Todos aportan ideas para gravar al ciudadano más desahogado o apretarle las tuercas a las empresas o a sus empresarios pero, ¿por qué no combatimos a los timadores?
Leí la noticia. El mercado de tarotistas y videntes por teléfono creció un 30% por causa de la crisis.
Vi el programa. No me acuerdo del nombre. Mercedes Milá.
Exponía el caso de un señora, de Jaen, que daba la cara y contaba su historia. Acompañada de su marido... Que daba también su opinión.
Era como un plano de Almodovar o un guión de Berlanga o no sé el que, pero era algo grande escuchar a esa mujer diciendo: No, si yo sé que no acertarán mucho pero bueno, algo te escuchan y por lo menos. Esa mirada. Ese tono de voz. Esa cadencia. Ese dejarlo ahí. Algo escucharan.
Y el marido al lado, el que metía los billetes en el hogar y diciéndole: Pero mujer, facturas de nosecuántos mil euros. Y ella: Ya, ya.
Le preguntaba por la salud y el trabajo. Sobre todo, por el de sus hijos.
Yo creo que es una infamia sacarle dinero a cambio de leer un supuesto futuro personal, pero cobrar por leer el futuro de otros, me parece el timo máximo. Sería curioso de estudiar, saber el dato exacto de cuantos usuarios de estas líneas de teléfono consultan el futuro de terceros.
La incertidumbre de la crisis. El paro que asola a la juventud. Los hijos en el aire. Los padres, al tarot.
No hay cortes, sale en la televisión.
Mercedes Milá, este mensaje va para tí, y para tu autocapacidad para engullir marrones y soportar la hipocresía del marco en el que apareces porque después de la emisión de tu programa en Telecinco, creo recordad, pero da igual, podría ser Antena 3 o la que sea, justo después del programa de denuncia de tarotistas ladronas por teléfono, ¿qué ponen? ¿qué se atreven a emitir? Pues un juego de llama y gana, para después, volver a lo de las adivinadoras y adivinadores. Mercedes, ¿qué integridad es esa?
Señores políticos, méntanle mano al tema porque es un consumo basura y merece una ley o una estricta vigilancia en el código de conducta porque es un segmento muy amplio de la población, un segmento desprotegido a mi entender porque tampoco tienen muchas luces y se sienten en peligro, en problemas, temiendo por el futuro de sus familiares, de sus vástagos y se desahogan con eso.
Muchas veces solo necesitamos que nos escuchen.
Eso pensaría la mujer de Jaen del programa de Mercedes Milá, y por no hacer referencias solo a la televisión, que también han sacado los errores de Sandro Rey? se llama así? No lo sé, que se equivoca a menudo y mete la pata hasta el fondo. Pero no basta con ese leve reply de escarnio.
Hay que llegar al hueso.
Señores políticos, vale que no es plato de gusto pero protegan a sus pobres nacionales víctimas de la incertidumbre. A mí tampoco se me ocurre.
Bueno, he tenido una idea pero creo que la voy a desarrollar en otra entrada.
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Voy con ella, sin olvidarme de la broma continua que Pepe Colubi le hace a estos timadores en su cuenta de twitter cuando trasnocha. No perdona una. Y vale, se pueden hacer muchos chistes a costa de lo estrafalario de sus pintas o de sus cagadas, pero creo que el mensaje de fondo y el que tiene que calar cuanto antes, es el de que es INADMISIBLE: simplemente y llanamente DELITO.
Es DELITO engañar a la gente. Debería serlo.
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