jueves, 12 de octubre de 2017
todos los derechos reseteados
uno se pregunta por las motivaciones a la hora de escuchar música en esta época en la que las radios han muerto y las discográficas son zombis o los que eran los prescriptores oficiales pues ya no tienen la atención o el valor de faro y todo vale, todo cabe y todo se asimila y se convierte en masivo sea lo que sea sin que concurran fuerzas externas, con una centripeta fuerza que solo tiene lugar en y gracias a la red, porque los medios de difusión e incluso los de producción han cambiado por completo y están en red y los mediadores han cambiado o no tanto, pero el entorno se ha vuelto difuso y complejo, amago aquí sobre ello porque uno no termina de tener claros los motivos por los que se conecta con una determinada música y el papel que tienen en eso los intermediarios o los que disponen de dinero para inundarlo todo o de forma sutil se cuelan en los comerciales de televisión o son campaña de una famosa marca y de forma discreta condicionan el gusto, en programas o como sintonías o cuando es cuestión de miles y la promoción abarca todos los niveles, eso o eso, con el presupuesto de no dejar opciones, simplemente bloquean los medios con una redifusión abusiva al amparo de que es lo que la gente quiere y se lo dan como decía el hermano Davis o se instaura un nuevo modelo y estan ahí, valen como pasantes y en medio de emisor y receptor se situan para variar el flujo, para acercar el ascua a su sardina. y tienen muchas sardinas, muchas más que ascuas porque el fuego escasea pero el género es infinito porque se supone que la red anula todo eso, hay sardinas y fuegos para todos pero el caso es dar con ellos, pero se sigue en la misma pesca de arrastre por parte de los grandes y los enanos siguen con su anzuelo apuntando al cielo, viene a ser lo mismo pero no del todo, no hay difusión fuera de la caja o simplemente va mutando la atención del público y la nueva fm es la red de vídeos de youtube y su reproducción automática o las listas de reproducción de spotify pero se compran visitas del mismo modo que se compran seguidores o vistas, es decir, se altera de modo consciente el proceso, lo que pervierte la red y su supuesta democratización de emisor receptor a partir del papel conjunto de usuario y previo pago el entorno digital supuestamente libre y accesible a todos, se condiciona y se compra en lugar de descargar y el modelo itunes deja en cuadro a todas los gigantes que no pensaron en ello, que no repararon en su importancia al poco tiempo y cambia y ha cambiado pero intentando que nada cambié, esa ambivalencia que ha derivado en la feroz crisis del sector, por sus malas cabezas sin duda pero por la galopante crisis de producto que no parece que vaya a tener conclusión ni solución ni fin y es diferente por tanto la recepción y por otro lado se perpetuan los sistemas antiguos, los de los gigantes y poderosos que no quieren perder privilegios, siguen copando el fuego y tienen más sardinas, invertir en pescado se ha vuelto barato, tienen mas espacio para los mayores presupuestos y se va copando lo alternativo, no cambia nada sino que va a peor, los diales que no están comprados terminan por tener los mismos artistas de la misma nómina de artistas del que paga en otros medios, no hay un espacio intermedio y no parece que a nadie le importa, ha dejado de ser un valor, lo de hacerlo tu mismo, lo de la descarga gratuita, lo de name your price, todo eso, no ha supuesto o no supone la revolución que anticipaba, y pasa eso a todos los niveles con la red, parece haberse quedado a medias pero no por faltar a lo que prometía sino por un desinterés del usuario, menor participación, menor papel de emisor, y siguen vigentes los antiguos medios secuestrados que repiten y repiten las mismas canciones, las mismas formulas, los mismos atajos y con un público que lidia con distintas realidades, todo esto se libra en las ondas, en el ciberespacio pero a pie de obra, la realidad es bastante más propia de Berlanga y todo se vuelve complejo cuando entran en juego los concejales de fiestas y festejos de los pueblos, que deciden los carteles de verano o que colaboran con dos o tres empresas de management que meten a unos y otros en el paquete promocional, que se mueven en festivales y al final, de otro modo o con el pack, pues hacen también valer su cuota, que si se trata de nombres de primera fila a los que han amamantado las multinaciones pues terminan por cerrar el círculo, y esos se baten el cobre con los que se dan a mamar a sí mismos, los que han montado su propio sello o han sudado sangre para sacar un vinilo o un cd que no compra nadie y no está en ningun sitio, porque el mundo de la distribución y la jungla de las tiendas pues es capítulo aparte paa grandes y pequeños, porque el ritmo loco del mercado lo marca el ritmo loco de vida, de usar y tirar o más bien, tirar y tirar, pero los tiempos no tienen mucho sentido los que marcaba el marketing antiguo, ahora que todo está a la mano, que es accesible veinticuatro siete, no le veo sentido a postergar un lanzamiento, a tener una fecha para una presentación de campanillas, porque convive uno con lo otro pese a la resistencia de todos, en especial de los temerosos que ven peligrar su exiguo porcentaje, o su negociete o su acuerdo con media docena de ayuntamientos, que es una campaña interesante en verano y llama la atención que cada dos o tres años, vayan repitiendo los mismos nombres consagrados en una comarca en las ferias de turno, con los dineros de todos y los presupuestos poco claros o poco trasparentes, lo de los cachés y el tira y afloja es otra cuestión, pero ahora está el branding content que es, en resumen, una forma de abaratarlo todo y regalar eso que nadie valora ya, la integridad y la independencia que puede que sea lógica en el aislamiento, en tiempos de internet la desconexión no parece ser una opción, todos estamos conectados, todo se descarga, todo se transfiere, todo es menos, todo es más fácil, o más asequible o debería serlo y eso es bueno o debería, agarrarse con uñas y dientes a lo anterior, a lo malo conocido, o a un reparto injusto de beneficios o un conteo cuando menos algo sospeechoso de editores y compartir con los lobos el ejercicio de un derecho inalienable y la burocracia que lo rodea, que hace que el pastel se vaya achicando por todos los lados y sean migajas, migajas en la madrugada, migajas inaudibles y el cómputo de bolos y de canciones para que te pongan un poco en el plato a final de cada año pero perdiendo cada vez más sentido la palabra autor y parece que quejarse es no aceptar el panorama o simplemente patalear, son un conjunto de cosas que me hacen desesperanzarme aunque no veo que esté todo perdido, hay muchos grupos haciendo cosas muy buenas y los borregos van de una cosa a otra sin saber muy bien por qué, es esa masa más dañina que nunca con sus palabritas, sus temazos, sus jitazos, sus grupazos... Es eso, la banalización de símbolos que significaron algo y aquí cabe desde el logo de los Ramones a las portadas de Joy Division en camisetas. Que se venden en grandes superficies que se caracterizan por no vender ropa limpia. Y ahi esta. El logo de Exploited o de Motley Crue. O quien sea. Es eso. Sustraerle el valor subversivo y que se quede en una camiseta de oferta. Que no significa nada. Que no es nada más que un básico para combinar con cualquier cosa. Por otro lado el discurso de simbolos en el rock o en el arte es tambien ridiculo. No es sostenible. Pero robar los significados es algo que entronca mucho con el siglo XXI. Que no se respeta nada. O no hay ese proceso de búsqueda. Ese respeto al contexto o al presupuesto. Al origen. No nos gusta leer las etiquetas y menos en el podrido mundo en el que las etiquetas apestan a no respeto de los derechos humanos. La industria del entretenimiento cuenta con las mismas técnicas esclavistas. Ya se rebeló Prince. Cualquiera de los grandes lo ha expresado. Como se troncha la trayectoria incluso de los exitosos. Como se arrinconan o se entra en cálculo de probabilidades totalmente ajenas al arte y al producto. Y porque los borregos van detrás de uno y no de otro, como se contagia ese falso interés y mira que siempre he defendido que haya un nivel de actualidad, de grupos on fire, de nuevas propuestas que vienen desde fuera y con sellos o grupos de referencia pero al final se ve que es todo como seguir al flautista de Hamelin y acabamos siendo ratas con las orejas puestas en lo ultimo, en lo más molón, en lo más moderno o en lo más estúpido. Está claro que no resiste el paso del tiempo. Pero el daño ya está hecho. No hay estructura media. Se proyecta exito. Pero el interés sigue sorprendiendo y explota lo latino con el reggaeton o con el electro, sin que ningun cerebro de oficina gorda se diera antes por aludido y cuando quieren vender cumbia, ya está pocho el asunto. Es todo así. Como una carrera que es infinita y que no se llega nunca a la meta. La figura del A&R es la que lo jodió todo, le escuché a Iggy Pop en una entrevista y se explicaba diciendo que era el tipo que le decía a otros lo que tenían que escuchar y que antes no era así, porque los dueños de estudios de grabación eran viejos que no tenían interés en la música de los jóvenes pero tampoco interferian, les dejaban los equipos, les daban sus días, les editaban sus discos... No se metían en el proceso y eso, parece explicar porque los discos de los 60 y 70 tienen esa virginidad creativa en apariencia. Como si nadie hubiera violado el espiritu creador genuino. Y se redujesen a cero los procesos ejecutivos. Del microfono a la bobina y de ahi al vinilo o a la tienda. Sin más. Sin consejos ni sugerencias. Sin planes de marketing. El empleado de la multinacional, esa figura de mandamás que está con unpie en el bussinessy otra en lo que se lleva, es el que nos ha traido a esta época de copycats y propuestas sin chica ni sangre. El que selecciona lo que va a pegar fuerte y decide donde poner los miles de euros. Y siempre por detrás, se da cuenta del boom de lo latino y a todo le pone o le propone una colaboración con algún rapero caribeño. Es curioso como lo establecido asimila todo eso. En todos los nuevos singles de artistas de primera línea se oye un fondo de percusión reggaetonero que parece incorporado de serie a todo los que se lance hoy en día. Parece un requisito indispensable que haya un bombo y una caja que suenen como una pelota de ping pong aunque sea un cantante melódico de toda la vida para que le de ese punto de actual. Eso es patético hoy y siempre. Esa ambición de vestir de actualidad la música prefabricada es penosa. Es como querer equiparar el trabajo de un pastelero, artesanal y con tanta azúcar como cariño en todo lo que hace o la fabricación en serie de una máquina que hace iguales todos los pasteles y que pueden estar sabrosos pero rebosan grasas saturadas y son totalmente impersonales. Eso pasa con muchas de las canciones de éxito, que no le ponen nombre o no se identifican con un artista, solo son exitos de baile. Que se identifican por dos o tres palabras del estribillo. La tecnificación del gusto nos ha llevado a un escenario de posverdad. No es cierto lo que nos etiquetan como alternativo o independiente. Es lo mismo o los que empiezan a empaquetar con etiquetas molonas para vendernos la moto, y ya sea la cumbia para venderla tres años después de que suene en todas las fiestas, o el synthpop o la dark wave o lo que sea que tome algo de relevancia y se pretenda hacer el trasvase a un público mayor, el que quiere cambiar la audiencia, ampliar el horizonte y vender más, ese es el que lo jode todo. El que se interpone. entre una natural oferta o demanda adulterando ese proceso. Al final no hay barreras y la música que es una expresión cultural y oral sobre todo, pues se abre paso como los secretos por encima de todo, las lindes o las fronteras y las normas o los límites de las grandes empresas y sus presupuestos, sus líneas de negocios o sus apuestas de futuro, en sus diales comprados, o sus me gustas falsos o sus seguidores que son robots o las campañas de marketing, o la música de anuncios o los anuncios de musica donde sea, una y otra vez un bombardeo, una y otra vez, invirtiendo en el desinterés del personal y su vagueza, apostando porque no van a buscar, ofreciendo lo vulgar, lo zafio a veces y una y otra vez y otra vez, y repiten y repiten y repiten. Entra en parrila y lo queman. Y vale dinero que una canción se vuelva carbonilla. El mismo dinero que la difusión falsa, las escuchas falsas, las falsas visitas... Asi se está jodiendo todo eso con las honrosas excepciones de los que no lo hacen así, que son cada vez más y los sellos que están al otro lado, los grupos que están en el under y que respetan esa especie de norma no escrita de no venderse, de no participar de cosas mafiosas, no plegarse a la dictadura de los concejales de fiestas y festejos, los managers de zona y todos los mamoneos de zona. Y en realidad yo queria hablar de las motivaciones a la hora de escuchar música. Lo que te mueve.Recuerdo que cuando era un adolescente yo me guiaba mucho por las camisetas que veia. Y se veian muchas de Soziedad Alkoholica por ejemplo. Y se veian, claro, de Metallica y de los Maiden. Y eso escuché entonces. Y así seguías pues con The Clash por ejemplo con la camiseta de London Calling y te ponías ya a unir puntos. Uno por el punk, el otro con el trash y escuchabas los discos. Quizá no enteros pero en una gran mayoría, te metías en ellos. O te los prestaban con una cassette de 90, con uno por una cara y otro que a veces no tenia nada que ver en la cara B, todo esto condicionaba la música y por no hablar de los vinilos, a los que le dedicabas el cuidado con la aguja y te los enhebrabas contigo mismo. Como el que se cose un parche a la chupa. Pues antes los surcos eran la aguja. Esto suena a sublimar el pasado pero no es así, son los condicionantes de la escucha. Es un tema de contextos. Como se llega a la música, sobre todo ahora que se han acortado todos los caminos y todo está disponible, todo es asequible. Ya. Aquí. O debería serlo porque de facto lo es. Todo esto me gustaría organizarlo más. Es como los criterios de noticia. De eso me acuerdo de la facultad. Habia varios. Varios criterios. Varios puntos de vista. Proximidad. Cercania. Implicacion. Notoriedad. Relevancia. En realidad no lo recuerdo tan bien. Pero bueno.... Me sive para el ejemplo. Los criterios de noticia no andan tan lejos de los criterios de escuchabilidad, por decirlo asi. Todo eso es parecido en lo musical, es similar aunque no igual. Lo que es noticia, lo que sale en las ondas, lo que copa los programas.... Los intereses detrás de todo eso. En mitad de todo la moribunda industria, paupérrima y triste que se mueve decrepita hasta su exterminio, pero aun hoy casi extinguida y casi desahuciada siguen imponiendo rutinas o tiempos. Lo que mueve al oyente, quería hablar de eso. La escucha consciente, por ejemplo. Seleccionando la descarga gratuita o la licencia creative commons, para discriminar propuestas. Como en el programa de radio que hago cada semana. Una limitación que marca otros caminos y permite escuchar otras cosas, buscar en otros cajones y una vez se recorre esa distancia piensas: ¿Por qué no hay más interes por las propuestas que son gratuitas? Parece obvio determinar que el factor precio no es determinante en la compra cultural. Hay una especie de vestimenta, de moda, de lo que está on fashion que pesa mucho más en la opción de compra. Una temporalidad en los productos de primera que parece moverse como en la bolsa por una especulación de los gustos de la masa. Que están manipulados, es otra forma de decirlo. Que todo es una manipulación. Se hace duro o triste pensar que esas camisetas de los Maiden o de Metallica pues tenían mucho dinero detrás y nuestros héroes de la juventud pues eran empleados de multinacionales. Eso es desesperanzador. Tienes la sensación de haber sido timado, que dijo Lyndon. Esa sensación. De productos bien vendidos por vendedores profesionales de cosas vendibles pero que no son héroes. En fin, todo esto se ha ido un poco de las manos. Iba o quería ir al origen de la filia. La cercania de las bandas de la zona. Los local bands y las escenas locales que es otro fenomeno que nunca llego a serlo pero que en sus timidas manifestaciones en ciudades de provicias siempre ha sido percibido más como una anomalía que como un foco dinamizador de inquietudes. No tengo la menor idea de por que divago sobre esta mierda en el blog. Todo nos parece una mierda menos lo vuestro, que cantaban años atras otros olvidados de lo indie o alternativo cuando realmente era algo diferente. Ni siquiera tengo un titulo para esta entrada del blog. No tiene mucho sentido. Intento buscarle alguno. Intento que haya un camino o ver el mio, si es que hay uno. Si es que tiene alguna razon de ser lo de tocar las canciones y viajar para que suenen en directo y en vivo. Para algo.Porque hay como un principio de utilidad o de lo contrario que me hace entrar en conflicto con esta movida, y cada semana escucho mucho música. Mucha. Para el programa y simplemente para desconectar. Me jode cuando encuentro algo guapo y no lo puedo pinchar en el programa. no entiendo que los grupos no están más metidos en general en el movimiento copyleft y que la mayor parte de la gente no tenga ni idea de lo que implica el copyright y el todos los derechos reservados. Acabo de encontrarle titulo a la entrada: Todos los derechos reseteados. Los grupos que empiezan y que necesitan que les echen cuentas y les hagan caso, no tiene sentido que licencia su música del modo convencional que lo hacen los que trabajan con editoras profesionales. Nadie le explica eso y es ópaco, cuando la rueda de las televisiones salta a la primera plana, parecen expuestas las verguenzas de todos los que han hecho campaña a favor de según qué entidades de gestión, y salen manifiestos y demás que son un verdadero despropósito. Y que sea tarde, explica muchas cosas. Que sea legal es aún peor. El conteo es un choteo. La forma de repartir es una verguenza. No tiene legimitidad. Son muchas las voces que clamaron por una intervención del ministerio pero es meterle mano a una cuestión bien sensible sobre la que se han pactado ya bastante anacronías, en forma de canon o de prebendas similares que nos hacen andar hacia atrás y de espaldas al futuro. El futuro. Es negro y hostil, segun se presenta en estos términos cuando deberia de ser tegnologicamente más fácil. Esto se aplica a todo lo relacionado con la distribución y puesta en circulación de la música. Su venta. Parece que habria que empezar de nuevo. Tabla rasa. Borrón y cuenta nueva. Porque el borrón de Bautista y compañía es cosa seria. Al final es solo una sociedad de gestión y son solo cobros, porque se trabaja en otro ámbito, el de las ideas y se hace de un modo corporativo, como es el caso de las campañas de Atresmedia, Crea cultura. Usando los conceptos como comodín para colocar producto de la compañia. Eso es un abuso. Y que las editoras tengan las manos metidas en el pastel es una verguenza. Y que haya tantas fallas, que los grupos tributos que no pagan tributo florezcan como setas y que no se ponga coto a los que van por ahi robando y repartiendose el botin del repertorio de otros y que sean artistas en activo, es flagrante, que haya tributos de gente en activo que es basicamente o son caraduras y es algo que se permite o se tolera habla de la medida del desastre, de los tiempos que se arrastran porque correr, no correr y casi ni son tiempos, porque también han cambiado los tiempos: de escucha, de atención, y viene condicionado por los soportes pero también hay algo de concepto que no se valora. Los valores. Hay una identificacion de grupo. Unas motivaciones subterraneas que cada vez lo son menos por el empuje de la turba. Hay una identificación de la masa. En masa. Amasa todo y se mezcla en el pan el desinteres, con las propuestas de cartón piedra, con la moda y lo que viene de esta temporada, se usa para vestirse a la última y se le desprovee de su sentido original como con las camisetas de los Ramones o las portadas de Joy Division. Ya no es lo que era. Se coge la parte por el todo pero reduciendo el todo a la nada. Aunque sean consumidores que no saben ni conocen el origen se pierde la cadena de custodia de los valores primigenios y se altera el proceso. Me temo que además los autores no cobren nada de que se utilicen sus obras para las portadas de los discos o los logos para los grupos. Que sean recurrentes iconos de modernidad vacia nos hace daño a todos los que nos emocionamos con la voz de Curtis o de Joey. Silencian el legado y lo reducen a una camiseta serigrafiada. Estoy mezclandolo todo pero es que es así como se presenta y con una media de la docena de canciones buenísimas o que a mi me lo parecen que suenan en el programa y que son gratis, casi siempre están en descarga gratuita pues me sorprende que sean ignoradas y que esa gratuidad no sea un valor a tener en cuenta por lo menos. Si en un supermercado hay una balda llena de productos gratuitos, estoy seguro que le echaríamos un vistazo, o deberíamos, quizá con cierta desconfianza o con recelo pero un ojo o un ojillo por lo menos se llevaba. No pasa así con los que compiten en clara desventaja en el supermercado de la música. Y se supone que internet iba a hacer que cambiase ese supermercado y poco a poco, con palabras que están cargadas de veneno, como pirata o como piratear que es un verbo un tanto nuevo, que sirve para cargarse el perfectamente legítimo P2P y dar pasos hacia atrás, blindando nuestros pequeños negocietes obsoletos, en lugar de buscar nuevos entornos y nuevos yacimientos de vil metal. No se puede detener el progreso para no perder nuestra cuota. El tiempo no se detiene. Pero se pueden condicionar los gustos y los intereses. Se puede confundir con los valores. Se pueden mantener los soportes y en lugar de afrontar la crisis de producto con ideas imaginativas y nuevas propuestas, esencialmente creativas y no de marketing, pues buscar nuevos espacios, nuevos nichos de mercado. La expresión nicho de mercado siempre suena un poco a muerte, ¿no? No la veo muy afortunada la verdad. Pero eso no viene muy al caso. Es desesperanzador ver o comprobar que la masa se guía o se deja guiar por lo que se supone que está más a la moda o más a la última y ya esta. Que de forma sistematizada se ha ido minando la competencia como oyentes o como receptores para amansar y amasar los cerebros como si fueran barro blanco y metiendole levadura en forma de bailoteo barato para menear el cubata los fines de semana y listo, como saberse tres pasos o con fingir que se canta a coro en el estribillo, pues podemos pedirnos otro ron o una ginebra que nos da otra hora de noche y así. Mientras, el sector sigue. Sigue en sus singles prefabricados de antaño. Siguen en sus promos ineficaces. Siguen en sus gastos de miles. Siguen en sus fallos caros. Siguen alterando el sistema y a veces cantan bingo. Siguen buscando. Siguen jodiendo el sistema. Es lo que opino aunque lo he mezclado todo. es por el programa de radio y todos los grupos chulos que suenan y que me gustaría que sonasen mucho más, aquí abajo están los de las últimas semanas, comparto aquí los discos completos porque molan los discos completos y quizá mientras estás en el blog, escribiendo o leyendo pues mola escucharlos, no es lo mismo que en el programa, es otra escucha, son otras condiciones, es otra puerta abierta para llegar a esos discos chulos, en fin me voy a la cama, hoy ha sido un dia largo y mañana hay programa y está muy chulo, es a las 19 horas en el 107.1fm pero podéis escucharlo ahora mismo en el blog si queréis que está el enlace por ahí más abajo. Lo de los derechos es algo que me parece que debería esta mejor explicado en otra entrada del blog. Así que amenazo con volver a ello, tampoco es que tengo muy claro nada de lo que escribo aqui, que es personal, siempre lo digo pero es que es verdad, lo que me da coartada tanto para las payasadas como las erratas o impreciosiones o lo que sea, parece como los parrafos del autor pidiendo perdon a los lectores antes del libro, pues eso, que es personal y cabe todo y no lo pienso demasiado ni tengo mucho tiempo, me gusta curarme la confusión aqui y es como en publico pero es como hablar o pensar en voz alta y simplemente me gusta escuchar el tintineo de los dedos en las teclas y darle vueltas a estas movidas de las que, sinceramente, tampoco atesoro tantas certezas pero bueno, ahi queda, me voy a la cama
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