viernes, 30 de septiembre de 2016

Denostadores desnortados

Este verano he escuchado hasta tres veces conversaciones musicales que hacía años a las que no asistía en vivo y en directo, y pensaba que como los demonios de Tasmania, pues ya se habrían extinguido pero, no, y son muy rancias, muy viejas pero sobre todo muy infructuosas, datan de mi juventud, que tan lejana nos queda en la memoria y en la fecha del DNI, a la sazón voy poniendo guiones y actualizando estos debates de mierda que siguen vigentes en el sXXI:

- Que Metallica renegaron del trash con "el negro"
- Que Nirvana lo jodieron todo con los tres acordes
- Que Metallica renegaron de sí mismos con el Load.


Joder. Tres veces. A tres personas distintas. En ámbitos distintos. En ciudades distintas. Y siempre la misma mierda. Mierda muy antigua. Tres veces la misma mierda. Que si Metallica... Que si Nirvana.... Venga, hombre. Que estamos en otros siglo.... Que vamos a cumplir cuarenta palotes, nene. Que nos queda ya antiguo eso. Y es feo. Feo era entonces y feo sigue siendo, lo de afear conductas, trayectorias, grupos, géneros... A peña que, joder, admiras. Queda feo. Y, aún en el peor de los supuestos, de cagarse en el pasado de uno para ganar más cuartos, vendiendo el alma al diablo o al que le hace los préstamos, para ser esclavo del vil metal, pues tampoco. Porque allá cada cual.

Es rancio. Pero rancio, muy rancio, porque uno creía que con el Youtube y no sé, con el nuevo siglo, pues esas mierdas se habían superado. Y los discursos que se basan en la técnica para decir que Cobain era un engañabobos, pues igual... Y que a él, al enterado que pontifica y sigue dando la brasa con que todo era mejor antes de Smell like teen spirit, con Axl y su banda en leggins, y los punteos de los ochenta pues no se la colaron con la mierda esa del grunge. El indie es culpa del grunge, he llegado a oir incendiando el cerumen de mis pabellones auditivos y tratando de fingir una mueca de aceptación de semejante estupidez. Pues vale. Yo me limitaba a recomendar a Pixies, Dinosuar Jr y no la época dorada, los discos de este año y a los, desgraciadamente fenecidos, Sonic youth.

Al indie se le tira hoy en día con perdigón, balín y con flecha y arco, pero ni comparación de los machetazos que se llevaron Nirvana y la peñita de la época. Que entró en tromba y la mierda que se soltaba del grunge, agüita. Putos heavies renegados, joder. Pedísteis la batalla. Metallica os lo confirmo, como Puerto Rico. Y fue tremenda gosadera. Los jovensuelos y las jóvenas de antaño pues no os acordais pero aquello fue punto y aparte, Y nos moló a los que éramos más chaveillas porque, como dije yo, ¿a dónde conducia el camino de Guns and Roses? Más purpurina. Más cardado. Más balada. Como que no... Estaba ya pasaete. Y los jerseys anchos, los pantalones rotos, el look dirty y las camisas de cuadros camparon a sus anchas. Una pena para la peña de leotardos, cuero y tal.  Los que no entienden el punk, pues mal. Igual que esa mierda. Porque los noventa en algún aspecto fue punk, o eso opino yo y no en sentido revival, sino como vendida de burra máxima y masiva.

En todo caso, joder, qué es eso de decirle a nadie lo que tiene que ver, oir o hacer. Pues no, claro que no. Súper vieja la mierda de decirle a un grupo lo que tiene que hacer. O lo que no. Que es mucho peor. Poner límites. Poner fronteras. Y así, tan campantes, los habladores que defienden el estilo del primer disco o los extremistas de pensamientos único siguen dándo espuela subidos al burro veinte años después. Veinticinco casi. Que es tiempo como para hacer la cuenta nueva y que el borrón ya haya ido a la Universidad y, por lo menos, esté de practicas. Borrones nuevos os pedimos, odiadores. Un nuevo modelo de odio, más de ahora, más actualizado, con algo más de lo que nos toca vivir, coño. Que estamos de mierda hasta el cuello. Será por mierda. Vivimos en mierda. Somos mierda. Joder, echamos de menos la mierda que éramos anteayer. Somos una mierda peor cada día y algunos siguen manteniendo viva la mierda de hace veinticinco años. Eso es fe, joder. Porque, al final, esto es, como casi todo, un problema de fe.

Lo que nos hace descreer no es tan distinto de lo que nos vuelve conversos. El salto es el mismo. Con el que te subes al caballo o con el que te caes. Es el sentido. La distancia recorrida viene a ser muy parecida. El camino de fe. Que se vuelve senda. Luego, vereda y finalmente son ramas. Maleza pura. Maleza mala. Alguien que renegaba precisamente de "el negro" de Metallica tenía, ojo al dato, un grupo tributo a Metallica, ¿un grupo tributo de los que reniegas? Pues sí, centrado en la época trash, eso sí. A ver. Si homenajeas a un grupo, cómo eres capaz de criticar sus giros creativos o que se corten el pelo o que, joder, pues sí, que den bandazos, con qué derecho... Si tú tocas lo que ellos hicieron. No estan amaestrados. Hacen lo que quieren. Y tú haces lo que ellos quisieron, ojo con esto, dejar de hacer. Joder. Es que es lo peor. Y ya no eso, lo que es todavía más feo... Denostar. Feo, feo que está el denosteo. Que está muy feuno en boca de cualquiera pero en el que hace homenajes. Pues, córtate un pelo. Como los Metallica, córtate un pelo o córtatelos tós.

Curioso me parece y más que anécdotico, el complejo Sansón. Lo de cortarse el pelo... La importancia que se la da a la pelambrera en la cuestión musical, no deja de asombrarme. Vale que la estética, las chupas, las botas, yo qué sé... Los sombreros. La indumentaria indica algo, es una forma de lanzar un mensaje... O lo era. Aunque salgas en chandal o precisamente, si sales en chandal. Pero no es tema menor el atuendo. No en sí, el ropero del músico que me interesa cero, y que es más para las disecciones de las revistas de moda. Hablo de lo que entronca con la identidad y por extensión, atañe al mensaje. No poder hacer headbanger por tener el pelo corto, pues sí, atañe muy directamente al mensaje. Eso está claro. Pero coño... Vamos a superar esa mierda, no. Que venimos desde tiempos de los hippies dando por culo con el pelo. Cualquiera diría que tanta importancia a la melena sirve más para taparnos las orejas con prejuicios, que para abrirnoslas.

Joder, no critiquéis. Pero si tenéis que criticar, acepto que se haga pero con argumentos que vayan mas allá de la capilaridad. Argumentos que estén más allá de la dermis, incluso. Y no critiques lo que homenajeas de un modo u otro. O critica pero, joder, no denostes. NO desnostes, coño. Y menos, mucho menos, nada de nada, si tienes un grupo tributo.... Que músicos que hacen repertorios ajenos denosten nada creado por otro. Coño, es que me jode... Denostadores desnortados me joden. Me joden. Ya lo siento pero me jode que sigan existiendo y que las mierdas tan viejas no sean ya abono pal campo. O incluso flores.

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