Globos para adultos

Cuando eres un niño y te compran un globo, cuesta entender que al poco rato se vuele y lo pierdas para siempre, o se vaya quedando vacío lentamente como una fruta que se pudre apenas en diez o quince minutos y ya no lo tienes, es solo un débil plastiquito sin vida porque piensas o pensabas que tu globo tu nuevo globo tu globo nuevo iba a ser tuyo siempre o por mucho más tiempo al menos y entonces te explican que no hay que llorar por eso, que los globos simplemente duran poco y ya está y hasta que lo entiendes pues sufres por algo que es supuestamente bueno, que es que te compren un globo y hoy he pensado que las personas nos tratamos actualmente así, como globos, los unos a los otros, nos dejamos que se nos vuelen, o que exploten o simplemente que se deshinchen muy rápido y bueno, supongo, ya como adulto, pues que tampoco hay que llorar por eso.