Reunión por videoconferencia de los miembros del Eurogrupo. Sábado. Susto o muerte. Cualquiera dice: ahí le has dado, nos intervienen en cero coma. Ayer empezó la Eurocopa y hoy nos echan de Europa, antes de que debute la selección de fútbol. Que puse yo en twitter, y ¿no podían todas las reuniones por messenger? Que se ahorraría un buen dinero en dietas y mamoneos. Con otras palabras, pero puse eso. Videoconferencias entresemana, no solo los sábados. Chateo entre tecnócratas a diario.
El caso. Que a mediodía la cosa pintaba terrible. Y en esas, sin tiempo casi para hacer la digestión, anuncian comparecencia del ministro De Guindos. Chungo. De primeras, dices chungo. Y a las siete de la tarde. Un sábado. Más muerte que susto. Reconozcámoslo. Total, que se van calentando motores con las previas en los periódicos, los agoreros en twitter, los que están de fin de semana y no se enteran de nada y los que estaban viendo Cine de Barrio, a Carmen Sevilla en una película porque ahora lo presenta Concha Velasco, y que le cortan la película para dar en directo la rueda de prensa del ministro. Miedo a raudales. Hasta la propia Concha Velasco debió de asustarse. Bueno quizá no, porque será grabado pero si estaba en su casa o donde estuviera lo mismo le llego la onda expansiva del mal pálpito. Y en esto que sale Luis, a tope. Como es él. Con esos cabeceos y golpes de cejas que parecen tics y con los que refuerza cada argumento. A tope. Suelta su rollaco. Leído. Que me parece de pena, pena, penita, pena que tenga que lee un papel. Vale que no le van a poner un cue pero oye, apréndetelo un poco y dale a la oratoria. Que es lo que se te presupone, como el valor al soldado. La oratoria te tiene que venir de serie. Aunque esto daría para otra entrada de blog. La escribiré algún día. Con un título engañoso. Los políticos que leen. Parecerá que va a ser una selección de recomendaciones literarios y será un ataque encarnizado hacia los gerifaltes que ante la prensa no levantan la cabeza del papel. Oiga, dirigente, que esto es como un examen oral. Se lo trae aprendido de casa. No lo lea. Pero bueno.
Lee el mensaje. Redactado de pena. Dicho sea de paso. Pero bueno. Ya se sabía que iba a haber turno de preguntas, así que le dejan que suelte rollazos de subordinadas una encima de otras con lenguaje de alumno de segundo de Derecho y como bloques de mampostería, placa, placa, y pum. Se acabó. Y la primera, Luis, en la frente. O en la calva, si me permiten la bajeza de resaltar esa alopecia de la que parece que presume el ministro de los tics. Le pregunta un corresponsal de nosequé preriódico en inglés. Sopla. Luis De Guindos casi se cae de su propio apellido. Menudo susto. Y éste de donde ha salido. Y, ¿la de EFE? ¿Europa Press? Pues no, un guiri es el primero en abrir fuego con las preguntas después del mazacote de comunicado, o nota de prensa, o manifiesto o llámenlo como quieran. En inglés. Y Luis de Guindos le contesta: "Me va a perdonar usted pero por respeto a sus compañeros, le contestaré en castellano". ¡Chúpate esa, forastero!
¿Qué respeto, ni respeto? Todos los que estuvieran en esa sala de prensa, me juego una mano, no, me juego las dos manos. que en sus curriculum vitae han puesto inglés medio como mínimo. Oigan, si cubren esas ruedas de prensa y trabajan en grandes medios, lo mismo tienen los compañeros hasta másteres en universidades allende nuestras fronteras. ¿Qué respeto, ni qué niño muerto? ¡Conteste en inglés, De Guindos! Minister Of Guindows, please, in english. Que aquí todos tenemos inglés nivel medio. O si no, vale. Lo acepto. Le doy la razón, no era para extenderse. Claro que no. De acuerdo que no es plan, ni es lo suyo ponerse a parlotear de seguido en inglés, pero oiga, señor Ministro de los tics, lo mismo que le dijo, pues en inglés. I would like to apologise, and wanna say sorry `cos I gonna answering in spanish and if you dont mind at the end, we could open a turn for questions of foreign media.
Toma ya, ni me lo he preparado ni nada. Y yo de verdad que tengo inglés medio. Pero de verdad. Esto siempre me ha jodido. Que mi inglés es medio de verdad y lo pongo en el curriculum como todo el mundo, pero es evidente que el mío es verdad. Y no lo digo porque no cometa errores, que seguro que mil o dos mil, pero me suelto. Desde siempre. Si me preguntan en inglés, contesto en inglés, con una gramática más o menos pulcra pero siempre me hago entender. No me creo que el Ministro De Guindos, que ha trabajado para una multi yanqui, no maneje la lengua de Shakespeare. No me lo creo. Vamos, que peor que yo, no habla. O desde luego, no debería. Acepto que le pudo pillar con la guardia baja, al ser la primera pregunta. Con lo que habría que culpar a los que daban turno, y a su equipo o los que la organizaran la conferencia de prensa. Pero vaya. Que si de repente suelta cualquier frase en inglés, Luis deja a todos los periodistas españoles con el culo torcido. Y esa chulería tan natural, de los cabeceos, de las cejas y de toda su puesta en escena, en realidad, pues se ve reforzada por un argumento de peso. Una cosa seria.
Porque, a ver, un ministro de Economía, vale, pero también de Competitividad, que no hable inglés, es inviable. No me lo puedo creer. Aunque sea un inglés para salir del paso. Seguro que sí, me juego las dos manos de nuevo. Un inglés fluido. Las videoconferencias en que serán si no, ¿en esperanto? O sea, que lo achacamos a tema de reflejos y listo. Pero el solo hecho de pensar en un Ministro monoidiomático me da el telele y lo mismo otros, la ínclita Bañez o el vetusto Margallo, pues vale que no, pero Luis, seguro que english spoken. Porque si no, ni competitividad ni leches. Y me juego las dos manos, pero mejor me apuesto solo una, para no quedarme manco del todo y poder seguir escribiendo en este blog aunque solo sea con cinco dedos.
See you soon, my friends and kind readers of this little space of thoughts in my own way.