jueves, 31 de octubre de 2013
Decir
Para escribir en serio no me vale este blog y esta por ver que me valga yo. Por insistencia no va a ser, lo del blog. Digo. Por decir. Digo. Es un decir. El blog es un decir. Decires. Variadito. Y vale. Me vale. Algunas veces, no. Por eso. Digo. Para la chorradita. O las fotos. O lo que va saliendo. Tomarlo como viene. No suele venir bien casi nunca. Y excentricidades. Fotos a la chimenea por ejemplo. Fotos de fuego. En general perder el tiempo. Por partida doble. Hacerla. Subirla. O por triple. El que la ve. O lo lee. A tope con el tiempo malgastado. Y a veces es casi como recrearse al divagar sobre segun que cosas. Divagar. Es un decir.
Y no hay tanto tiempo. Eso esta claro del todo. Lo he intuido siempre. Ahora no tengo duda. Por otro lado es una especie de lujo absurdo. Como la calma agradecida de un pastor. Si es que la tienen. Igual estan al loro siempre. Es lo suyo. Pero digo. Es un decir. Que en un prado con bastante perspectiva pues lo mismo el alma se amansa y uno siente si es que es uno un pastor en un prado con perspectiva ante su rebano, que le gana al reloj en el transcurrir de los segundos. Los segundos que gasto en teclear esto con el dedo gordo derecho en la pantalla tactil del telefono es como tiempo con otro conteo. Camara lenta. Un decir. Son eso. Impresiones. Chispazos. Puteos. Flipadas. Espasmos. Sudores. Trompazos. Deseo. Mucho cafe. Gargolas. Suenos. Esperanza. Pensamientos de Simbad. El trote de El Cid muerto. Una escena. Una foto. Canciones. Despropositos. Minutos de nervios. Todos se hacen viejos sin darse caso cuenta. Somos los mismos. Desfiladeros. Zarzas. Zonas de simbra. Nubes negras. Todo se complica. Las cosas cambian. Las mismas pretencioses, muy parecidas espinas y los siempre empinados escalones que nos lleva al ultimo piso, a la azotea que es el morir. Vertigos. Torres. Escaleras en espiral. Estoy cansado. Mas de lo que parece. Lento. Es lento e inexorable. Como envejecer. Hay cambios. No deja de haberlos. Hechos. Lo que realmente ocurre. Nadie se lee esto. En fin. Las cosas se complican. Cambian solas las cosas. La inercia. El viento. Soy una veleta. Con el blog soy una veleta. Filias. Fobias. Onanismo mental. Onanismo a secas. Complicaciones. Subiria mas fotos si no escribiera como escribo. En plan con el pulgar. Bueno no se. No hay tanto tiempo. Deberiamos tatuarnoslo. Prodigarnos poco con las palabras. En la hondura. No en ko que parece. Hacer. Hacer con palabras. Sin decir. Decires. Es todo lo que esto blog es. No es serio precisamente. A veces si no lo piensas, no existe. Odio los ruidos en mi casa.
Ni que decir tiene que de noche soporto agazapado bajo la manta una sinfonia de porrazos y golpetones en las ventanas, en las persianas, en el exterior, dificiles de identificar. Golpes. El viento. Hace mucho viento aqui. Odio el viento. Odio el invierno. Odio reconocer que es como un diario. No hay tiempo para fobias. Odio que no haya mas tiempo para odiar sin sensacion de culpa o de perdida de tiempo. Odio despacharme con este tipo de entradas. Odio las erratas aunque las deje. Odio corregir y odio dejar las cosas para otro momento
Odio los diarios. Sobre todo los que hablan de sentimientos. Los sentimientos de odio deberian de refinarse. Un odio mejor. En red. Un odio del siglo XXI. El odio bueno. No es un diario. No. Es mas un cuaderno de garabatos. Odio la palabra garabato. Sin motivo. La odio. Muchas palabras que odio. Las aborrezco como colectivo por lo mal que me va con ellas. Lo poco que dan. Querido diario, no. Odiado diario y no es un diario. Parecido. No es lo mismo. Pienso que nunca tendria un diario. No es un diario. No quisiera ni que lo pareciera. Tampoco dependen de uno las apariencias. Eso opino yo. Las apariencias viven por su cuenta, son autonomas, libres o todo lo contrario. Muy esclavas. De todos en cualquier caso. Las apariencias no nos pertenecen. Las presunciones son y seran siempre de los otros. Es imposible atraparlo. Serlo. Os digo. Decires. Ya me entendeis. No somos amigos. Cada uni es si uno es un pastor en un prado con perspectiva ante su rebano, pues tampoco. Las apariencias crecen libres. Como mala hierba. Los prejuicios viajan en esporas. Florecen donde menos esperas. Nadie esta libre de eso.
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