lunes, 21 de noviembre de 2011
Mario Vaquerizo es el reverso en cuero de Belén Esteban
El belenestebanismo se estudiará dentro de un siglo en España. Como Juana la Beltraneja y ese rollo. La historia oscura de España, el reverso tenebroso. Puede que quien lea esto piense que no, que no tiene tanta importancia, que es una mindundi a la que ignorará la historia pero la época de la telebasura en España, quedará ahí. Como la españolada o la apertura de las televisiones comerciales, con el rollo Mamachicho. No sé si aguantará el paso del tiempo ocupando hemeroteca y acaparando pensamiento, pero apunto a que sí por tres motivos: Uno, se ha democratizado el star system nacional, hasta dejar de ser star para convertirse en trash system y abrir su abanico a todo tipo de personajes sin méritos reconocibles, más allá de los conseguido bajo las sábanas. Dos, esa bajada de listón ha propiciado el vergel del frikismo televisivo afectando a los cimientos de una moral, más laxa cada día pero preañada de malos pensamientos y mal rollismo, en plan, cuanto más te arrastres y más chupes, mejor te irá, que vale que igual siempre ha sido así pero es que ahora se puede llevar por bandera. Tres, todo se puede exponer. Si estás en la productora y trabajas para ellos, aceptas que saquen todos tus trapos sucios, a nivel personal o profesional, que va más allá del reality pero que no deja de ser una representación televisiva de la vida de alguien. Vale, que Vaquerizo no está en esto tan metido, no es tan trash system como a él mismo le gustaría y en el fondo, no es tan conocido. Yo creo que le falta material de base, más allá de la base de maquillaje. Tenía un sentido maquillarse y mariconear a lo punk rocker en algún momento de la historia y supongo que hoy en dia, también se podría dinamitar de otro modo lo moralmente bien visto o lo establecido en cuanto a costumbres y valores pero es que, precisamente, Vaquerizo quiere establecerse en lo establecido. Es tan obvio que quiere chupar cámara y comer plano. Sin tener el brillo, sin llevarselo por el natural efecto de su carácter. Y no es un indocumentado, como su referente ex amante de taurino. Claro que no es lo mismo. Trajinarse a un matador que a un icono cultural, que es lo que es quien es y por eso, es. Es lo que viene siendo querer ser lo que no se es. Si no eres icono, no hagas iconografía de ti mismo. Con los anuncios. Con la falsa pose del atolondramiento, cuando en realidad, hay mucho de atonlondrado en Vaquerizo pero no justo cuando se lo hace, cuando sobreactúa de tonto, se nota que no lo es tanto y cuando quiere que no se le note, se aprecia su falta de carisma. Así de claro. Y lo ponía en twitter y me respondían que tiene estudios, es respetado y tiene éxito profesional. A ver, que sí. Si me cae bien. Joder, que sí. ¿Te cae bien? ¿pero si lo estás poniendo a caer de burro en cerocoma? Ya. Porque lo que no soporto es el falso arquetipo y su discurso. El rollo pro anorexia es deleznable y sobre todo, si tu persona amada es ciertamente rolliza por naturaleza. Sin decirlo es como si la ofendieras a ella, como si le metieras repelladas a su autoestima siendo el icono quien es y trascendiendo a su figura el tamaño o la talla de su vientre. Da igual. Ella da igual que engorde. Es divina, por si misma, o por las canciones. O por lo que sea. Tiene eso. Le sobra. Lo que el otro ni huele. Es así. Y si se mantiene. Si las Nancy rubias siguen grabando discos es por un solo motivo, no hay nada detrás de lo que suena. No hay una verdadera dimensión creativa. A mi parecer, claro. Que sí. Que si show bussines o lo que quieras. Pero no. Cuenta con la oportunidad de mostrar su talento. Es un fantoche. En las fotos. En el vestuario. No cuela. No me cuela. Y me jode porque es un tío que cuenta con todos los medios, que le miran los focos, por está con quien está y si fuera bueno, pues convencería y sonaría. Pero no. Ni siquiera tengo claro como siguen sacando discos. Me cae bien en general. Seguro que es un buen chico. A pesar de que le veo esa ansía por figurar, por el estrellato y por la purpurina pero sin nada detrás. Su mayor obsesión es el espejo. Eso, visto desde fuera, puede inspirar muchas cosas pero desde dentro, es solo un ejercicio de contemplación de uno mismo que cansaría al santo Job. Y ese aspecto de pelo con plancha. Se ve que se pasa la plancha. Pero, a ver. No te pases la plancha. ¿Tú te imaginas a alguna estrella del rock pasándose la plancha? Que igual las ha habido, pero es mejor el discurso del rizo libre y el libre albedrío. En lugar de tanta preocupación por la imagen, la imagen eres tú. Como Amy Winehouse, yo que sé. Salir hecho un adefesio y tomarte unas copas para celebrarlo. Ese falso despiste. Esa falsa apariencia punk rocker. Ese falso estilo underground. Ese falso discurso de diva. Ese personaje tan insoportable que no es que tenga pluma, es que sobreactúa en su mariconeo porque cree que es lo suyo. Me recuerda a Paris Hilton en algo, en la fachada, en el repellado de la fachada, en la falsedad que desprende el asunto. No lo sé. Yo estoy pasándolas canutas y no tengo un dólar en el bolsillo, pero creo que no aceptaría ofertas de según qué compañías para hacer publicidad o salir en sus anuncios. No creo que hiciera un reality en MTV. Nunca digas de este agua no beberé, pero todos sabemos desde pequeños que la MTV es mentira. Que no es la buena, que no son los buenos. Puede que eso de buenos y malos, suene un poco antiguo y es probable que esté obsoleto pero prefiero alinearme con los que creo a pies juntillas que con los que no me convencen del todo. Que por cierto, Telefónica pasa de los anuncios inspirados en el 15M para fichar a Vaquerizo de imagen y que haga un poco el canelo ayundándote a nosequé. En otras entradas, he hablado de la publicidad útil. ¿No se podría invertir mejor el dinero que le han dado a Mario? ¿Cómo? No lo sé, pero haciendo una campaña que trascienda de otro modo. ¿La esposa de Vaquerizo hubiera hecho ese anuncio? ¿El icono anunciando móviles? Seguramente, sí. Porque ha hecho de todo, véase Lluvia de Estrellas o polvo o menudas estrellas o tormenta de estrellas o como se llamase. Sí, conseguía hacerlo, no sé cómo. Lo hace de hecho, está con un pie en el rollito Ana Rosa, al que puede ir de invitada y quedar tan divinamente y actuar en la discoteca más in del momento de dj o montar el show de sus Fangoria y volver a cantar canciones que tienen más de veinticinco años guardándoles la cara. A ver, ¿por qué escribo esto? Que me cae bien el matrimonio, me sabe mal echar tanta basura sobre una persona que seguramente en las distancias cortas, será encantadora y después de dos cañas, será la risa. Pero el caso es que lo que me horripila es el rollo español de ensalzar o de echar cuentas a el "hijo de..." o el "hermano de..." o "el marido de..." o lo que ya viene siendo peor, "la amante de..." o "la que una noche se acostó con..." bajando ya el listón al máximo. Es una forma de buscarle referencias, como en rollo de tener un padrino, pero es que hoy en día, no basta con tener un padrino, por los que los tengan, digo, sino que encima tienes que compartir cama con ellos. Y da igual. Los méritos artísticos o técnicos o simplemente el mensaje o no sé, la aportación a la sociedad, da igual. Y se ríe. En plan, mira que mal. Ay, que se me olvida... Ay, que no lo sé. Y es un tío con una carrera y la otra, alargando el arco de la comparación, es buena para las finanzas porque lleva ya una década en televisión llevándoselo crudo o sea que, en el fondo, es buena para los negocios. Pero es que no pasa nada, todo lo contrario, se hace gracia de mira como se equivoca. Un rollo que descubrió Lazarov con Carmen Sevilla. Que era más gracioso cuando se equivocaba que cuando lo hacía bien y a eso juega "el marido de...". A hacerse el gracioso con las equivocaciones que se aprende de guión mientras trata de disimular las que naturalmente se le escapan y es todo tan de cartón piedra, tan falso, tan de imitación de los chinos que me cabrea. Sinceramente, sí. Y por eso escribo esto. No es por hacer daño por hacer. Me jode. Es solo eso. Ahora le veo menos sentido a la entrada, es de esas en la sque acabo dudando y se quedan en Borrador sin publicar, no por nada, pero es que luego con el tiempo, las lees y dices: No veas. Lo puse fino. Y mucha gente se queda en ese nivel de la superficie. No lo hagáis vosotros, id al fondo. No consiste en este notas o en la otra pájara. Consiste en el trash systema. Consiste en que no nos sabemos los nombres de nuevos actores, ni nuevos cantantes, ni nuevos artistas, ni nuevos nada. Que se les dan minutos de emisión a troche y moche a peña que no lo tiene. Que sería concursante descartados de Operación Triunfo y que ni componen, ni bailan, ni provocan, ni lo flipan, ni la lían, ni nada. Joder. Es una mierda que sea así. Y los anuncios de teléfonos. Con tonterías. Me molestan también. En fin, tampoco es que haya tenido un buen día. Un lunes horribles. Es eso. Ya lo siento, Mario. Incluso por Belén. Ellos no tienen la culpa de que les pagen por equivocarse. Y que la gente aplauda. Y se divierta. No tienen la culpa, supongo.
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