tengo casi trescientos borradores, qué estrés, eh, y qué perdida de tiempo no atreverse a publicarlo o eliminar sin más. Casi trescientos, son unos pocos, eh. Qué rémora. Qué lastre. Qué peso en el universo. Pero bueno, a ver, que sí, que es un blog personal y es lo que pasa, que los criterios, filtros o los ejes editoriales también lo son y viran, o se vuelven centrípetos o que básicamente me enrollo, me rayo y me lio o me pongo como un ratón en una rueda entregado a lo que sus piececillos le den pero yo rendido al circunloquio y su eco por vocación en ocasiones y en otras, por puro vicio, es verdad y es así, vicio de la palabra que aquí hay mucho y desprecio en general por todo signo en lo que a convencionalismo se refiere, sea de puntuación o de carácter o de qué coño sé, de algo que tenga que ser, pues no, no es nada, olé y puede haber erratas y frases encadenadas sin sentido, sin buenas subordinadas y sin una aparente finalidad, pues puede ser pero luego me tiembla el pulso para publicar, tú te crees, qué tontada, pues sí porque esto solo demuestra que es puro desahogo, como pueda serlo un verso que acompaña un paseo con un paso rápido, un paseo que parece una huida y el mantra que cobija que es como el refugio, pues es la pretensión por decir algo de esto, o es lo que creo o quiero pero claro, subo la vista, echo un vistazo al párrafo infinito y digo, pues borrador y le daremos otra vuelta, pero no, no se la das, lo lees al mes y dices, menuda mierda y así en bucle y voy a poner un punto porque ya no sé que coño decir más. Punto y aparte.
Lo de no empezar con mayúsculas me gusta en el primer párrafo pero no en el segundo.
para el tercero no está mal volver a la ausencia de normas, lo único bueno que tiene esto, que sea un espacio de divagación sin rubor, de caos sin pesadumbre, de mierda sin mala conciencia, de estiercol diría incluso con la esperanza de que sea el abono de algo que no tengo ni puta idea de lo que es. Para esto sirve también. Dejar patente la ignorancia día a día y frase a frase. No te vayas a guardar tú nada. Que contar lo que es contar, tampoco es que cuente. Ni cuentos ni cuentas. Ni eufemismo ni similes ni nada que estaría guay, no sé, en plan fábula de la zorra y el conejo o algo así, cuando era pequeño me flipaban las fábulas de Samaniego pero vaya, que no viene al caso para nada. Pero sería guay. Vale no sé si me quedarían guapas, pero bueno tanto da. Es una fugaz idea. Para eso va bien también la fugacidad. Me parece conveniente todo. Un poco useless también pero bueno, ya cada uno.
Tengo que llegar a las treinta lineas para que se de la vuelta el papel en el ordenador, que es bajar la pantalla, que la entrada necesite el scrolling. Me explico como el culo. Para eso también es. Para mi culo. Lleno de furunculos el puto blog personal. Furunculos por doquier. ya se me ha ido el santo al cielo pensando en la tilde de furunculos y olvidando que es un espacio libre de tildes, y donde el humo es obligatorio, al revés que los bares o los restaurantes, aquí se fuma obligatoriamente, es necesario un banco de niebla para que no pase justo lo que me acaba de pasar, que se me ha ido el hilo
puede que sean cuarenta líneas para pasar de pantalla
Una vez que hago la cuarenta y uno ya me siento capacitado para pulsar el botón Dejar en borrador. La realidad es que no la retomas nunca. La realidad que es un concepto que odio, y que odio a la gente que invoca ese concepto como lugar común, puesto que no lo es, ya que cada uno tiene su realidad y a veces, más de una o varias en función de sus relaciones y bueno, lo veo algo bastante personal. Como el blog. A fin de cuentas, es todo lo mismo. Vaya rollos me cuento. Me fuerzo un poco a ello. Me obligo a contar. Que es casi tan estresante como lo contrario. Como guardar un secreto. PEro el número de líneas es importante digan lo que digan las frases. El tamaño importa. Los tochos espero que ahuyenten. Es quizá por timidez. Qué cosa más tonta. Pero es bastante probable que sea por eso, dar vueltas y vueltas solo porque estar desnudo da corte. Es tontería. Y puede que no sea ese el motivo. Soy pesado y ya está.
Un pesado indeciso a la hora de publicar, eso también. Y esto lleva un rato. Que es a veces como bucear. Que no he buceado en mi vida, más que en la ducha. Pero es una inmersión aquí taca taca taca que teclea taca taca taca que si diez que si veinte que si dos que si tres párrafos taca taca taca y sin decir nada, te has pasado la pantalla y parece que tiene sentido, luego los días se acumulan, con fotos o con canciones o con vídeos de youtube y no tiene hilo argumental, o no está bien contando o nadie tiene tanta paciencia o es profundamente aburrido, pero bueno. Tampoco obligo a nadie.
todo está bien como está, y como es, lo creo así pero esta es la perfecta entrada de blog ejemplo de la que se quedaría forever en carpeta borrador porque... No dice nada. Y es como... Le daré una vuelta. No. No lo harás. Será una más de las casi trescientas. A veces dijo.... Voy a mirar que mierda hacía un año atrás. O dos. Y sí, es igual o peor.
Hay indignaciones pasajeras que es mejor que queden allí o cantos desgarrados que son prosa poética y riman de más y son de verdad de que dan verguenza, pero mira, no hacen nada en la carpeta borrador y publicados, pues oye, por lo menos te averguenzan que ya es hacer algo y generar movimiento, que en el fondo, y muchas veces en la forma, es de lo que se trata, de hacer y generar, es lo que quiero creerme porque hacer y generar esta mierda es lo que me entretiene
Tengo la cabeza como un palomar
Eso es asi
Pero vamos que una cosa no tiene que ver con la otra, lo de escribir y divagar es un gusto la mayor parte de las veces aunque cansa y es para nada, para poco. Por vicio. Vicio de la palabra. Vicio de contar y revivir. Vicio de recordar, vicio de tí, y así en plan poesía pues pura golosina ydarse al embrollo y barullo del apetito repetino, del vicio tonto. Es un vicio tonto. Me decían del tabaco. Lo del blog personal es un poco lo mismo. ¿Quién te crees? Vicio puro de palabra. Pura palabra. Ey, son solo palabras, joder. No es mi culpa lo que tú buscas. No es eso. No es lo que crees. Es escritura. No es nada más. Tampoco tú y tus dos ojos lo son. No somos nada. Vicios y pasiones que se desatan para no volver a ser un nudo nunca más.
Tengo la cabeza como un palomar al atardecer.
No estoy mal, tampoco bien pero sobre todo, estoy. No es que eso sea gran cosa. El vicio de estar es otro que se merece dos palabritas. El vicio de la palabra con lo bonito y puro que es el silencio. Lo bonico que está esto si solo hay cancioncitas. Y vídeos y eso. Pero bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario