pues voy a probar otra vez de mañana, son las ocho y media pasadas, una hora muy buena para estar durmiendo y poco propicia para darle a la divagación existencial, mejor para todos, uno sin querer hace un breve repaso mental de lo último que ha transitado la chola, y claro, lo que viene así de primeras son los sueños, pero no los recuerdo del todo, se queda más bien la sensación, no lo que ha pasado si es que se puede decir que en los sueños pasen cosas, es todo complejo y tedioso de explicar, antes pues lo dejada a medias, sin acabar, en la carpeta borrador y ya, no era el momento o no lo tenía yo, era lo que me figuraba y lo de figurarse es el primer elemento realístico, me da la picada de inventarme palabras, palabrentarme inventalabras
me ha parecido divertido hacer eso todo el tiempo, gran parte de la movida viene de una repetición no consciente y muy alargada del asunto, me pasa con las canciones, me tiro media hora muteando un do mayor y mientras canto desmuteo, y así, no tiene el formato lógico, se ha alargado en una de sus partes, supongo que es parecido al pintar, abuso de un determinado pigmento, y eso es lo que le da el sentido, el exceso es donde nace la sensación primigenia de novedad, de simplemente unir y unir frases, a mí la inspiración que me pille inspirado y que trabaje su puta madre, la inspiración es tangible, la inspiración no es inasible, sí está, se nota, y pesa, el trabajo es un elefante cojo, el trabajo es la ecuación del que no se agacha para quedarse una rodilla tuya, sino las dos, sino la cadera y no dignifica, la dignidad es un mirlo blanco, va mucho en lo que uno se figura, inventalabrarse un futuro cercano que brille, inventalabrarse un porvenir, palabras nuevas para las sensaciones de mierda de siempre, que pegar dos conceptos no es un invento como quién dice, es un nuevo uso, un uso alterado, de eso va un poco todo, de alterarse y darle uso a las alteraciones, la música es aberrante por definición, la vida es aberrante por defición, creo que con la homilia estoy guillotinando la primera deposición del día, son las ocho y cincuenta y siete
me vienen refranes a la cabeza, qué mierda que tengamos ocho mil dichos populares para soltarlos a la primera de cambio, y escupirle el cliché a quién sea, y qué mierda de día se me avecina, estoy en ese punto que no sé si es miércoles o jueves, es jueves, pero lo he tenido que pensar dos veces, la semana se acaba por fin, van tropezando unas con otras y cuando te quieres dar cuenta ha pasado un mes, y otro, y otoño y el puto frio entrando por las rendijas, suena mucho la frase esa de lejos de aquí se pasa mucho frio, fuera de este techo pasarás mucho frio, la premonición esa, que la aplican en el fúrbo y se supone que se le dice al que se marchó del grupo, a la oveja descarriada, a la vaca sin cencerro, al ácrata, al disidente, pero el frío es de todos, es un lugar común, las rendijas son más personales y los sistemas de calefacción son otra conversación, y mientras tecleo pienso en lo poco que me apetece la ducha y el jueves en general, tengo que cambiar esa figuración del asunto, es un poco como funciona el cerebro, por moldes, con planchas, la idea de un árbol no es un chopo ni un ciprés, la idea de un árbol no es un árbol, lo he escrito aquí más veces creo, es un palo y un círculo, la idea de un árbol no tiene raíces, por decir algo y así son las ideas en general, sin raíces, y acabo de pensar que hoy voy a comer fruta, cada uno lo hace a su manera, pero casi todos lo hacemos mal, el mal es un lugar común, el dolor es un lugar común, la fruta no es un lugar y ha dejado de ser común, la fruta del tiempo, el tiempo es el gran lugar común, así se va mapeando el cerebro y en las perspectivas del día, me agobia conducir, la gente conduce mal, es el lugar común por el que todos transitamos muy penosamente a estas horas, nueve y seis para ser más concretos, no va a haber otras nueve y seis de este jueves veintisiete, así son las cosas, puede que estuviera mejor arqueando correctamente la espalda en la taza con la primera sino segunda deposición del día, pero aquí estamos guillotinando ya casi para veinte minutos y sin haber dicho nada, ni haber inventado ni una palabra, aunque creo que lo que os mola es el rollo diario, es o no?
Querido diario, esto guillotinando y lo mismo es solo un gas, que se va con el agua caliente de la ducha, tengo el pelo champiñón y me lo cortaron para el videoclip y así se quedó, querido diario, las cosas se quedan, de hecho de eso os aprovechais los diarios, los queridos diarios y los odiados, de que se queda, el furor, la tristeza, la emoción, en vuestras paginillas con una fecha anotada, que luego no dice absolutamente nada, el veintisiete podía ser veintiseis que ventidoce y es septiembre pero ya el octubre se huele y el verano apesta o el otoño se intuye o todo eso da igual porque el diario es el vaho de lo cerca que estamos del cristal, el querido diario de los cojones, pero qué vas a hacer, si ayer follé ya empieza a ser un buen día, seámos honestos, uno lo piensa, dejemos las erratas, vamos a hacerlo de una vez, sin ensayar, vamos a hacerlo de verdad y no a recrearlo, no te recrees tú tampoco que son las nueve y doce, qué tontada el tiempo, too figuraciones que nos hacemos, tengo mil papeles que pasar a limpio y hacerme un calendario, y bajar una mesa de oficina en plan mudanza en mi coche, tengo mucho trabajo pendiente, hoy va a ser el jueves del trabajo pendiente, querido diario de los cojones y estoy contento porque ayer follé, a veces pienso que eso es lo que buscan los lectores de blog o lo que he buscado yo mil veces, que uno dice, a ver, muy bien, mucha historia y mucha frase y mucho blablabla pero es que nunca desfogas, y acaso hay algo peor que un compañero de trabajo sino jefe mal follado, el malfollamiento va a llegar, el malfollesqueo es letal, la malafollescada es la madre de todos los males, el malfollaje en general, son pasos en falso del universo, son oportunidades perdidas para siempre es el paso del tiempo pero que paso totalmente del tiempo que es que oye, te lo recuerdo, querido diario que no somos inmortales, bueno claro tú no, puto diario arrogante de los cojones que por tener la fechilla puesta te crees que eres pa siempre como si tuvieramos mil vidas, pequeño iluso, como si no acabase esto o te fueras a poner una segunda vez, pienso en hacerle cambios a lo que hemos grabado, pequeñas cosas de mezcla aunque hace unos díez días pensaba incluso en regrabar alguna voz, lo que no tiene el más mínimo sentido querido diario de los cojones, y no tiene nada que ver con uno mismo, conmigo mismo vamos, que lo hago y lo defiendo que todo sea creación lo más única posible, pero claro, luego, dices, pues así se queda y da pelín de trauma, pero lo más probable por otro lado es que lo que cambies o regrabes quede peor, que es fuerte eso, no? que le dices oye, está un poco baja esa voz del coro no? se podría subir, no? y cuando sube es como, ah, claro, que quedaba mejor antes, cambiar las cosas para darte cuenta de que eran mejor antes, o de que mejor no existe, que todo es el patrón que tomes, que está guay como está o que, esté como esté, nunca estará guay y es el paso del tiempo, porque esto son diez días dándole vueltas a la olla y son y veintiuno ya voy tarde, no he dicho ni la mitad de lo que quería, pero ayer puse una lavadora, ojo con eso, que aparte soy amo de casa, la tendí al estilo explosión, veremos a ver, no tengo una frase épica de cierre, que mañana es viernes: ¡mañiernes!
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