jueves, 29 de noviembre de 2012

"Mi hija está viva, tiene 22 años y no voy a dar un paso atrás"

Espeluznante caso:
http://www.granadadigital.com/mi-hija-esta-viva-tiene-22-anos-y-no-voy-a-dar-un-paso-atras-268265/

El alegato de Eduardo Raya en radio me ha tocado. 1990 fue anteayer. No hay excusa. Ante estos casos pienso en nuevas tasas de la Justicia.

Lo dice claramente:
No es una casualidad es que haya desaparecido el historial médico de “toda aquella persona que dice que le han robado un hijo".

Es evidente. Si las preferentes me parecen lo más escandaloso en materia económica seguido muy de cerca por la liquidación y venta de las cajas de ahorros, que será histórico, ya lo he escrito aquí en otras ocasiones,  lo de los bebes robados es lo que nos define como una nación de mierda que no vela por los derechos de sus nacionales y especialmente y con más ahínco por los derechos de los nacionales recién nacidos y se leen, se ven y se sufren los que los tengan cerca, casos que son flagrantes, ¡flagrantes!, en los que ha habido como mínimo un par de ilegalidades, como mínimo y son padres y son hijos o son personas, son ciudadanos, por los que el Estado no da un duro, no hace nada, no insta a las instituciones a darle prioridad máxima a estos casos, en primer lugar, porque los que hayan cometido delitos aún están vivos y no son delitos que prescriban, pero son viejos y si tienen que dar respuestas pues no hay tiempo que perder y es así, de sencillo, de claro y de directo, no hay tiempo que perder y no puede ser, pensando en nuevas tasas y los impedimentos legales que se encuentran están familias que solo quiere saber dónde están sus hijos o sus padres, según el caso y es flagrante que en España este tema no se solucione de raíz, en bloque y con la cabeza bien alta, sacando pecho del buen funcionamiento de las instituciones y de la total limpieza de todos los procesos, sin influencia de los poderes fácticos de cada ciudad y de las rémoras de décadas atrás, eso en el caso de los robos que se produjeron antes de la Democracia, pero en el caso de Eduardo Raya, ¡por el amor de Dios! Hablamos de 1990. Que está a la vuelta de la esquina, que fue antesdeayer como quien dice.
Le deseo desde mi modestísimo blog y con el poco aliento que pueda contener esta entrada, todo mi apoyo y ánimo a esta familia, la familia Raya, y espero que se le difusión a esta noticia porque de ese modo, lo mismo se ablanda alguna conciencia, que lo mismo no, pero quizá alguien se reconoce, o siente esa llamada de la carne, en fin, esto suena un poco a realismo mágico, pero seguro que hay casos en los que la intermediación de los periódicos o las televisiones ha permitido que las familias se encontrasen. No pasara eso con mi blog, estoy seguro pero bueno, es una forma de reivindicar a voz en grito lo que me parece el peor genocidio humano y ejemplo de ignominia de la sociedad española moderno en las últimas cinco décadas. Y mira que ha habido. Pues el peor.
Me da vergüenza. Pena y rabia.

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