viernes, 20 de abril de 2018
lo que decimos para escucharlo nosotros mismos
bueno pues hemos hecho cincuenta programas de radio, ok, es plural mayestático y es mi brasa que meto a manta por las ondas con mis canciones que me gustan más o menos, o unas más o menos que otras o lo que sea, que son descarga gratuita, ahora que nadie descarga o que tienen licencia libre, que nadie sabe lo que es, ok, pero llevo cincuenta y con lo de la cifra redonda pues me ha dado por poner los temas antiguos, o que sonaron y hemos puesto, esto es modestia mayestática, muchas canciones que están guapas, que al final, dices, con qué te quedas, pues con canciones y eso es lo que te llevas y lo que tienes a fin de cuentas, te quedan los tarareos y los escupitajos, te quedan los malos ratos que no se van ni con agua caliente y lo que cantas, que es por eso, chulo, lo de acordarse de canciones que han cantado o que las has tenido en la cabeza hace tiempo, y se produce el mismo efecto, al final son solo notas musicales que por si mismas, qué son, nada o casi nada y estoy pensando en apretarme un café de media tarde, son las cinco ahora en esta parte del mundo y hace una soleada tarde primaveral, o puede que compre café en el super y la cafetera caiga en casa, me he pasado dos meses sin cafetera y he tirado mucho de calle, en parte por quitarme unidades y en otra, por pereza, la madre o la tia abuela de gran parte de nuestras decisiones, y el miedo pero me da pereza hablar de eso, lo que decía era que son las cinco y es viernes, bueno no, eso no lo habia dicho y bueno, que no venia a decir nada, que es para lo que tengo el blog, para no decir nada y cometer errores ortográficos en público, y para exhibir un mínimo de pudor en mis insulsas cotidianidades, y echo de menos a mi gato pero vaya, que eso es todo, lo de siempre, la historia completa de la relación con el gato la voy a dar íntegra cualquier día de estos, que el aburrimiento me haga fulgurar interiormente, que me pasa con frecuencia sobre todo si no bebo café sin sentido, las cosas sin sentido por sí mismas son eso pero si se juntan terminan por ser algo, por ser como esto, y es un arrullo lo del blog, o así me lo tomo yo, como un riachuelo o una gotera, la riberita de las goteras, es una puta humedad esto, es la rotura de una bajante o un viernes sin ganas de nada, por las ganas que es lo que lo determina todo, pienso en los 50 programas, que oye, es cifra redonda y me da una pereza que flipas, la pereza es el gran motor encubierto del mundo, todo lo que dejamos de hacer en su nombre, y no me da para comprar café por ejemplo que no me apetece nada, me daría un paseo cuando termine de teclear esto, y cuando empiece el programa, porque llevo los cascos y me motiva esa sublimación del ego de escucharme a mí mismo en directo, que es como el blog, es como todo, cuantas cosas no diremos por escucharlas nosotros mismos, más de la mitad de lo que hablamos, creo yo, estamos en monologos en publico que se acostubran a oir los que nos rodean pero que dan igual, esto se quedaría en borrador, sí, sería lo más probable en un día cualquiera pero no hoy, me gustaría contar más cosas, siempre que pienso en hablar de algo me viene a la mente la carita de mi gatito, quizá sea una metáfora de mí mismo, que es como un mini yo, como el yo callejero, o el yo abandonado, o no sé, o todos los no lo sabes con dos ojos y una cara, es la cara de no saber porque no habla y todo se infiere, y si no hablasemos realmente, o sea si el acto comunicativo no se diera solo por el hecho de recibirse y escucharse, como si no fuera eso, sino interiorizar, hablar de verdad con una persona de forma distinta a cómo hablaríamos con otra, no contar siempre la misma historia a todos, contarte la misma historia a ti, o hacer un programa de radio para recordar cómo te emocionaba la música nueva que escuchabas, para revivirlo en los primeros veinte segundos de canción de las que cautivan de forma instantánea o simplemente hacerlo sin pensar ni tratar de ponderar, porque ponderar es una mierda o es muy posible que termine por ser una mierda si no tomas adecuados patrones de referencia, eso lo jode, es como un problema que escribes mal la cifra de primeras, porque te sale un cinco en vez de un seis en el trazo y ya vas con el fallo arrastrado hasta el final, eso pasa en la vida real no solo en clases de matemáticas, se hace mal el cálculo, se pierde el rastro, le acaba saliendo mal el resultado y pasa, que es trágico en misiones de vida, en verdaderos propósitos vitales, que pasa, de verdad con cosas que de verdad importan, no con un blog, no con un programa de radio, que son mínucias convendremos pero cincuenta minucias, que lo pequeño es pequeño pero puesto en fila también abulta, cuando viene poca gente a vernos siempre digo lo mismo: Y si tuvieras que pagarles un bocadillo? Ya no parecen tan pocos, no? Pues a las penas, bocadillos. A las puñaladas, ponles kepchup. A los sinsabores, lomo completo. A la tristeza, bacon a la parrilla. Y grasa. O gracias. A la miseria, gratitud y esperanza. Eso siempre descuadra. A lo malo, descuadre. A más pena, más gloria. Y luego estar tranquilos y lo importante de verdad, que nos de el sol. Para tener buen color y buen calor o un poco de los dos. Que fluya la rima y la tonteria. Que no pase un día sin un rayo de luz con calidad. La expresión calidad de vida me parece tan tonta como calidad de muerte, las calidades de la existencia son supuestos patrones de referencia en los que creemos entendernos pero una mierda. Se pillan mal las medidas de la felicidad y luego te queda grande en cualquier rincón. Y no sabe uno que hacer con ella. Lo de hablar solo que es como escribir un blog pero menos cansado pues sirve para aclararse mentalmente con el mobiliario vital que buscamos en nuestro corto paso por el valle de lágrimas, valle del café que estoy echando de menos a mil, bueno pues eso, que esta tarde es el programa 50 al que, sinceramente, nunca pensé que fuera a llegar, que ni es un hito ni nada super loco pero oye, son y las cosas casi siempre son así, son lo que son puestas en fila, es un mundo ordinario donde no está de mal ordenar las cosas así, ordinalmente y una tras otra, un día y otro, una semana y la siguiente, y un mes y un año, y hasta que ya no hay más tiempo, que llevo unos días pensando en eso, que debe ser la muerte como cuando el movil tiene veinte de batería pero te pones a navegar y de repente, se apaga y dices: joder pero si tenía veinte de batería, pues eso es la muerte para mí y también es estar aquí escribiendo esta mierdusca para vuestras mentes emborrizadas siendo viernes con el estomago pálido, así que ya, os sigo contando en otro momento, nuevas mierduscas sobre todo para ver si yo mismo me entero de algo
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