soslayo, como sin decirlo, como sin ganas. Lo que nunca haces, sigues ahí. Lo dice ella. Que ya no está. Sigue ahí. Lo que está por hacer.
Nosotros, por ejemplo.
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