lunes, 20 de octubre de 2014

me cansa el optimismo

A veces me cansa no voy a engañaros y tampoco a concretar. El cansancio es una mole que lo arrasa todo en plan avalancha y contra la que conozco pocos antídotos porque en cierto modo es natural. Por más que lo tengas planificado, y que dispongas de un tiempo para recuperarte y volver a coger fuerza e impulso, te alcanza la mole y te deja sin piernas ni ideas, o por lo menos, a mí me ocurre y como no es lineal, ni la vida ni cualquier actividad que tenga que ver con la creatividad, al poco te olvidas, te sacudes la nieve que te ha sepultado y vuelves a irradiar esa vitalidad contagiosa que es ahora tan necesaria para cualquier empeño. Esto es algo que me tiene a maltraer en los últimos meses, la condición indispensable del elemento ilusión en todos los ámbitos de mi vida. Al decir esa expresión, o al escribirla, todos los ámbitos de mi vida, me ha llegado muy dentro un acceso de pudor que espero que en unos minutos se me quite. Debería estar fregando los platos y la cocina, en todos los ámbitos de mi vida como digo hay tarea urgente que resolver y ese particular de las ocupaciones domésticas es tan necesaria como en cualquier otro ese componente de motivación. Parecería que no, que poner una lavadora no exige de una cierta predisposición espíritual pero en mi caso, sí, poner lavadoras es casi un estado del alma porque tengo bastante camisas, camisetas y ropa interior como para pasar un mes sin centrifugadoras. Meses y meses sin doblar ni tender y es fuerte pero cierto y me siento orgulloso de que aún me quepan algunas prendas de la época del instituto, lo que demuestra también poco vaivén en lo que se refiera al gusto. Entusiasmo de programa C. Color. Muy sucio. Hora y media y ya.
me cansa tender
no pocas veces se me olvida y la ropa se queda hecha una bola húmeda hasta varios días después y huele a rio quieto
el olor lo llevo mal
Pero el caos se lo come todo y soy pasto de la desidia. Motivación como de limpiar cristaleras o abrillantar la plata. Un extra de puedo con todo. De cambio bombillas fundidas o de azotar alfombras. Ese modo de zafarrancho y de cuartel provisional.  De hacer la guerra a ratos. Esos dolores.  Esas ausencias. Si llega mañana habremos hecho cumbre. Importa seguir. Me cansa seguir. Me cansa imaginar algo mejor que nunca pasa. Me cansa el optimismo. Es agotador esperar buenas noticias y que nunca lleguen.  Que ni miren o se asoman. Es un engorro pensar en positivo. Es todo una mierda. El único alivio es no hacer nada. Esperar que se jodadel todo
 Que se haga pedazos sólo. Que nos pase por encima y no nos demos cuenta. Mejor esperar la riada. Subir el tranco de la puerta. No fuerte de ninguna nube, blanca o negra y no quitar ojo del cielo o de las estrellas. Seguir las conversaciones y no perderse. Aguardar el alud con cero optimismo. Con el mínimo frío. La trinchera cabeza. El zurrón lleno y vino. Como y que venga. Y tender pues tendremos mañana.

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