Me he cruzado con dos señores hoy en el pueblo.
Iban hablando en voz alta. Uno llevaba EL PAIS, recién comprado. Y musitaba, sin dar crédito.
El otro, más mayor y con boina, le iba relatando la crónica de los hechos. Se conoce que lo habría escuchado en la radio a primera hora. Era un relato vivaz. Como de reportero en el lugar de los hechos.
Iban andando lento.
Ni siquiera había abierto aún el diario. Estaba petrificado con la portada. Leyendo mientras escuchaba al de la boina. Y decía: Pero, ¿cómo puede ser esto?
La verdad es que simplemente me he cruzado con ellos. ¿Qué habrá sido? Tres segundos, cuatro todo lo más. Iban andando lento, desde luego. En fin, me hubiera gustado grabarlo con el móvil. El tipo del periódico no parecía un comprador habitual. Era una compra curiosa. Quizá el de la boina fuera del partido contrario y la conversación fuera el preludio de una discusión desde distintos frentes ideológicos, no lo sé. Desde luego para los votantes del PP es un jarro de agua fría, no tanto para los militantes de base de toda la vida, que bueno, señalarán a quien toque señalar, pero no cambiarán de chaqueta, pero los que votasen por "el cambio" por primera vez y con esperanza de que mejorase la situación, ¿con que cara se quedan? ¿Cómo se justifican?
Ha sido una conversación curiosa de cuatro segundos.
Reveladora. Intrascendente, también.
Sencilla. En fin, curiosa. Pero me ha parecido la voz del pueblo, del mío vaya.
Y creo que más de uno se habrá dicho a sí mismo esa frase al leer este artículo:
http://politica.elpais.com/politica/2013/01/30/actualidad/1359583204_085918.html
"Pero, ¿cómo puede ser esto?"
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