martes, 27 de enero de 2015
La alegria de romper cuerdas
Se me acaba de romper una cuerda de la guitarra, la sexta por ser más concretos y se da la circunstancia de que tenía cinco y de que son las cinco, y veintitres para más datos, y ya iba en menos una porque se me quebró otra el pasado viernes por la noche que no salí, debería haberlo hecho, porque la tercera se me partió y ahora ya me quedan cuatro, y es casi imposible que suene, con la primera, la segunda, la cuarta y la quinta muy chungo hacer algo, y tenía entre manos otro de mis hits particulares en ciernes, que me tenía totalmente embebido de una repetitiva melodía, como siempre, de siete notas que se repetían como la tabla de multiplicar, catorce, veintiocho, treintayseis y así y soy malísimo en matemáticas, y como con rima en -ero asonante, con un ahora antes de cada estrofa a tope de anáfora, y a tope en general, veáse: ahora que no hay tiempo, ahora que estamos muertos, ahora que no quedan recuerdos, ahora ni los malos ni los buenos, pues todo así, en ese plan, subiendo y subiendo, ahora, ahora, ahora, y en el catorce ya andaba todo loco, a calzón quitado, lo del tiempo me embalo a veces, y bueno, la letra no es nada del otro mundo, claro, qué esperáis, es una canción mía, espíritu punk y no ya del hazlo tú mismo que ya es, dados los malísimos tiempos, algo totalmente mainstream, sino un hazlo sin saber, que es lo que viene siendo lo realmente revolucionario, y naif, y salvaje claro, que es por lo que las cuerdas se me rompen con esta preocupante frecuencia y por lo intensito en general de mi persona y del momento, pero he pensado, una vez que ya estaba rota que lo de las canciones es un poco eso, su esencia, su concepto, son sublimaciones absurdas de estructuras sin un fundamento claro más allá de la velocidad y el nervio, es mi caso, hablo de mi caso claro, sublimaciones de chorraditas y ojalá más recursos para retorcer mejor la movida, pero lo mío es siempre lo mismo, más de lo mismo, lo mismo más rápido, lo mismo más lento, lo mismo a contratiempo, lo mismo pero al revés, lo mismo a gritos y lo mismo a veces cambiamos algo, pero es por los otros, y gracias al ingenio de los otros, que es los que consiguen que no suene a todo lo mismo todo el rato, pero es una sublimación sin sentido en cualquier caso, como todo en la vida por otro lado, si lo piensas friamente o filosóficamente o como sea, y acto seguido, lo he visto de otro modo, porque por más que estoy en la más flagrante ruina que cada cuerda al romperse me aprieta como si se me enroscase al cuello pero lo que en realidad me ahoga es el bolsillo, pues oye, por un momento me he sentido bien, afortunado, la alegría de romper cuerdas, ha venido como un relámpago el título de la entrada, tenia sentido de repente, y digo pues claro, porque justo antes me había sentido mal, un tanto vacío, martes, cinco de la mañana, estar con cinco cuerdas tocando, dándolo todo en la silenciosa madrugada y quedarte en cuatro, o en cuadro, tratándose de las cuerdas que se tratan porque con una menos se disimula, sobre todo si es la primera o la segunda, eso sí, olvídate de acordes, mátate a quintas, con cinco cuerdas, a las cinco de la noche, como cantaba el poeta, eran las cinco de la tarde, pues el mismo aroma de tragedia pero bueno, digo que con cinco se disimula pero será a oídos no muy exigentes, claro, como los míos por otro lado, que no pierdo perspectiva por el bosque, y que me medio oriento en mi movida y lo de la poca pericia es bandera pero no se me nubla la vista, intento mejorar día a día aunque nadie lo diría y los más cabrones añadiría que si se disimula algo, serán los progresos, pero bueno, romper cuerdas es una forma de avanzar, que es a lo que voy y se disimula, al decir eso, me refería que el sonido importa menos y se disimula sí, si se sublima, quiero decir, sublimando todo entra, si te vienes un poco arriba y el ahora nosequé, el ahora nosecuántos, te haces fuerte en la anáfora y el discurso entronca con una persona, una cara, un alguien al que, de forma abstracta o no tanto, pues se lo cantas, como si te pudiera escuchar en el momento, pues te fluye, te parece que tiene todo un sentido, que es lo que hace a los locos estar locos, buscarle a todo el sentido, de hecho, en una de las estrofas decía algo que en como basado en hechos reales, eso ayuda a sublimar, lo de tener una base de realidad, valgo como ejemplo: ahora que no nos vemos, ahora que ni sabemos, ahora que pasó tiempo, ahora que por lo menos sé que escucharás esto, ojo porque la rima es asonante y va un poco libre, como siempre por otra parte, con el tonillo que le doy encaja más redondamente, pero bueno, por ahí iban los tiros, es una cosa abierta, cuando se toca con un grupo todo crece enormemente y sobre todo mis repetitivas pequeñeces, aunque el quid creo que está siempre en la intensidad, en romper cuerdas, que es una alegría, un palo comprarlas y un peñazo ponerlas, que se me da fatal por cierto, pero una buena noticia, porque si las rompes, es que le das fuerte y si le das fuerte, es que algo tienes ahí, loquito por salir y deseando que salga, como el que echa una solitaria, las canciones vienen a ser eso, me acuerdo en el colegio que nos explicaron siendo muy chicos lo de la serpiente avanzando por el intestino y siempre le tuve un terror cerval a ser comido desde dentro por bichos, pues las canciones son eso, un batería con el que tocaba en mi primera banda decía eso de los ensayos, vamos a soltar los bichos y tiene algo de eso, la tenia, mi repertorio es mi tenia, mi deficiencia intestinal, lo que no se digiere nunca, y los conciertos son como lavativas y la mayoría de las canciones que me salen una mierda, estaba demasiado botando como para dejarla ahí, así que ya la digo yo, pero sí, una mierda intensa, que es el tema, lo bueno de romper cuerdas, las ganas que es lo que importa de verdad, como un estribillo que tenía antiguo, lo que importa de verdad son las ganas y anda que no es cierto, con ganas todo los golpes son más llevaderos, casi apetecen porque también sientes como golpes por dentro, la bicha deseando salir, dando cabezazos en el diafragma y bueno, no me quiero enrollar más y tampoco quiero poner punto sin detallaros lo que decía en el estribillo hasta partir la sexta, ahora te confieso que hay algo de lo que me arrepiento, de lo que me arrepiento, de no haber dicho más veces te quiero, te quiero, te quiero, había motivo para que no fuera como decir hasta luego y ponerlo de despedida en los correos, pero ahora que no nos vemos, que no sabemos, que ni nos parecemos a lo que éramos, ahora que no hay miedo, ni secretos, ni celos, ahora te confieso que me arrepiento, me arrepiento, me arrepiento, de no haberte dicho más te quiero, te quiero, te quiero, y bis, bis, bis, hasta que la cuerda ha hecho zas y adiós canción, y estribillo, y sublimación, y todo lo que he contado antes y no voy a repetiros, y sentirse vacío y pensar que es una puta rima de mierda, porque lo es, y pensar en que ahora son dos cuerdas las que tienes que comprar y hacer cálculos, y finalmente, sentir una cierta alegría por.... No. Bueno, que no, alegria ninguna, dejémosnos de historias pero que no tocar es peor, que es lo que iba,
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